Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Hombres armados atacan un autobús con estudiantes de Ayotzinapa; se vuelca y quedan cinco heridos

Lourdes Chávez

Tlixtla

Estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa denunciaron que seis hombres armados abordaron en forma violenta un autobús de la línea Estrella Blanca donde viajaban normalistas, para golpearlos y amenazarlos de muerte, así como al chofer del vehículo, a quien le dieron un golpe en la cabeza, perdió el conocimiento y el control de la unidad que se volcó en la carretera federal Chilpancingo-Acapulco, adelante de la población de Petaquillas.
Informaron que en el percance, que ocurrió la madrugada de este jueves, tres estudiantes, el conductor y su esposa resultaron heridos, y uno de los alumnos, con lesiones fuertes en el ojo y golpes en el cuerpo, está grave en el hospital general Raymundo Abarca Alarcón.
En conferencia de prensa, los integrantes del comité directivo estudiantil responsabilizaron al gobernador Ángel Aguirre Rivero, de lo que pueda pasar a los alumnos y a los integrantes de las organizaciones sociales que se solidarizaron con la marcha del 14 de noviembre, porque consideraron que el mandatario busca inhibir con represión las movilizaciones para recordar y exigir justicia por el desalojo policiaco en la entrada de la Autopista del Sol, el 12 de diciembre del año pasado, donde fueron asesinados dos de sus compañeros.
En el comedor del internado, Hernán Estrada Torres explicó que después de la marcha en la capital para recordar los desalojos policiacos a los normalistas en 2007, una comisión de alumnos fue a dejar en uno de los autobuses del transporte público (de varios que los estudiantes tomaron y tienen retenidos), a los miembros de una asociación civil de Costa Grande. Venían de Atoyac hacia Chilpancingo.
Indicó que a su regreso, a eso de las 12:50, en el entronque de Tierra de Colorada iban a tomar la Autopista del Sol cuando hombres armados desde una camioneta Ram obligaron con balazos al conductor a detenerse y a regresar a la carretera federal. Incluso, señalaron que durante su recorrido, el autobús fue seguido por dos camionetas.
El dirigente Diego Castro consideró que los hombres eran policías o paramilitares, porque usaban botas y entre las amenazas les advirtieron que eso les pasaban por andar haciendo marchas.
Del evento, señalaron que los hombres con pistolas y armas largas también llevaban drogas y cervezas. Detallaron que casi al llegar a la capital, los agresores le dijeron al chofer que regresara a la carretera y comenzaron insultarlos con mayor fuerza.
“Decían que iban a quemar a los normalistas con el autobús, entonces el chofer les dijo que no se pasaran de lanza, que no había hecho nada, y respondieron que por andar haciendo protesta eso se iban a ganar”.
Luego, indicaron que uno de los atacantes le dio con la cacha de la pistola en la cabeza al conductor, que perdió el conocimiento y el control del vehículo, y los agresores  “se tiraron” afuera del autobús. Indicó que ya estaban cerca de una curva y el camión se fue a la barranca.
Añadió que los jóvenes ya estaban siendo atendidos, pero detalló que fueron cinco los lesionados: el chofer, su esposa y los estudiantes Omar Barrientos Pino, Gilberto Román Hernández y Yasaet Montalvo Pineda, este último con las heridas más graves.
Indicó que Yasaet Montalvo tiene cortaduras en el ojo por cristales, además de golpes en las costillas y en la pierna. Asimismo, indicó que el chofer tenía una lesión profunda en la cabeza.
Los jóvenes recordaron que el sábado, alumnos de primero y segundo grado fueron reprimidos y torturados por policías federales en el entronque de Casa Verde, y tras la marcha del miércoles, un grupo no identificado, amenazó a otro grupo de estudiantes en la carretera federal.
Los dirigentes responsabilizaron de los actos de represión al gobernador, porque ante la marcha de los normalistas cerró oficinas de gobierno “y nos hace parecer como los malos”; en este sentido, repudiaron la  política de criminalización hacia los estudiantes de Ayotzinapa.
Luego, reconocieron que se avecinan problemas fuertes para los normalistas, porque desde el gobierno se busca fomentar el terror en los estudiantes y las organizaciones sociales que se han solidarizado, para evitar la protesta del 12 de diciembre.
El coordinador de la Red Guerrerense de Derechos Humanos, Manuel Olivares Hernández, coincidió en que existe una clara intervención del Estado contra los normalistas y van a valorar contra quién van a presentan su denuncia en los organismos de derechos humanos, si contra policías o el propio gobernador.
Añadió que ven con preocupación que el gobierno estatal está firmando reformas, donde dice que aceptan el respeto a los derechos humanos a nivel constitucional, cuando ha trascendido que recibe asesoría de gente especializada de Colombia, para reducir los movimientos sociales.
Reiteró que las acciones contra los normalistas tienen todas las características de ser la puesta en marcha de un plan para inhibir el movimiento social, “como todos sabemos, el 12 de diciembre se cumple un año de los homicidio extrajudicial de Gabriel Echeverría de Jesús y Alexis Herrera Pino, y el gobierno trata de inhibir la exigencia de justicia”.
Adelantó que el gobierno estatal va a tratar de decir que no es responsable, pero “entendemos que hay policías que se presentan uniformados en el día, y por la noche hacen el trabajo sucio”.
Aunque, indicó que si la agresión viniera de otras fuentes, en alusión a la delincuencia organizada, el Estado tiene que garantizar la integridad física de los estudiantes.
El autobús futura Estrella Blanca en que viajaban los estudiantes, quedó volcado sobre la maleza a varios metros de la carretera federal, rumbo a Acapulco, muy cerca de una curva pronunciada.

Responsabiliza Tlachinollan al gobierno estatal

El accidente que sufrieron estudiantes de la Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa la madrugada de ayer, después de que fueron hostigados, amenazados y el chofer del autobús en que viajaban agredido, es parte de la escalada del gobierno estatal a los estudiantes de esa normal, a los que siempre ha tratado de presentar ante la sociedad como violentos, denunció ayer el Centro de Derechos Humanos de la Montaña, Tlachinollan.
Ante ello el organismo dijo que “lo que pasó el día de hoy” (ayer) es responsabilidad del gobiernio a quien exigió que agilice las investigaciones del caso y que castigue a los responsables.
“El día de hoy (ayer), al filo de la una de la mañana, cuando un grupo de compañeros de la normal regresaba de Atoyac, donde habían ido a dejar a integrantes de organizaciones sociales que participaron en la marcha del día 14 de los corrientes, al venir circulando en la autopista a la altura del entronque de Tierra Colorada el autobús fue interceptado por varios vehículos, que les marcaron el alto, y al no detenerse los ocupantes de los vehículos lanzaron varios disparos al aire obligando al conductor a detener la marcha”, denuncia el organismo a través de un comunicado.
Después dice que seis personas con armas largas abordaron el autobús y los empezaron a cuestionar acerca de sus protestas y que ya no siguieran de vándalos, es más, que en ese momento los quemarían junto con el autobús.
“Minutos más tarde el autobús continúo su marcha mientras las personas permanecían a bordo y el resto de los vehículos del que descendieron los agresores los seguía”, agrega el documento del organismo.
Añade que al llegar a la entrada de Chilpancingo obligaron al chofer a tomar el retorno hacia Acapulco ahora por la vía federal y al llegar a la altura del corralón municipal de Chilpancingo, ante la negativa del conductor se generó una discusión por lo que estos sujetos lo golpearon con sus armas, este perdió el conocimiento y volcó el autobús, “dejando un saldo de tres estudiantes heridos así como el chofer y su esposa, los cuales permanecen hospitalizados”.
Tlachinollan manifiesta que estos acontecimientos forman parte de una escalada de agresiones a los estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, “los mismos se suman a las declaraciones de las autoridades que descalifican a la normal para colocarla fuera de la legalidad y criminalizarla. La reprimen con la policía como aconteciera el día 10 de noviembre de los corrientes”.
Denuncia, asimismo, que “todos los poderes gubernamentales en Guerrero emiten la opinión de que los normalistas son violentos, favoreciendo un marco que los coloca en la vulnerabilidad y permite la agresión en contra de los normalistas”.
Y agrega que un ejemplo de ello es la “irresponsabilidad del Congreso del Estado y del Ejecutivo de cerrar sus oficinas por la manifestación pacífica que los estudiantes de la normal realizaron ayer, circunstancia que proyecta un mensaje a la población que nos criminaliza”.
Dice que por si esto fuera poco ahora grupos armados con la aquiescencia del gobierno agreden a los estudiantes “aprovechando la oscuridad de la noche y el manto de impunidad otorgado por el estado”.
Y finalmente el organismo responsabiliza al gobierno del estado de lo ocurrido por lo que demanda una investigación “pronta e imparcial”, así como “sanción ejemplar “ a los agresores. (Zacarías Cervantes / Chilpancingo).

468 ad