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No evita la cultura los disensos, pero sí los conflictos al generar tolerancia, dice becario

Anarsis Pacheco Pólito

Chilpancingo

El escritor acapulqueño Andrés Hermenegildo Monroy Naranjo aseguró que la cultura ayuda a ampliar la visión, no evita los disensos, pero sí los conflictos, genera tolerancia, pues una persona intolerante es una persona inculta.
Destacó que es importante promover la cultura en cualquier rincón del mundo y aún más en los rincones olvidados, porque es necesario promover la difusión de ideas y la exposición de las mismas.
“La reflexión, el análisis y sobre todo la crítica, entre más cosas conoces, más te das cuenta que tu visión del mundo no es la única”, explicó.
Comentó que en el estado hay pocos espacios culturales y menos público aficionado a este tipo de actividades, sin embargo consideró que no es obligación del gobierno e instituciones crear o abrir dichos espacios.
“Creo que son más que suficientes los apoyos, al menos los del PECDAG”, agregó.
El escritor indicó que en un país donde la mayor parte del presupuesto se destina a seguridad y no a salud o educación, la cultura debe considerarse afortunada de alcanzar algo.
“La mayoría de los artistas acostumbra a quejarse de la falta de apoyo, no obstante, cuando se tiene deseo de expresar algo se busca hacerlo y lo demás, es lo de menos”, explicó.
Comentó que el problema que existe dentro de la disciplina de las letras es la falta de compañerismo, “la lucha de egos”, pues en Acapulco hay más grupos artísticos que artistas.
Comentó que si cada uno jala por su lado, con sus líderes, con sus padrinos, con sus políticos favoritos, pervierte un poco la creación literaria, sin embargo supone que la calidad sigue ahí.
Monroy Naranjo resultó seleccionado en la convocatoria del PEDCAG que lanza el Instituto Guerrerense de la Cultura con el apoyo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
Participó con el proyecto Correspondencia interna en la categoría de jóvenes creadores e intérpretes, con el que propone abordar temas cotidianos que pocas veces son afrontados en un libro.
“Es una compilación de textos que jamás debieron ser escritos, una recopilación de todo lo que se quedó algunas vez en el tintero”, agregó.
El escritor comentó que no obstante Correspondencia interna es también una selección de textos cuyo valor radica en que no fueron olvidados. Una antología que rescata el mejor material de alguien que no escribió nada. Como la obra maestra de un gran artista que se quedó archivada; arrinconada por la urgencia, olvidada por la burocracia intelectual.
Dijo que no es difícil obtener la beca, es difícil merecerla, pues imagina que si se trata de un programa que apoya el talento y la vocación artística, no puede ser accesible a cualquiera que presente un proyecto.
“Es fácil entender que cuando tu trabajo resulta rechazado busques evadir, señalar y denostar, pero en realidad si lo tomas con mesura, eso te ayudará a empeñarte aún más en lo que quieres mostrar”, comentó.
Finalmente reiteró que para cumplir con lo estipulado según el convenio que se establece con el PECDAG, resulta sencillo llevar a cabo el proyecto aprobado, pues el IGC te pide avances trimestales y presentaciones en público del trabajo que estás realizando.

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