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Olinalá: toman las armas y ponen retenes contra grupo delictivo

Desde el sábado, habitantes de Olinalá tomaron las armas y resguardan con retenes las seis entradas a la cabecera municipal ante el temor de represalias de presuntos delincuentes que huyeron para evitar ser linchados tras ser identificados como los responsables del secuestro y asesinato de un taxista.
Ciudadanos de Olinalá decidieron tomar las armas y el control del municipio ante la indiferencia de las autoridades municipales que liberaron a un supuesto secuestrador que pobladores entregaron a la comandancia de la policía municipal.
Armados, 240 hombres resguardan los accesos, desde la noche del sábado y con costales llenos de tierra levantaron barricadas para protegerse de posibles agresiones.
Representantes de los ciudadanos, que pidieron reservar sus nombres, manifestaron que los retenes continuarán hasta que se garantice la seguridad de los ciudadanos.
Informaron que los ciudadanos están armados y se cubren los rostros con paliacates y en cada una de los seis accesos hay 40 de ellos cuidando que no entre gente sospechosa sobre todo por el temor a que regresen los delincuentes.
Uno de  cuatro representantes de los ciudadanos que contestó la llamada telefónica no quiso dar más información de la organización que tienen, pero desmintió la versión de que son grupos de la delincuencia organizada que se disputan el municipio y generaron la situación de zozobra, y afirmó que se organizaron para defender a la población de delincuentes.
Vía telefónica el alcalde priista Eusebio González Rodríguez relató que el viernes encontraron el cuerpo de un taxista asesinado y torturado quien fue secuestrado días anteriores.
El sábado durante el velorio algunos ciudadanos detuvieron y entregaron a la policía municipal a un joven que estaba en el lugar con actitud sospechosa tomando fotografías de los asistentes, además de que se reportó otro supuesto secuestro. Pero el detenido fue liberado, tras no existir ninguna denuncia formal en su contra.
Los inconformes con la liberación tocaron las campanas de la iglesia como señal de alerta y cientos de habitantes se reunieron en el centro del poblado, la mayoría armados, ahí se les informó de lo que acontecía, los ánimos se desbordaron y decidieron quemar una casa ubicada en el barrio de San Francisco donde vivía gente que no es del municipio e identificadas como ladrones y narcomenudistas.
Los ciudadanos incendiaron la casa, un coche y dos motocicletas mientras los moradores de la vivienda huyeron del municipio. Después los pobladores decidieron instalar retenes en las seis entradas de la cabecera municipal ante el temor de que los delincuentes regresaran para agredir a la ciudadanía.
El alcalde informó que desde el sábado pidió apoyo a las fuerzas militares que llegaron y actualmente se encuentran dentro de la población mientras los habitantes cuidan las entradas.
Los representantes del Frente Ciudadano por la Seguridad de Huamuxtitlán, Cristóbal Rendón Escamilla y Miguel Bitrago Reyes acudieron desde el sábado a Olinalá acompañados de decenas de integrantes para apoyar a los pobladores y asesorarlos en la conformación de un nuevo grupo.
Los primeros días de junio en Huamixtitlán se presentó un caso similar en donde 16 personas fueron secuestradas y los ciudadanos exhibieron a los policías municipales y ministeriales de estar vinculados con el hecho, al igual que el alcalde interino Juan Carlos Merino Gonzales a quien golpearon y pretendían lincharlo.
Sin embargo, desde noviembre del 2011 los habitantes realizaban rondines ante la ineficacia de la policía municipal ante los constantes robos y secuestros y fue a partir del secuestro de las 16 personas cuando iniciaron la coordinación con los municipios de Cualác y Xochihuehuetlán en los cuales habían secuestrado a dos personas.
La Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) ha visitado al municipio para capacitar a los integrantes del frente y estos empezaron a trabajar con los ciudadanos de Olinalá que se levantaron en armas.
Cristóbal Rendón informó que los habitantes en coordinación con el alcalde llamaron a representantes de las colonias de la cabecera municipal y a los comisarios de las localidades para que en asamblea se nombrara un frente de ciudadanos similar al del municipio vecino.
Por otro lado, el director del Centro de Derecho Humanos de La Montaña, Tlachinollan, Abel Barrera Hernández responsabilizó al gobierno del estado de cualquier enfrentamiento o deceso que pueda ocurrir en el municipio o en la región, porque consideró que los ciudadanos organizados en varios municipios ya mandaron muchas señales de alerta que no han sido atendidas.
Dijo que las autoridades responsables dela seguridad han dejado en total vulnerabilidad la vida de los ciudadanos en Olinalá, de la misma manera que lo hicieron en Cualác, Xochihuehuetlán y Huamuxtitlán tras el secuestro de 16 personas en junio, hecho que ubicó a esa zona como un foco rojo al que no se le dio la importancia que le tocaba.
El director de Tlachinollan dijo que por la magnitud que representa un levantamiento en armas de un municipio no han acudido al lugar y esperan a que sea el frente ciudadano el que solicite su presencia.
Además, alertó sobre la gravedad del problema al que los ciudadanos se enfrentan por el desinterés y complicidad de las autoridades. Insistió en que en La Cañada (como se le conoce al territorio que abarca Alpoyeca, Huamuxtitlán, Cualác, Xochihuehuetlán y Olinalá) es un foco rojo, donde los ciudadanos se han visto obligados a tomar las armas arriesgando sus vidas ante la crisis de seguridad en la que viven.
“Hay un sentimiento de orfandad en la ciudadanía y la única salida que encuentran es la autodefensa”, dijo Barrera.  (Redacción / Chilpancingo)

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