Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Por orden de la SCT cancelan el segundo día de actividades del Airshow 2012

Salvador Serna

El segundo día de actividades del espectáculo Airshow 12, en la playa Revolcadero, fue cancelado por órdenes de la Dirección de Aeronáutica Civil de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
Desde las 11 de la mañana, cientos de turistas nacionales llegaron a la franja de arena del residencial privado Península Diamante con la ilusión de presenciar el espectáculo, cuyo costo fue de 6 millones de pesos.
En autobuses de la empresa Estrella de Oro llegaron los turistas procedentes de diversos hoteles de las zonas Dorada y Tradicional. Los acapulqueños también llegaron al lugar pero en camiones urbanos que salieron desde el Asta Bandera y la glorieta de Puerto Marqués.
El acceso al público en general era por un terreno aledaño al club privado, áspero, sin letreros ni señalamientos.
A las 12 del día los turistas entraban y salían del mismo, los primeros animados y los segundos desconcertados diciendo que “parece que no van a volar los aviones, nadie nos ha dicho nada, nadie informa. Está duro el sol”.
En la arena ya estaban los turistas, resguardados por toldos de la empresa Corona, que a decir de los visitantes se los rentaron en 200 pesos. Algunos parados y otros sentados esperaban el espectáculo que jamás comenzó.

Sólo con brazalete y gafete

Ningún turista logró entrar ayer a la playa Revolcadero a través del residencial Península Diamante, pues trabajadores de seguridad privada exigía un brazalete o gafete. Sólo accesaban los propietarios o socios frecuentes de fin de semana.
El sábado, el primer día del Airshow, todos los invitados especiales que a nombre del gobernador Ángel Aguirre Rivero (quien no asistió a la inauguración) convocó la Sefotur y la Fidetur, tenían que acceder por la entrada principal donde están dos maquetas del residencial que muestran los atractivos del mismo como el gimnasio, spa, salón de fiestas, lounge, alberca, playa privada, área de juegos para niños y los departamentos agrupados en tres torres de 12 pisos y en cuatro bloques rectangulares.
Atravesando una puerta se accedía a las áreas verdes, bancas y amplios espacios peatonales, así como una área de esparcimiento donde se permite fumar.
Cuatro metros adelante se llega a las albercas, diseñadas con toques modernistas, al igual que toldos, sillas y camastros de lujo. Hasta el final una puerta de acceso a la playa custodiada por otro agente.
A la 1 de la tarde ningún directivo de la Sefotur se encontraba en la Península Diamante para dar informes sobre la cancelación del Airshow.
A pesar de la tardanza, los turistas se mantenían esperanzados en la playa y a las 2 de la tarde se les informó que no habría evento y, molestos y decepcionados, regresaron a sus hoteles.
“Perdimos tres horas de esparcimiento, jamás las recuperaremos, sólo queda aprovechar lo que queda de la tarde porque el lunes hay que regresar a casa para trabajar el martes”, lamentó el turista Héctor Villa, que iba acompañado de su esposa, hijos y sobrinos.

Alegata en el aeropuerto privado

A las 12 del día, en el hangar del aeropuerto privado anexo al Aeropuerto Internacional Juan N. Álvarez, se dio una discusión entre el trabajadores operativos de la SCT, directivos de la Sefotur, el asegurador Miguel Aguirre y el organizador del Airshow, Alejandro Parra Ramírez.
Trabajadores de la torre de control mostraron la notificación, vía electrónica, de la cancelación del permiso de vuelo para todos los aviones, incluidos los de la Marina Armada de México y Fuerza Aérea Mexicana.
Los trabajadores de la SCT se mantuvieron firmes en su postura de prohibir los vuelos.
A la 1:30 de la tarde, el capitán Alejandro Parra salió del aeropuerto y se negó a dar entrevistas a los reporteros y se alejó del lugar. Tampoco contestó su teléfono.
Vía telefónica, Aluni Montes explicó que “apenas nos enteramos de la cancelación de la SCT a las 11 de la mañana. Verbalmente ya sabíamos algo desde la tarde del sábado. No se nos entregó algún documento sobre la cancelación, solamente nos dijeron que no podían volar” y se cortó la llamada.
De esta forma llegó a su fin el Airshow 2012, un evento que desde su origen caminó mal por la negativa de la SCT para dar el permiso de volar sobre la bahía de Acapulco, por la opacidad de la información a los hoteleros del cambio de sede en detrimento de su promoción, además de que el sábado seis avionetas cruzaron la bahía y se fueron hasta Pie de la Cuesta, violando así el permiso restringido.
El gobernador anunció, el pasado 3 de noviembre en playa Tamarindos, durante la inauguración del festival de globos aerostáticos, que “tendremos el espectáculo del Airshow en la bahía de Santa Lucía, tal como sucedió en 2011, para todos los turistas nacionales que nos visiten el próximo fin de semana del 20 de noviembre”.

468 ad