Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Héctor Manuel Popoca Boone

Acapulco redivivo

 

Casi se nos va de las manos. Cuando llegamos al gobierno estatal la ingobernabilidad tocaba las puertas del puerto. La inseguridad dominaba todas las manifestaciones económicas y sociales de esta ciudad de más de 780 mil habitantes. Resultante de ese ambiente, parte de los negocios turísticos, empresas colaterales y empleos languidecían o de plano dejaban de existir.

El gobierno municipal era un desastre. Estaba en bancarrota por dispendio injustificable y desatención a la ciudadanía. Producto de la escasa responsabilidad de su gobernante constitucional que movido por sus ambiciones de mayor poder había abandonado los deberes de gobierno. La del PRI ha sido la peor gobernanza en la historia contemporánea del municipio.

El empoderamiento de la delincuencia organizada en la vida de Acapulco había llegado a su clímax. Cobijada por la impunidad imperante que permitía a los jefes de la plaza delinquir a diestra y siniestra, a plena luz del día y a ojos vista de todos. La incubación del huevo fue de larga data. Nadie dijo nada.

La corrupción institucional corría al parejo del enmarañamiento del ayuntamiento con los intereses vergonzantes de todo tipo de grupos pululantes y purulentos. Para colmo, Acapulco quedó satanizado a nivel internacional. Gobiernos de varios países extranjeros advertían a sus connacionales que era un centro turístico de alto riesgo visitar.

Tan pronto Ángel Aguirre Rivero tomó las riendas del gobierno, el rescate de Acapulco fue su prioridad. Echó mano de sus buenas relaciones y contactos con los de la capital de la República para sentar las bases de esta perentoria resurrección.

Con el programa Guerrero Seguro se ha detenido el mayor avance territorial de la delincuencia, en mucho gracias a la participación de las fuerzas armadas y la policía federal. Con la certificación de la policía estatal se inhibe mayor infiltración. Falta terminar la depuración de la policía municipal.

Cierto, los estragos delincuenciales aún no hemos podido reducirlos a su mínima expresión (acabarlos es imposible mientras sigan existiendo altos niveles de pobreza y desempleo). Pero con el concurso activo de la sociedad –cada vez más exigente de paz y tranquilidad– arrinconada está la maña y su expansión ha quedado impedida.

El transporte colectivo Acabus y el macro túnel de Icacos dotarán al puerto de un sistema de traslado masivo e individual mucho más expedito, con significativo desfogue del congestionamiento vial que entorpece la vida productiva y social, urbana y suburbana.

Junto con la ciudadanía debemos presionar aún más al gobierno federal para que termine la vialidad que va a Pie de la Cuesta. No solo permanece inconclusa sino que obstruye seriamente el tráfico vehicular.

Con la rehabilitación del corredor turístico del Acapulco tradicional, la zona florecerá de nuevo a partir de la asociación efectiva con inversionistas privados de gran calibre nacional. Buen impacto social tienen las nuevas áreas de esparcimiento del Parque Papagayo y el renovado funcionamiento del CICI de Renacimiento; así como el acueducto Lomas de Chapultepec garantizará agua a 200 mil acapulqueños para abril próximo.

Los promovidos eventos artísticos, culturales, recreativos, deportivos y de convivencia social tienen como finalidad ser un atractivo más para los fieles turistas del Valle de México cuya derrama económica aún cuando no de gran monto, representa oxígeno puro para la economía local. Sería un contrasentido que por apremio económico algunos negocios y prestadores de servicios turísticos desplumaran a mansalva a nuestros visitantes en la próxima temporada de asueto.

Menester es redoblar los esfuerzos de presencia gubernamental en todos los cinturones de miseria que circundan al puerto para que no sean reinos impenetrables de la delincuencia.

PD1. Luis Walton sabe que su futuro político dependerá del buen o mal gobierno municipal que realice. En el arranque, tiene el apoyo del gobernador.

PD2. Convengamos que si la tortura no está tipificada en el código penal estatal es por negligencia del poder legislativo y no del ejecutivo.

PD3. Sin la buena conciencia crítica de los medios, el poder institucional avasallaría a la sociedad.

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