Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Carlos Pérez Aguirre

Gobernador contra todos

 

Durante la entrega de unidades móviles al Ejército, realizada el martes pasado en el puerto de Acapulco, el gobernador Ángel Aguirre lanzo un duro discurso culpando de la inseguridad a casi todos los sectores de ese puerto y por añadidura del estado. Taxistas, hoteleros, discotequeros, promotores turísticos, maestros, comunicadores, comerciantes y todo aquel que se le ocurriese señalar con su índice de fuego al señor gobernador. Tal vez como resultado de la falta de progreso en los esfuerzos por controlar a la delincuencia y frustracion por las protestas y denuncias que han realizado importantes grupos ciudadados, el gobernador quiso regresar la responsabilidad en el mantenimiento de la seguridad de la vida y bienes ciudadanos a esa misma sociedad acusándola abiertamente de casi colaborar con la delincuencia.

Un gran dislate comete el gobernante que debiese actuar hacia adentro de su aparato administrativo y dar verdaderos resultados, pues la falta de éstos en definitiva no son culpa de la sociedad, la falta de gobernabilidad y el enseñoramiento de los grupos delincuenciales no es en ningún momento por causa de que un periódico reseñe la secuela de violencia e inseguridad. Mucho menos es por culpa de los docentes, médicos y profesionistas que se manifiestan para demandar seguridad, ante una ola de agresiones a estos gremios que se traducen en secuestros extorsiones, robos y atentados a la vida. Tampoco es responsabilidad de honestos taxistas, hoteleros y prestadores de servicios que mucho hacen por sobrevivir de su trabajo en medio de una amenza generalizada que el gobernador y su administración son incapaces de detener.

En vez de denostar y culpar a los diversos sectores de la sociedad el gobernador debería cumplir con su trabajo de perseguir el delito y cuadyuvar con las autoridades encargadas de perseguirlo, porque no es entregando vehículos en actos de oropel y con demagogia como se frenaré la delincuencia, sino con acciones reales e inteligentes. Es estéril que se trate de culpar a la sociedad, en vez de llamarla a contribuir en la tarea, y es claro que el gobernador no quiere, por alguna razón, que esa sociedad realice un esfuerzo de organización para rechazar las condiciones de violencia, como se ha hecho evidente con los maestros quienes han sido amenazados cuando se han manifestado y organizado para demandar seguridad. Tambien tenemos que realizar una reflexión en el sentido de que delincuencia organizada tambien es aquella que se realiza mediante la corrupción de los órganos de gobierno, ya sea mediante el usufructo de un grupúsculo que se quiere enriquecer a costa del erario público, ya sea a través de la extorsión a los provedores y contratistas, mediante ilegales cuotas o bien creando empresas familiares fantasmas que no cumplen con ninguna norma o llenando de familiares y amigos, que no trabajan o son ineficientes, las nóminas oficiales. Esa descomposición en definitiva es generadora de corrupción que irradia su lodo a otras esferas de la actividad estatal. Debe combatirse la delincuencia organizada de cuello blanco de dentro de la administracion pública y evidentemente tambien el llamado crimen organizado. Todo ello sin culpar a la sociedad como colaboracionista y muy por el contrario generar y acrisolar aquellos sectores organizados que se pueden movilizar contra esas prácticas.

Titishando. En una muestra más de demagogia insulsa, se pretende desactivar el problema grave que representa la inseguridad regalando electrodomésticos, en una completa distorsión del problema.

 

[email protected]

468 ad