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Entregan la medalla Belisario Domínguez post mórtem al escritor Ernesto de la Peña

Claudia Guerrero / Agencia Reforma

Ciudad de México

El Senado de la República entregó ayer, post mórtem, la Medalla Belisario Domínguez al escritor Ernesto de la Peña.
El poeta, lingüista, políglota y filólogo —quien falleció el pasado 10 de septiembre, a los 84 años de edad— fue reconocido con la máxima condecoración que entrega la Cámara a los hombres y mujeres mexicanos que se hayan distinguido por su ciencia o su virtud como servidores de la patria o de la humanidad.
La presea fue entregada a su viuda, María Luisa Tavernier, durante una sesión solemne a la que asistieron el Presidente Felipe Calderón; el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Juan Silva Meza, y los presidentes de las Cámaras de Diputados, Jesús Murillo Karam, y de Senadores, Ernesto Cordero.
Este último entregó personalmente el premio, que consta de un diploma y una medalla con el Escudo Nacional de México.
El presidente de la Comisión de la Medalla, Roberto Albores Gleason, recordó que el principal legado de De la Peña fue la democratización de la cultura.
“Quizá una de las grandes aportaciones a México del maestro de la Peña es que fue un gran democratizador de la cultura, utilizando como instrumento los medios masivos de comunicación y así demostrando que la cultura no puede y no debe ser ajena al común de los mexicanos”, expresó.
A nombre del galardonado, el director de la Academia Mexicana de la Lengua, Jaime Labastida, se congratuló de que el Senado reconozca no sólo a líderes sociales, sino también a “héroes intelectuales”.
“Creo que el Senado ha reconocido ahora a un héroe  de otras dimensiones, a un héroe de naturaleza diferente, a un hombre que podríamos llamar, si no es lícito usar esta expresión, un héroe intelectual.
“Un hombre que hizo de la palabra su herramienta de trabajo, porque fue la palabra el instrumento propio de Ernesto de la Peña, sin que le importara el sonido de la voz ni el signo gráfico con el que esa palabra hubiera sido reproducida”, señaló.
Para finalizar la sesión, el pleno del Senado guardó un minuto de silencio y rindió honores a la bandera. Acto seguido, el nombre de De la Peña fue develado en el muro de honor de la vieja sede de la Cámara alta, en el Centro Histórico.

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