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No confía en las autoridades estatales para denunciar el hostigamiento a su hijo, declara Rosalinda Vargas

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

Rosalinda Vargas Barrera, quien desde hace 28 años viene denunciando actos de persecución contra ella y su familia, a raíz de que presentó una demanda de pensión alimenticia contra su ex pareja, el fallecido ex secretario de Gobierno y ex procurador de Justicia, José Rubén Robles Catalán, dijo ayer que los actos de persecución que ha sufrido últimamente ya los veía venir, desde que solicitó la audiencia al gobernador Ángel Aguirre Rivero.
El viernes, aproximadamente a las 7:15 de la mañana, hombres armados que se transportaban en una camioneta Explorer negra interceptaron a un profesor cerca de la escuela donde trabaja Alejandro Olguín Vargas, hijo de la señora Rosalinda, y le preguntaron que si él era Alejandro Olguín, y cuando el maestro les dijo que no, lo dejaron ir.
El incidente se dio a dos días de que Vargas Barrera dio una conferencia de prensa acompañada de dos de sus hijos en la que hizo pública su solicitud de audiencia con el gobernador Ángel Aguirre Rivero a quien quiere decirle que en el gobierno del estado siguen incrustados todavía funcionarios que desde hace 28 años vienen ejerciendo persecución y represalias en su contra y de su familia, como consecuencia de la demanda de pensión alimenticia que presentó en septiembre de 1984.
“Ya nos esperábamos esta respuesta, siempre que salimos a denunciar se nos viene la represión”, dijo ayer la mujer entrevistada vía telefónica, respecto al incidente del viernes, cuando hombres armados andaban preguntando por su hijo cerca de la escuela donde trabaja.
Vargas Barrera responsabilizó al gobierno del estado de la inseguridad e incertidumbre en que se encuentra ella y su familia, pues no ha cumplido con las medidas cautelares que recomendó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), pues recordó que el organismo pidió vigilancia personalizada para su familia, pero que desde el 2010 en el gobierno del estado le vienen diciendo que “no hay dinero” para eso.
Dijo que por eso el viernes, cuando recibió la noticia de que hombres armados andaban preguntando por su hijo, llamó únicamente a un comandante de apellido Games de la Policía Federal, que es el que le asignaron como enlace, pero solamente para situaciones de urgencias “y de vez en cuando llama para preguntar que si estamos bien”.
Informó que el viernes el comandante acudió a darle protección provisional a su familia, pero que esta no es permanente, porque la CIDH, pidió al gobierno del estado que le brindara vigilancia personalizada, y no lo ha hecho.
Explicó que fue el mismo agente federal quien le preguntó si va a presentar denuncia por el caso del viernes, pero ella le dijo que no tienen confianza en las autoridades estatales, porque son los mismos que no han investigado los casos anteriores y quienes los han amenazado, perseguido y hostigado, “entonces ahora lo que van a hacer es solamente perder el expediente y no van a hacer nada”.
Sin embargo, agregó que es su hijo el que finalmente decidirá si la presenta porque es él el directamente hostigado.
Explicó que lo que sí está haciendo es informar de todo a la CIDH, y que en este caso ya está preparando la información para enviarla al organismo, “porque si, es preocupante lo que está pasando”, manifestó. Explicó que el organismo está enterado de todo lo que ha pasado en los últimos años.
Informó que hasta ayer domingo se mantenía firme el ofrecimiento de audiencia con el gobernador a las 12:45 en Casa Guerrero e insistió que el objetivo de la reunión “es denunciar a todos los funcionarios que la han estado reprimiendo” y en este sentido expresó que ella lo que quiere saber es cual es su postura sobre la protección de este, su gobierno, “a toda esa bola de delincuentes”.
Vargas Barrera, insistió que si se cambia la fecha o se cancela la audiencia que le agendaron para este lunes cumplirá su advertencia de que se va a instalar en huelga de hambre, como lo adelantó en la conferencia de prensa la semana pasada en Acapulco.

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