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Se levanta en armas otra comunidad de La Cañada contra el crimen; ahora en Cualac

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

Ciudadanos de una comunidad del municipio de Cualac también se levantaron en armas a partir del martes en contra de las bandas criminales que operan en ese municipio y ayer intentaron linchar a un violador en la plaza cívica, en una acción similar a lo que ocurre en Olinalá.
Mientras tanto, el director del Centro de Derechos Humanos de La Montaña Tlachinollan, Abel Barrera Hernández, dijo ayer aquí que esto que está ocurriendo en toda La Cañada, que incluye los municipios de Huamuxtitlán, Xochihuehuetlán, Olinalá y Cualac, es una situación grave porque el pueblo ha rebasado a la autoridad municipal, estatal y federal por su incapacidad para garantizar la seguridad que ha venido reclamando la ciudadanía.
Luego de que en Olinalá desde el sábado pasado los ciudadanos de esa cabecera municipal y de algunas comunidades se levantaron en armas en contra de las bandas del crimen organizado, después que la policía municipal dejó libre a un presunto implicado en el levantón y posterior ejecución de un taxista, ayer, policías municipales de Cualac rescataron a un indígena que estaba a punto de ser linchado por habitantes de Cuescomapa.
El presunto delincuente fue acusado de que horas antes había intentado violar a una menor de edad.
El informe policiaco señala que la gente de esta localidad acudió al llamado de varias personas que denunciaron que el individuo identificado con el nombre de Oliver Cervantes Martínez, intentaba abusar sexualmente de una menor de 12 años.
Los habitantes detuvieron al presunto delincuente y lo llevaron al zócalo donde ya tenían la soga lista para colgarlo. Sin embargo, hasta allí arribó un grupo de policías preventivos estatales acompañados por el síndico procurador, Alberto Ventura Bello y lograron convencer a la gente que no lo matara.
Los policías, el síndico procurador, Alberto Bello y el comandante policiaco, Miguel Méndez Ramos, trasladaron a Cervantes Martínez a la Agencia del Ministerio Público del Fuero Común de la ciudad de Tlapa para ponerlo a disposición de esta representación social.
Entre los antecedentes que tiene el presunto delincuente está que el 24 de este mes, presuntamente hirió de bala a su esposa en la ciudad de Tlapa.
El director del Centro de Derechos Humanos, Abel Barrera Hernández informó que en los pueblos que se encuentran en la zona conocida como La Cañada, en los hechos, los ciudadanos están recurriendo a levantamientos similares al de Huamuxtitlán ocurrido en junio pasado, y Olinalá a partir de este sábado, en contra de las bandas del crimen organizado.
Dijo que esto es consecuencia de un malestar que se está desbordando de los márgenes de la legalidad debido a la “claudicación” ante los delincuentes de parte de las autoridades municipales, estatales y federales al no asumir su responsabilidad de garantizar la seguridad a la ciudadanía.
Recordó que desde hace tiempo los ciudadanos habían denunciado que en el tramo de Tlapa a Huamuxtitlán y Xochihuehuetlán por una parte, y por la otra de Huamuxtitlán, Cualac, Olinalá, Papalutla y hasta Huitzuco, se habían convertido en rutas que sirven para el crimen organizado y que se cometían muchos delitos, pero que las autoridades no atendieron los reclamos de seguridad.
Dijo que no fue fortuito que en la primera ruta ocurriera el asesinato del diputado federal Moisés Villanueva de la Luz y se dieran muchos secuestros y asesinatos de taxistas, además de que en Olinalá hace 12 años fueran detenidos y procesados personas relacionadas con la delincuencia organizada.
Asimismo denunció que el crimen organizado penetró las estructuras de las policías municipal y estatal, mientras que la ciudadanía había estado esperando la reacción de la autoridad del estado y municipal, “no se dio y ahora lo que se está viendo es un levantamiento ciudadano para asumir ellos mismos la defensa de su propia seguridad y tranquilidad”.
En este sentido Barrera Hernández dijo que las autoridades en sus tres niveles están rebasadas, puesto que el mismo sábado que la gente de Olinalá tocó las campanas de la iglesia y se organizó, hasta las mujeres tuvieron que desarmar a la policía y la ciudadanía tuvo que detener en el mismo Ayuntamiento al presidente para emplazarlo a poner orden, de lo contrario le advirtieron que presionarían para su salida.
“Entonces, hay un emplazamiento de la ciudadanía a las autoridades por su indiferencia, inoperancia, ineficacia y sobre todo porque no hay una visión clara de cómo atacar las causas de la inseguridad”, dijo y agregó que, mientras tanto, la ciudadanía ya tiene su diagnóstico de dónde están los focos rojos de la inseguridad y qué grupos son los que están actuando “y solamente es la autoridad la que no hace nada”.
El director de Tlachinollan manifestó que por eso la situación se ha desbordado, porque la ciudadanía está asumiendo el control de su territorio.
Explicó que la visión que tienen en Tlachinollan es que toda La Cañada se encuentra en este proceso de “insurrección” en contra de la delincuencia organizada, además del corredor que va hacia Huitzuco, “en donde saben que hay un corredor de la delincuencia y ya hay gente apostada en las entradas de los caminos porque saben que puede llegar gente de otros lados y generar enfrentamientos”, manifestó.
Barrera Hernández declaró que esto por un lado es bueno porque es la ciudadanía la que está tomando en sus manos la situación de la seguridad, que es lo que venía demandando a las autoridades, pero por otro lado es malo porque la ciudadanía está suplantando a las autoridades “y entonces para qué queremos a unas autoridades que solamente vegetan”.
Añadió que lo anterior habla del riesgo de que se puede imponer no la ley que nos rige, sino la ley del más fuerte o la ley de los grupos que se ven tentados a hacerse justicia por su propia mano, y agregó que este es el riesgo mayor.
El director de Tlachinollan también dijo que esta situación es criticable porque ahora los municipios están recibiendo más recursos económicos para la seguridad “y lo están trasladando a otros rubros de la administración pública y no están invirtiendo en el tema de seguridad, mucho menos están pensando en medidas preventivas, de capacitación y de vinculación con la sociedad”.

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