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Ofrendan flores a Lucio Cabañas en el Día de Muertos en Atoyac

Francisco Magaña

 

Atoyac

 

Atoyac es de los pocos municipios donde existen tumbas de guerrilleros, como la de Lucio Cabañas Barrientos, en pleno centro de la ciudad; Isidro Molina Sánchez, joven de la comunidad de Agua Fría que murió a los 20 años el 10 de Noviembre de 1999 en un enfrentamiento con la policía estatal en el centro del poblado de San Juan de las Flores; así como los tres eperristas que murieron en combate el 27 de mayo de 1997 en la curva del Guanábano, en la sierra de El Quemado.

En este día de muertos, la tumba de Lucio Cabañas, situada en el centro de la ciudad, en el obelisco donde fueron sepultado sus restos mortales un 2 de diciembre, amaneció con dos modestos floreros en botes forrados de aluminio con flores de cempasúchil y flor de terciopelo, así como una cadena de flores de muerto y una corona, que fueron colocadas en su estatua.

Los comerciantes de la zona indicaron que suponen que desde muy temprano se depositaron las flores y corona, ya que a las siete de la mañana las tenia puestas.

Asimismo la tumba Isidro Molina Sánchez, ubicada en el Panteón Libertad, lució las tradicionales flores de día de muertos formando una cruz.

En ese mismo cementerio se ubica la tumba donde yacen los cuerpos de los tres jóvenes guerrilleros que murieron en un enfrentamiento con militares.

La lápida, que fue colocada por organizaciones sociales, donde se lee la leyenda, “en reconocimiento a su lucha por la liberación de los pueblos. Los atoyaquenses rendimos homenaje a los héroes anónimos del E.P.R caídos en combate”, lució abandonada y llena de monte, en contraste con el colorido que presentaba las otras en esta fecha.

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