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Marchan 200 trabajadores de oficinas centrales de la SEG para reiterar que quieren la salida de Abarca

Lourdes Chávez

 

Chilpancingo

 

Unos 200 trabajadores de oficinas centrales de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) marcharon por las calles de Chilpancingo y protestaron en Palacio de Gobierno, para insistir en la destitución del subsecretario de Planeación Educativa, Francisco Abarca Escamilla, a quien los dirigentes de las delegaciones sindicales acusaron de “mentiroso”, porque demandó penalmente a tres trabajadores de informática por falsificación de documentos y cambio de contraseñas de un programa de cómputo.

Los dirigentes sindicales aseguraron que los trabajadores acusados tienen la patente del programa, que se ha usado varios años en la dependencia.

En cuanto a las declaraciones del gobernador Ángel Aguirre Rivero, de que las protestas de los trabajadores son porque quieren seguir vendiendo las plazas de la SEG, una de las líderes, Reyna Bello de Jesús, denunció que son los funcionarios quienes han hecho de los gobiernos su herencia política.

Señaló que Aguirre tiene a 170 familiares cobrando en la nómina del gobierno estatal, incluyendo la SEG, así como el ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer y el alcalde Mario Moreno Arcos, “y dicen que los maestros quieren vender sus plazas y que defienden privilegios”.

Advirtió que por ahora los trabajadores de oficinas centrales van a posponer ese tema –la discusión del modelo normativo, que establece reglas para la herencia de plazas y la movilidad del personal de nuevo ingreso– y se van a concentrar en la  destitución del subsecretario.

Sobre la denuncia en contra de los trabajadores de informática, retó a Abarca Escamilla a debatir quién está defraudando a la SEG, con un peritaje externo sobre la actuación del funcionario en la dependencia, desde su ingreso en febrero.

Aseguró que tienen documentos para demostrar que Abarca Escamilla ha tomado decisiones arbitrarias, que atentan contra las derechos sindicales, ganados por los trabajadores y lo invitó a que se documente mejor.

Por otro lado, la dirigente de la sección D-III-16-02, Antonia Morales Vélez, declaró que si el gobernador quiere conocer la verdad de lo que ocurre en oficinas centrales, debe escucharlos y ver las evidencias, “para demostrarle que son mentiras las que le dice el funcionario”.

Abarca  informó que se presentó una denuncia contra Aldo Enrique Rendón Faustino, Alejandro Sánchez López y Rubén Pineda Ontañón, por daños, falsificación y uso indebido de sellos, marcas, llaves y contraseñas, así como de ejercicio indebido y abandono del servicio público y lo que resulte en agravio de la SEG.

Mediante un boletín, explicó que los señalados en 2005 fueron designados para el manejo del Sistema Integral Nacional de Control Escolar (SINCE) ahora llamado Sistema Estatal de Control Escolar (SECE), un software que entregó a la SEG la Dirección General de Tecnologías de la Información dependiente de la Secretaría de Educación Pública, para la impresión de certificados y boletas entre otros trámites administrativos de Educación Básica.

Denunció que los empleados dejaron de operar el SECE, y cambiaron las contraseñas secretas para el acceso al sistema, causando diversos daños, entre ellos, que a la fecha un millón 52 mil alumnos de Educación Básica se encuentren sin estar inscritos formalmente al Sistema Educativo Nacional.

Morales aseguró que los trabajadores tienen la manera de comprobar que las acusaciones son falsas, “los compañeros ha estado trabajando con ese programa y facilitaron a los maestros frente a grupo su trabajo, y Abarca Escamilla quieren salvar su pellejo, pero nosotros decimos que no vamos a claudicar hasta que se vaya”.

Los trabajadores que desde hace dos semanas sestán en protesta, se manifestaron en la oficina de la secretaria, Silvia Romero Suárez, que salió de las instalaciones antes de que llegaran los trabajadores; luego el contingente marchó por la avenida Lázaro Cárdenas a la Subsecretaría de Finanzas y Administración, conocida como Casa Blanca, donde colocaron sellos simbólicos en las puertas. Finalmente se manifestaron en el Palacio de Gobierno.

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