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Reúne el Airshow a 3 mil espectadores en la playa Revolcadero en Acapulco

Salvador Serna

El Airshow 2012 comenzó ayer congregando a más de 3 mil turistas y residentes en las playas de la zona Diamante.
A las 11 de la mañana y teniendo como escenario la playa El Revolcadero comenzó la odisea aérea con los tres helicópteros de la Secretaría de Marina.
A 4 mil pies de altura, abrió el telón el artefacto ruso MI-17, con capacidad de transportar misiles antitanque que comandó el lanzamiento de paracaidistas. Uno de ellos portaba la bandera de México. Tocaron tierra y la entregaron a las autoridades generando aplausos del público.
Después, los choppers Black Hawk y el MD902 tomaron por asalto el escenario para alinearse y hacer una reverencia a todos los asistentes, lo que originó una segunda tanda de aplausos.
De inmediato, los pilotos del Halcón Negro surcaron a más de  mil 500 millas por hora el cielo de playa El Revolcadero para perderse en el horizonte y de inmediato hizo su aparición el MD902 para comenzar el simulacro de contingencia para rescatar a personas naufragadas. Minutos después, regresó el Halcón Negro que envió marinos al agua para terminar con el salvamento del ahogado.
Minutos después, apareció la escuadrilla acrobática de la Escuela de Aviación Naval. Los cinco aviones Slim242L realizaron la peligrosa acrobacia del Win over, es decir, suspender el avión en un ángulo de 90 grados, lo que originó la exclamación de todos los asistentes.
Posteriormente, la Fuerza Aérea Mexicana cerró su participación con la presencia de los aviones supersónicos F5 Tiger II, que a más de 1000 millas por hora lograron romper la barrera del sonido y elaboraron las acrobacias de táctica para el combate y escape.
Tras una pausa de 10 minutos, hizo su aparición el famoso piloto Gary Ward a bordo de su artefacto MX2 construido con tecnología aeroespacial, lo que le ha valido la leyenda de realizar maniobras que “un avión se supone no debe hacer”.
Con un fuerte despegue hacia arriba y girando espectacularmente, Ward conquistó al público al realizar su famosa secuencia de la vuelta plana invertida con rotación detenida, volando hacia fuera a más de 250 millas por hora.
Después, llegó Fredy Cabañas, El vaquero del espacio, en su avión biplano PITT-SC2 que cumplió con las expectativas de los menos exigentes al realizar su rutina a mil 500 pies de altitud sobre la playa que constó de un corte invertido, seguido de un despegue-giro con caída al vacío, provista con mucho ruido y humo, para terminar con sus maniobras a alta velocidad.
Tras una nueva pausa, y con un mínimo de 1000 horas de vuelo cada uno, entraron en escena los 12 pilotos Thunderbirds-Blue Angels, todos ex miembros de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, y ahora refugiados en el Escuadrón de Demostración, que hicieron las delicias del público al elaborar complejas maniobras acrobáticas de los llamados Barriles en sus aviones RV8.
Finalmente, el cierre del primer día de vuelos acrobáticos del Airshow 2012, corrió a cargo de los pilotos Ironeagles que tomaron el nombre de la película filmada en 1986 dirigida por Sidney J. Furie, cuyos aviones biplanos entraron con su despegue de fuego cruzado para finalizar con su famosa formación de la cabeza del martillo. Posteriormente, el espectáculo fue despedido con la actuación del Aeroshell Team, cuyos aviones T6 exhibieron la clásica formación aérea de la Segunda Guerra Mundial y con sus colas de humo, efectuaron las acrobacias del estallido bomba, para finalizar con el Bladeswicht. Este domingo, a las 11 de la mañana iniciará el segundo y último día de exhibiciones del Airshow 2012.

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