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Ha recibido amenazas, asegura el rector de la UAG y señala a Saldaña

Lourdes Chávez

Chilpancingo

El rector de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), Alberto Salgado Rodríguez, denunció que a pesar de que hay una candidatura que aparentemente es de unidad en la siguiente sucesión de gobierno, se ha generado una gran efervescencia política y ha recibido fuertes amenazas.
En este sentido responsabilizó de lo que pueda ocurrir a él o a su familia, al aspirante a la rectoría Javier Saldaña Almazán.
Consideró que en mes y medio de gestión ha tomado decisiones valientes, apegadas a derecho, “y evidentemente algunas decisiones no les han gustado a ciertas personas que esperaban encontrar a un rector sometido, cercado, coptado, amarrado, rehén de los grupos”.
En entrevista para El Sur, aclaró que nunca se ha negado a concluir su gobierno el 6 de abril de 2013, pero después de una revisión de especialistas del área jurídica sobre la legislación respecto a los interinatos de rector, y de que el Consejo Universitario así lo determine, “con gusto acataré esa línea”.
Sin embargo, añadió que si los expertos en el área jurídica, después de un análisis exhaustivo, y el Consejo Universitario ratifica que el rector interino debe cerrar el ciclo en 2014, también lo acatará en toda la línea.
“Esa es la postura de Alberto Salgado, yo no estoy empeñado en irme hasta 2014, yo estoy empeñado en hacer cumplir la ley, hacer valer lo que señala la normatividad y los acuerdos del H. Consejo Universitario”.
En cuanto a los movimientos en la administración central, tan cuestionados por sus opositores, aseguró que sólo se han removido a los encargados de áreas donde han encontrado irregularidades “y el cambio es impostergable”.
De los acuerdos que representantes del Fredeuag lo acusaron de romper, señaló que el único compromiso con el ex rector Ascencio Villegas Arrizón fue que se respete la normatividad, “y de ahí no me he movido”.
Insistió en que tal como lo dijo en su toma de protesta, va a velar por la buena marcha de la institución, porque su compromiso es con la UAG, no con los grupos políticos que hacen vida en la Universidad, por lo tanto “no va a solapar irregularidades que se escapan a nuestra legislación”.
Reiteró que cuando asumió el cargo, encontró una serie de irregularidades en varías áreas, particularmente en la de Nóminas, lo que causó una reacción “virulenta” del Fredeuag, que antes tenía la conducción de la UAG.
Indicó que había una gran cantidad de movimientos en nómina fuera de norma, “abusando de la enfermedad de nuestro ex rector, que en paz descanse, su equipo  cercano estaban actuando a motu propio, estableciendo abusos de confianza que serán sin duda turnados a las instancias correspondientes para su análisis y la sanción que corresponda”.
Asimismo, señaló que en la coordinación técnica del Consejo Universitario estaban convocando a las comisiones permanentes del CU sin el aval del rector de la UAG, cuando a él le corresponde su instalación.
Aceptó que el Fredeuag le solicitó esperar un día para reemplazar a los responsables de Nóminas y la coordinación Técnica del CU, “ante evidencia contundente de que había irregularidades”.
–¿Cuál era la intención?– se le cuestionó. “A la mejor para tapar cosas, para favorecer a X grupo o a X candidatura”, contestó.
Insistió en que los asuntos de la UAG no se resuelven con presión, luego que representantes de distintas expresiones políticas anunciaron que van a marchar a la sesión del Consejo Universitario este viernes “para restaurar la legalidad”, y aseguró que tiene en su poder documentos que avalan sus decisiones, “movimientos en nómina con fecha 26 de septiembre, justo cuando nuestro rector estaba presentando su renuncia y su estado de salud era muy delicado”.
Sin embargo, se le recordó que también él tiene señalamientos de corrupción, como el ofrecimiento de recategorizaciones y dinero en efectivo para consejeros universitarios.
“Las acusaciones que yo he escuchado son al aire. Aquí se tienen que presentar pruebas, si las hay, se tienen que investigar y resolver en consecuencia, si hay culpables, aplicarles lo que establece nuestra legislación”. En tanto, las calificó como “grilla barata”.
Salgado Rodríguez rechazó que haya establecido con el ex rector Villegas Arrizón un periodo de gobierno de seis meses, para luego entregar la estafeta al siguiente responsable de los destinos de la UAG. Ratifico que en su renuncia, sólo se estableció el respeto a la normatividad.
Sin embargo, en la última sesión del CU, máximo órgano de decisión en la UAG, el rector se encontró con una muy posición clara para acelerar los tiempos del siguiente proceso electoral.
De esa sesión, donde se aprobó por convocar al CU este 9 de noviembre para discutir exclusivamente los términos de la convocatoria del proceso electoral, opinó que actuó con extrema madurez para evitar una situación indeseable en la UAG “porque había un grupo precisamente que de manera hasta beligerante, presionaba para que la fecha quedara establecida”.
Destacó que se publicó la convocatoria de la sesión de mañana, a pesar hubo señalamientos de que el rector la evitaría, “ahí está la prueba, una vez más, de que el rector de la UAG está haciendo valer el compromiso de su toma de protesta y así me voy a mantener de manera inalterable”.
En otro tema, se le preguntó la posición del gobernador Ángel Aguirre en este conflicto, porque se ha tenido reuniones privadas con el también el aspirante a la Rectoría, Saldaña Almazán.
Reiteró que han sido reuniones de trabajo, para presentarle una serie de proyectos buscando el apoyo del gobierno estatal, y reconoció que también les hizo un llamado respetuoso para que la UAG esté en calma, para que no haya confrontaciones, “es una preocupación legítima y hemos tratado de actuar en consecuencia”.

Los ánimos en la UAG se están calentando

El rector opinó que la UAG atraviesa por una situación “rara”, porque con una posible candidatura de unidad no tendría que haber convulsionamientos, incluso denunció que recibió amenazas como rector.
En este sentido, subrayó que siempre ha sido un académico dedicado a su trabajo, no tiene enemigos y busca hacer su mejor papel para que la UAG avance.
“Me sorprende que me estén profiriendo amenazas fuertes ante las decisiones que estoy tomando. Seguramente se están afectando intereses y yo responsabilizo de esto a los que están en los medios, continuamente cuestionando la figura del rector”.
Opinó que sí se está conduciendo con absoluto respeto a la legislación, a lo que dice la ley, y que esté siendo cuestionado por un grupo que tiene prisa por llegar al poder, “tiene aborazamiento y esto lo está viendo la comunidad universitaria, que no es algo natural, no es algo normal de lo que se ha dado al interior de la UAG”.
Indicó que han sido amenzas fuertes a su integridad física, verbales y escritas, por lo tanto declaró que si algo le llega a pasar, a él o a su familia, “señalo a Javier Saldaña Almazán y de su grupo político de lo que me pueda ocurrir como rector de la Universidad”.
Concluyó que el rector no puede ser acotado, ni ser rehén de los grupos políticos, ni de presiones por intereses ajenos a la buena marcha de la UAG. “Yo he tratado de conducirme con respeto, pero también poniendo por encima de cualquier interés de grupo, por cualquier acuerdo político de lo que sea, el interés supremo de la UAG y así seguiré”.

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