Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Tomás Tenorio Galindo

OTRO PAIS

* El puño de los Figueroa

Detrás de los furiosos ataques de Rubén Figueroa Smutny contra Manuel Añorve Baños y Héctor Astudillo Flores parece hallarse el interés de su padre, Rubén Figueroa Alcocer, por restablecer en el ocaso de su vida el poder político y económico que su familia ha detentado durante décadas en el estado. Figueroa Alcocer cumplirá 73 años el próximo 4 de diciembre, una edad oportuna para pensar en la sucesión, y es probable que ese sea el motivo de que haya empezado a trasladar a su hijo el inventario de su cacicazgo. Por su parte, Figueroa Smutny cumplió 45 años en abril pasado y parece considerar que ha llegado el momento de recibir su herencia, en la que a juzgar por su despótica conducta, incluye al estado mismo.
Dado que conoce la vida sólo desde las alturas de la riqueza amasada por su abuelo y su padre al amparo del poder, es apenas natural que Figueroa Smutny vea a los demás desde arriba, como seres destinados a recibir y cumplir sus órdenes, a quitarse o a ser quitados de su camino. En su semblanza oficial no figura esfuerzo, iniciativa ni obra personal de relevancia. Su preparación académica se reduce al título de ingeniero industrial por la Universidad Panamericana y una maestría en administración de empresas por la Universidad Anáhuac, dos instituciones privadas caras, creadas para educar a las élites del país. En lo único que ha trabajado es en una decena de empresas familiares, en las que ha sido director general o gerente. En otro ámbito le ha sido concedida la gracia de ser diputado local y federal del PRI, sin que su huella haya quedado impresa en la historia legislativa. Ahora que es nuevamente diputado local como cuota de consuelo al figueroísmo (recuérdese que aspiraba a ser candidato a senador), ha salido a la superficie su prisa por abrirse paso hacia su siguiente escala, la alcaldía de Acapulco, a la que concibe como antesala de su candidatura al gobierno del estado, probablemente en el 2015, quizás en el 2021. Pero le produce aburrimiento construir su camino con las artes legítimas de la política, y con la ayuda de su padre ha optado por enseñar el puño de los Figueroa, causa de ruina y devastación en el estado.
El enfrentamiento entre Figueroa Smutny y Héctor Astudillo muestra el juego sucio del figueroísmo en la tarea de llevar a posiciones de poder al heredero del emporio de Huitzuco. Hoy sabemos que Figueroa Smutny mintió al acusar al ex coordinador de los diputados priístas de haber pedido al gobernador Ángel Aguirre Rivero dinero a título personal para el ayuntamiento de Chilpancingo, en una reunión que debía tener un contenido legislativo. La aclaración del propio gobernador al respecto reivindica a Astudillo y describe a Figueroa Smutny como un intrigante profesional. No hay ningún motivo para la sospecha en el hecho de que Astudillo haya solicitado a Aguirre en esa reunión acudir en auxilio del ayuntamiento de Chilpancingo, lo que días más tarde se concretó en la entrega de cinco millones de pesos al municipio. Pero al hacer referencia a ese hecho, Figueroa Smutny deslizó sibilinamente que Astudillo había pedido ese dinero para cubrir “faltantes” de su administración, es decir, para tapar irregularidades. Sin embargo, la intriga armada por Figueroa Smutny alcanzó un rango superior cuando se supo que lo que en realidad le molestó es que Astudillo se negó a pedir al gobernador automóviles (una versión asegura que debían ser blindados) para los integrantes de la fracción del PRI en el Congreso, una petición ciertamente mezquina y totalmente inadmisible en las condiciones de inseguridad en que sobrevive la población. No importa que en su interinato Ángel Aguirre haya dotado de vehículos hasta a los diputados del PRD, era incongruente que los legisladores priístas pretendieran ahora esa canonjía.
Habría sido saludable que el gobernador aclarara además qué es lo que le dijo a Figueroa Smutny sobre esa reunión, pues éste dijo que Aguirre fue su fuente de información. Como el gobernador no desmintió haber hablado con Figueroa Smutny y haberlo puesto al tanto, podemos dar por confirmado que en esa llamada se originó el chisme. Es probable que no sepamos cuánto distorsionó los hechos Figueroa Smutny, ni cuánto acomodó las cosas Aguirre para generar un conflicto entre los priístas.
La renuncia de Astudillo a la coordinación de la fracción priísta fue un acto de valor que exhibió el desenfreno del figueroísmo, que en su reposicionamiento lo quiere todo en el PRI y también lo de más allá mientras haya alguien que se deje. Alguien tenía que actuar como Astudillo y confrontar la ambición de los Figueroa. Astudillo no sólo le hizo un servicio al PRI y a los priístas, sino a la sociedad, víctima histórica de ese grupo.

Figueroa en La Jornada Guerrero

Quizás los propietarios y editores de La Jornada Guerrero no estén de acuerdo en todo lo anterior, porque en una alianza insólita, inimaginable, cedieron las páginas de ese diario para que Rubén Figueroa Smutny despliegue sus dotes de articulista. El diputado empezó sus colaboraciones el martes anterior, con su agradecimiento al director de ese medio por dar “ejemplo a la sociedad de lo que debe ser la política: diálogo, exposición de las ideas, debate, análisis y propuesta”. Es curioso que Figueroa Smutny haya escrito que “en ello no va implícita la aniquilación del adversario, sino, por el contrario, es obligada la búsqueda de acuerdos y consensos en esta nueva sociedad plural”. Quién sabe de qué familia hable, pero afirma que “haciendo una reflexión profunda y autocrítica, debemos reconocer que en ocasiones los gobernantes (de todos los partidos) sólo se aprovechan del ejercicio del poder para favorecer a su familia o a un pequeño grupo de amigos que se convierten en cómplices”. Y situándose a sus 45 años de edad claramente como un espíritu joven, dice que “en estos 12 años en que mi partido vivió en la oposición hemos logrado un cambio generacional; aprendiendo y respetando la experiencia de nuestros mayores podemos ofrecer una opción renovada”. ¿El figueroísmo tiene otro vocero?

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