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Se quejan los escritores de falta de lectores, pero hacen poco para motivarlos: Ángel Carlos Sánchez

Anarsis Pacheco Pólito

Chilpancingo

Los escritores se quejan de la falta de lectores, pero pocas veces hacen algo para motivar e invitar a la lectura, y eso es lo importante, aseguró el poeta guerrerense Ángel Carlos Sánchez durante una entrevista realizada el pasado 13 de enero por su participación en el encuentro de escritores en Mezcala.
Comentó que es importante que en el estado se hagan encuentros y lecturas fuera de ciudades como Acapulco o Chilpancingo.
“Yo me he movido en Guerrero sobre todo en esos dos lugares, que son los grandes centros urbanos, pero he intentado que se haga más amplia la perspectiva”, comentó.
Refirió que últimamente de manera más constaste se ha dedicado a visitar Atoyac en donde ya hace unos años coordinó un taller, y que a veces se distancía por otras actividades, pero siempre ha sido de su interés que se hagan actividades culturales fuera de las grandes ciudades.
“El problema es que es muy difícil generar ese interés en los poblados donde no hay el acceso a un museo o una librería y es necesario”, agregó.
Indicó que en los poblados suburbanos o rurales generalmente se tiene acceso únicamente a la cultura que llega por la televisión o por la radio, y que, con sus excepciones, no es la cultura más plural e incluyente, pues la televisión comercial tiende a repetir esquemas y prejuicios.
Reiteró que la cultura que tiene que ver con el arte, la literatura o la pintura, muchas veces se llega a tocar de “pasadita”.
A pesar de que el poeta acapulqueño no radica en el estado, trata de estar informado sobre la realidad que se vive en Guerrero y señaló que la violencia entorpece toda convivencia social, porque es resultado del abandono cultural que ha habido en todo el país.
Dijo que cree que en gran parte la violencia que se expresa hoy en día es un tipo de falta de cultura que se venía gestando desde hace mucho tiempo, pues ha habido un distanciamiento entre los creadores, promotores y la sociedad que requiere de esa cultura y eso ha sido durante décadas.
“Lo que está ocurriendo ahorita, más que una barrera entre la sociedad y los autores, es una señal de que es necesario cambiar y acercarse a los lectores. Creo que la mayoría de los escritores quieren ser imagen más que seres humanos, con excepciones, y ahorita es más importante ser seres humanos que una imagen de escritor. Por eso hace falta en la literatura el acercamiento con la sociedad”, indicó.
Explicó que es más difícil hablar de la cotidianeidad, pues se supone que los escritores deben de hablar sobre la realidad y la sociedad, y precisamente por no tener un gran número de lectores no se nota que están hablando de la misma sociedad.
“Creo que ahora más que nunca es necesario que se dé un contacto entre los escritores y sociedad, así como los hacedores de arte”, comentó.
Reiteró que en Guerrero de manera tardía se está comenzando a dar un acercamiento con los lectores, pues ve que a diferencia de hace 20 años, ahora hay más escritores, poetas, creadores de diferentes disciplinas artísticas que están trabajando.
Lamentó que el aumento de escritores no es proporcional con la cantidad de lectores, pero los escritores ya se toman más en serio su trabajo y el oficio, pero en el aspecto de contacto con la sociedad no hay aún mucho avance y opaca el incremento de escritores.
Comentó que no existe una solución inmediata para el aumento de lectores en el estado, pero la creación de actividades culturales, círculos de lectura, de encuentros de escritores abiertos para la sociedad y ferias de libros, son formas que pueden crear un cambio importante y necesario en los próximos años.
“El gobierno tiene sus atribuciones, y el autor las suyas, creo que no se puede esperar gran parte de la solución de los gobiernos, creo que los gobiernos generalmente están constituidos por grupos de interés que no responden a los mismos ámbitos de los escritores o artistas en general, pues hacen su obra a pesar de la falta de apoyo”, señaló.
Reiteró que un escritor es un escritor con o sin beca, pues si cuenta con una beca está bien, y si no se la dan de todos modos es escritor; pero destacó que es una atribución del Estado generar oportunidades de formación en las nuevas generaciones de artistas, de difusión y rescate de las manifestaciones culturales que existen en el estado.
“El escritor es un ciudadano más, pero aparte de eso es un escritor que trabaja con o sin beca y que genera su propias forma de expresión y no han habido apoyos suficiente en el estado y ni creo que los haya”, enfatizó.
Señaló que a pesar de no existir los apoyos necesarios para la cultura en el estado, hay un desarrollo cultural, que no se le puede agradecer a los gobiernos, pues se ha realizado por las luchas particulares de los artistas.
“Es necesario exigir que haya más oportunidades, que se genere una red de talleres en el estado, que desde hace muchos años se ha hablado de ello y todavía no existe la fuerza suficiente para echar a andar una colección de literatura o de arte en general”, agregó.
Reiteró que la cultura tiene varias vertientes y la institucionalizada no es la más influyente, pues es una cultura que depende de otros intereses, y la cultura de la sociedad tiene más cosas y facetas que a veces son ignoradas por la cultura institucionalizada aunque ésta cuenta con museos, una orquesta filarmónica y autores publicados cada año, pero no necesariamente es una cultura influyente y en este sentido se debe generar un cambio.
“En el país hay mucha gente que escribe y no le interesa ser leída por la población porque tienen becas, premios o puestos públicos en las instituciones de cultura y tienen los ingreso suficientes para vivir y no les importa ser leídos, pero a los que sí les interesa, creo que les convendría recordar que no hay mucha cercanía con los lectores y que hay que fomentarla”, agregó.
Explicó que en el estado no hace falta hablar de ningún tema en específico, no le parece que haya temas tabú o temas predilectos dependiendo del lugar, pero es inevitable que cada escritor trae un bagaje cultural que es producto de su origen y es inevitable que de ello tome mucho de lo que escribe.
“Creo que en Guerrero no necesariamente lo que es lo nuestro es la violencia, son mucho más cosas, son formas culturales que han sido muy importantes en el desarrollo de todo el país, pero el ignorar la violencia también es una forma de hacerle el juego a la censura; no tenemos que hablar de la violencia, ni tampoco sólo hablar de ella. En Guerrero hay muchas cosas de que hablar, el escritor como testigo de su tiempo no puede ignorar algo por dedicarse a temas predilectos”, concluyó.

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