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Murieron 25 niños el año pasado por falta de donadores de sangre en el Iecan: oncóloga

Karla Galarce Sosa

El año pasado murieron 25 niños en el Instituto Estatal de Cancerología (Iecan) por la falta de donadores de plaquetas. Éste año se han registrado dos decesos, informó la oncóloga pediatra del Instituto, Ana Bertha Rivera Ramírez, quien alertó que la escasa cultura de donación mantiene al borde de la muerte a tres niños que podrían perder la vida ésta misma semana si no se tienen plaquetas de los grupos sanguíneos A, B y O positivo.
Pronosticó que de 90 niños que actualmente son sometidos a un tratamiento para combatir el cáncer, podrían morir 30 por la falta de donadores de plaquetas.
Dijo en entrevista que “son 25 niños que han muerto por falta de donadores de plaquetas el año pasado, este año llevamos dos defunciones por hemorragia, pero por falta de donantes de plaquetas”.
Afirmó que los tratamientos suministrados a los pequeños para combatir el cáncer, originan las hemorragias.
Explicó que el principal tipo de cáncer que ataca a los menores son las leucemias linfoblásticas agudas, enfermedad en cual la médula ósea –donde el cuerpo fabrica la sangre– no fabrica plaquetas.
Contó que cuando hay cáncer, “la médula ósea fábrica desordenadamente células inmaduras que son precursores de leucocitos o glóbulos blancos; no forma ni glóbulos rojos ni plaquetas”.
Abundó que en sus tratamientos, en el Iecan suministran quimioterapia y ésta no distingue entre células con cáncer y las inmaduras, sino que también destruye éstas células que apenas se están formando, eso provoca que la médula ósea quede vacía, sin células, por eso deben suministrar concentrados eritrocitarios y plaquetas.
“La ventaja de tener concentrados eritrocitarios es que podremos tenerlos de un banco porque pueden tenerse en refrigeración un mes, pero las plaquetas, una vez extraídas duran sólo 8 horas. Los pacientes que llegan de fuera están imposibilitados por la distancia a traer a sus donadores y cuando se les dice que su familiar está grave y buscan alguno, pues desafortunadamente es demasiado tarde porque aquí no conocen a nadie, porque algunas veces van hasta sus comunidades para traer a los donadores y así su familiar muere”, dijo.
Reiteró que el problema es que “no hay donadores de plaquetas y la gran mayoría de las personas que fallecen son adolescentes y adultos”.
Desde hace más de un mes, tres menores se baten en duelo con la muerte; dos adolescentes de 16 años y una pequeña de apenas 2 años.

Valeria: A+

Valeria Marbán Castro de 16 años tiene dos tipos de leucemia: linfoblástica y meloide.
Su caso es quizás el más severo que es atendido en el Iecan pues los especialistas la están preparando para un trasplante de médula ósea, cirugía que deberán realizar en la ciudad de México.
Valeria es la mayor de dos hijas. Su madre, María Castro Ocampo, ha buscado de manera incansable a más donadores que tengan el tipo de sangre A positivo.
Explicó que debido a su edad y padecimiento, Valeria no soportaría un tiempo prolongado de quimioterapia, por lo que requiere 30 donadores de sangre en las próximas tres semanas.
“La dificultad es que no hay donadores, hemos buscado, apenas llevamos 10 unidades en tres semanas”, dijo afligida.
Reprochó que actualmente se cuente con recursos para la curación, pero debido a la falta de donadores los niños mueran.
Debido a la gravedad del estado de salud de Valeria, quienes la atienden, deben entrar a su habitación cubiertos de pies a cabeza con ropa esterilizada para evitar contaminar el espacio donde se queda.

Andrés: B+

Es el mayor de tres hijos y no pudo entrar a estudiar el bachillerato porque en verano pasado le diagnosticaron leucemia linfoblástica en el hospital de Ometepec.
Andrés Castillo Cabrera tiene 16 años, es originario de Quetzalapa, municipio de Azoyú en la región de la Costa Chica y su caso también ha preocupado a los médicos.
Pese a que tuvo cuatro donadores para evadir a la muerte al menos en dos ocasiones, en menos de una semana, ha tenido dos recaídas; en ambas ocasiones logró donaciones de plaquetas.
Su madre, Isabel Cabrera llamó a un donador ayer por la mañana porque su hijo tuvo una tercera recaída. No logra mejorar porque le faltan más unidades de plaquetas tipo B positivo.
Parece alto, pero quienes lo visitan no han podido verlo de pie porque su debilidad le obliga a mantenerse acostado.
Desde el mes pasado ocupa la cama 114.

Paola: O+

Paola Fiscal Gatica es la segunda de tres hijos. Ella, al igual que Andrés lleva un mes postrada en una cama y también fue diagnosticada con leucemia linfoblástica. Requiere plaquetas de tipo O positivo, el tipo universal. Es originaria de Zotoltitlán, municipio de Mártir de Cuilapan, ubicado en la región Centro del Estado.
Su madre, Lorena Gatica Álvarez, de 26 años.
Su padre, Pablo Fiscal Chauteco, quien se dedica al campo ha buscado entre familiares y amigos radicados en Acapulco a los donadores para mantener con vida a su hija. Desafortunadamente no los ha conseguido.

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