PGR presentó pruebas contra los 18 policías de Taxco arraigados; algunos quedarán libres, dice el defensor

Rosendo Betancourt Radilla

Chilpancingo

“Algunos” de los 18 policías municipales de Taxco detenidos el 22 de septiembre por el Ejército y la Policía Federal acusados de tener vínculos con la delincuencia organizada, saldrán libres, informó el abogado de los acusados, Alberto Díaz Arroyo.
El arraigo que les dictó la Procuraduría General de la República (PGR) termina el 6 de diciembre, mientras tanto están bajo custodia en la Ciudad de México desde el 26 de septiembre, día en que se los llevaron de Chilpancingo a las 11 de la mañana, sin que se le hubiera informado del traslado al abogado o a los familiares.
Todos los uniformados ya rindieron su declaración preparatoria por los señalamientos que tienen de que trabajaban para un grupo criminal que operaba en la cabecera municipal de Taxco.
Por teléfono, el abogado consideró que el caso es “complicado” debido a algunas pruebas que ha presentado la autoridad federal, pero adelantó que “algunos” de los acusados saldrán libres.
Ante la pregunta, dijo que sería “aventurado” si dijera a cuántos podrá liberar cuando termine el proceso de arraigo.
Al momento, dicho proceso se encuentra en la etapa de indagatorias, la defensa y quienes acusan están presentando sus pruebas ante el juez tercero en materia penal de la Ciudad de México y esta etapa terminará, legalmente, en 15 días.
En cuanto a la actuación de la Policía Federal, el Ejército (que detuvieron a los policías) y la PGR (que es la institución que acusa), el abogado dijo que están haciendo su trabajo y “están aportando sus pruebas, veo que todo va por el lado legal, no he visto irregularidades”.
También dijo que no ha sufrido presión para que abandone el caso.
El sábado 22 de septiembre los 18 policías municipales fueron requeridos por las autoridades federales, los reunieron en un punto de Taxco conocido como La Garita y después los detuvieron en 15 patrullas, en una acción coordinada entre la Policía Federal y el Ejército que encabezó al segundo sargento de la Policía Federal, Alfredo de la Cruz Rodríguez.
De ahí los llevaron al hotel Borda y durante el traslado les quitaron sus teléfonos celulares y los dejaron incomunicados.
Desde las 2:30 de la tarde de ese día, los agentes municipales estuvieron incomunicados hasta las 11:30 del siguiente día, cuando al abogado y a los familiares les permitieron entrar a las instalaciones y ver a los detenidos.
De acuerdo con testigos, la detención se realizó con un amplio despliegue de la Policía Federal y de elementos del Ejército que causaron zozobra en el barrio de La Garita y en las inmediaciones del tianguis Casa Janna.
A los inculpados no se les probó la responsabilidad a pesar de que estuvieron bajo investigación, por un periodo de tiempo que no se precisó, de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Policía Federal.