Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Jaime Castrejón Diez

El Poder Legislativo

Una de las cosas relevantes es que nuestro Congreso de la Unión ha llegado a las páginas de The Economist, una revista inglesa muy prestigiada con un artículo titulado The Siesta Congress (El Congreso de la Siesta). En este artículo se muestra como los 500 diputados y 128 senadores tienen solamente 195 días por año de trabajo, que es el segundo más bajo de los países latinoamericanos. Al mismo tiempo es el más caro porque reciben 11 mil 200 dólares por mes, que es el más alto después de Brasil. Además tienen un estilo de ejercer sus funciones que realmente lo hace el Congreso menos productivo, no sólo de América Latina, sino a nivel de los países emergentes.
Este artículo dice algo que ya todos hemos comentado en el ámbito nacional, que muchas de las reformas necesarias no se han hecho por las luchas interpartidistas que se dan en el Congreso. Y por eso hemos visto cosas anormales, por ejemplo las reformas que pasa el Senado y que se detienen en la Cámara de Diputados. La explicación que se había dado en los momentos en que esto sucedía es que todavía no había candidato presidencial de ninguno de los partidos. En el Senado, el senador Beltrones había logrado un paquete de reformas importantes que harían que se hiciera más expedito el trabajo del gobierno federal y naturalmente tenía el sello de un posible candidato a la Presidencia de la República.? El Congreso por su parte controlado por otro posible candidato, el gobernador del Estado de México Enrique Peña Nieto, con un número importante de diputados y además con el control de la Cámara baja en manos de uno de sus seguidores, además del Presidente de la Cámara, detuvo la propuesta. Y tanto dentro del recinto como fuera del recinto los representantes del pueblo tuvieron un ejercicio de bloqueo que pareciera que esa es la función para la que fueron electos.
Si tomamos algunas de las reformas pendientes, que la lucha de facciones ha impedido que se lleven a cabo, podemos ver por ejemplo la cerrazón sobre el tema petrolero. Otros países como Brasil y Colombia se han abierto y han tenido buenos resultados y fácilmente podría hacerlo el gobierno mexicano. Para ello hay que cambiar leyes e inclusive la Constitución de la República y para eso sería necesario una mayoría que sí tiene el Senado, pero que no tiene la Cámara de Diputados.
Es por eso que el tiempo que no dedican a sus labores legislativas, los dedican a hacer política y crear escándalos, es posiblemente la Legislatura menos productiva en la historia del país y al mismo tiempo es posiblemente la más cara. No se expiden leyes, lo peor es que solamente generan personajes para la picaresca mexicana. Este artículo muestra lo que ya los mexicanos estábamos pensando y francamente da pena.
Se dice que la lógica detrás de lo que está sucediendo en la Cámara de Diputados es obstruir todo cambio que pueda hacerse ver bien al partido al que no pertenece la fracción parlamentaria. Y que logrando la mayoría en la próxima Legislatura, el próximo Presidente podría lucirse con los cambios que hasta ahora han sido bloqueados por los partidarios de ese mismo candidato. Parece ilógico y hasta infantil el comportamiento de nuestros legisladores, pero parece ser esa la tónica que se ha impuesto por diversos motivos, uno es que estos diputados representann, más que los intereses de la población, los intereses de sus partidos y es que de esos 500 diputados, 150 son plurinominales que reciben la candidatura directamente de los partidos no de los votantes y al mismo tiempo sólo sirven a los intereses políticos del partido que les dio origen.
Los expertos, algunos citados en el artículo mencionado, dicen que esto se debe a que la falta de reelección de los diputados hace que no tengan que rendir cuentas a nadie y pueden volver a seguir su carrera política y los que siguen tendrán también los compromisos partidistas que frenen el desarrollo del Congreso de la Unión. Una de las reformas que fue bloqueada fue precisamente la reelección consecutiva de diputados y de alcaldes en donde realmente pasarían la prueba de eficiencia en su labor ya que el electorado tendría la posibilidad de rechazarlos para una reelección. La falta de reelección sigue siendo uno de los factores por lo que no puede haber una vida parlamentaria sana en el Congreso Mexicano.

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