Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Cuestiona Brasil en la Cumbre que la austeridad sea la solución en Europa

EFE

Cádiz, España

Una España en crisis necesitada de inversiones y una América Latina en auge orgullosa de su economía cerraron ayer en Cádiz la XXII Cumbre Iberoamericana, que quedará en el recuerdo como la cumbre de los papeles invertidos.
“La inversión latinoamericana es acogida con los brazos abiertos”, dijo sin ambigüedades el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, al inaugurar la sesión plenaria ante una veintena de mandatarios. “Les animo a ampliar su presencia en España y Europa”.
Los latinoamericanos respondieron defendiendo las políticas que impulsaron la región y muchos de ellos, liderados por la brasileña Dilma Rousseff, cuestionaron las políticas anticrisis de Europa y que la austeridad sea “la solución eficaz” a los problemas.
La economía marcó así el debate y los principales acuerdos plasmados en la declaración final de la cumbre, celebrada bajo el lema “Una relación renovada” y en un ambiente que el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, describió como especialmente “distendido y familiar”.
Concluida su XXII Cumbre, Iberoamérica encara ahora el reto de redefinir el papel de este foro en un momento de pujanza económica en América mientras que Europa trata de superar su crisis.
“La Comunidad Iberoamerica-na es una firme realidad” y ahora “debemos mirar con nuevos ojos lo mucho que hemos recorrido y lo mucho también que nos queda todavía por hacer”, dijo el rey Juan Carlos en la ceremonia de clausura de la Cumbre de Cádiz.
Corresponderá ahora a Panamá, que acogerá la cumbre de 2013, dirigir a toda la comunidad de naciones en esa responsabilidad.
El presidente panameño, Ricardo Martinelli, afirmó que la próxima cumbre se centrará en “el papel económico, político, social y cultural de la comunidad iberoamericana en el contexto mundial” y que se celebrará el 18 y 19 de octubre de 2013.
La próxima cita podría ser la última con el actual formato ya que los líderes iberoamericanos han encargado ayer al expresidente chileno Ricardo Lagos, al secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, y a la canciller mexicana, Patricia Espinosa, presentar una propuesta formal para reformar las cumbres, que previsiblemente pasarán a ser bienales.
Este equipo deberá entregar su informe en la próxima cumbre de Panamá y cuenta como base para su trabajo con una propuesta, presentada por España, para “redefinir” por completo este foro.
España, que ahora asume más del 60 por ciento de la financiación de la Secretaría General Iberoamericana, organizadora de las cumbres, propone por ejemplo diseñar “una estructura más equitativa en cuanto a cargas y responsabilidades”.
En una rueda de prensa al término de la cumbre, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, afirmó que en la edición de este año ha llegado el momento de dar un paso adelante, de iniciar una nueva etapa.
Rajoy recalcó el mensaje de que Latinoamérica desea ayudar a que Europa cambie su tendencia económica.
Antes de la ceremonia de clausura, los participantes en la cumbre posaron para la tradicional “foto de familia” y tuvieron un almuerzo conocido como “retiro” en el que, según Rajoy, el diálogo entre los mandatarios a solas fue fructífero y activo.
La Declaración de Cádiz y el Programa de Acción aglutinan los temas y decisiones de esta cita, que ha tenido un marcado acento económico.
A estos documentos, suscritos ayer por los jefes de Estado y de Gobierno, se añaden una docena de comunicados especiales, que abordan temas variados, como el rechazo del bloqueo de EU a Cuba, las Malvinas, la hoja de coca, el cambio climático, el femicidio, la inclusión de los discapacitados en el mercado laboral y la declaración de 2013 como Año Internacional de la Quinua.
La Declaración se centra en seis ejes, entre los que destaca el desarrollo de infraestructuras, la promoción de las micro, pequeñas y medianas empresas, y políticas de crecimiento y empleo.
El texto recoge también el fortalecimiento de “reglas claras, estables y previsibles que ayuden a promover las inversiones productivas nacionales y extranjeras”.
En la Declaración se recoge también el respaldo de los mandatarios iberoamericanos a la celebración de una sesión especial de la Asamblea General de la ONU sobre el problema mundial de la droga.
También se ha aceptado a Haití como país observador en las cumbres.
España ha recibido además de los presidente de Chile, México, Perú y Colombia la carta en la que España es aceptada como país observador de la Alianza del Pacífico.
La cumbre también respaldó la candidatura de España a ocupar un puesto no permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
A la cumbre no acudieron siete mandatarios, los de Nicaragua, Argentina, Uruguay, Guatemala, Paraguay, Venezuela y Cuba, y tanto el presidente de Bolivia, Evo Morales, como el de Honduras, Porfirio Lobo, anticiparon su salida de Cádiz alegando compromisos en sus países.
La Cumbre de Cádiz puso el broche de oro a la conmemoración del bicentenario de la primera Constitución liberal de España, conocida como La Pepa.

La economía dominó en la Cumbre de las Pymes

Por otra parte, el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, describió el encuentro de los 23 gobiernos iberoamericanos como “La Cumbre de las Pymes”, debido a la importancia que alcanzó el tema de la promoción e instalación de pequeñas y medianas empresas españolas en los países de América Latina, como mecanismo para ayudar a la recuperación del empleo.
El presidente español, Mariano Rajoy, anfitrión de la cumbre, recordó que esto se debe al proceso de recesión que viven los países europeos y el notable crecimiento y estabilidad de la economía en las naciones de América Latina.
Por esta razón, “la Cumbre de Cádiz, que tiene un marcado acento en los temas económicos, sirve de inicio para relanzar la relación de España y Portugal con los países de América Latina”.
En la declaración de Cádiz, llamado así el documento de conclusiones de la XXII Cumbre Iberoamericana, se reconoció la relevancia de la micro, pequeña y mediana empresa para el desarrollo, sostenibilidad y recuperación del empleo y para potenciar las economías.
Se reconoció su contribución al crecimiento económico y el fortalecimiento del tejido productivo.
Los presidentes y representantes de los 23 países participantes acordaron mejorar el acceso al crédito y a los servicios financieros de estas empresas, a través de alianzas público-privadas, con el fin de incrementar su productividad y su competitividad, así como su internacionalización y el acceso a la innovación tecnológica.
Para ello, Enrique Iglesias y el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy dieron a conocer que se sumaron algunas instituciones multilaterales y bilaterales de crédito que operan en América Latina –se refería al banco Interamericano de Desarrollo (BID) y a CAF— que garantizarán recursos a las economías menores y vulnerables de la región. (Agencia Proceso / Cádiz).

468 ad