Pactan una tregua grupos religiosos de Tlamamacán en Apango que se disputan una parte del panteón

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

El subsecretario de Gobierno para Asuntos Religiosos, Javier Bataz Benítez  informó que existe una especie de tregua que evitará acciones de violencia entre dos grupos religiosos; uno de la religión católica y otro de la iglesia Universal de la comunidad de Tlamamacán, municipio de Mártir de Cuilapan, quienes se disputan una fracción de terreno en el cementerio de ese lugar.
Asimismo, el funcionario informó que en el caso del conflicto interreligioso que existe entre feligreses católicos de Chichihualco, debe resolverlo directamente la diócesis Chilpancingo-Chilapa, puesto que este es un diferendo entre miembros de la misma religión; un grupo quiere que no se vaya el padre Carlos Morales Ramírez y otro demanda su cambio. Sin embargo, el funcionario dijo que está participando como testigo en las pláticas de conciliación entre los dos grupos y el obispo Alejo Zavala Castro.
Bataz Benítez explicó que en el caso del conflicto en Tlamamacán, “afortunadamente hay acuerdos que nos permite avanzar en una inspección a través del INHA (Instituto Nacional de Antropología e Historia), ya lo hablamos con la delegada Blanca Jiménez Padilla, y pensamos que una vez que se haga la inspección con antropólogos y especialistas estaremos nosotros en condiciones de proponer alternativas de solución para ese conflicto”, agregó.
En Tlamamacán, pueblo que se encuentra ubicado en la zona del Alto Balsas, un grupo de la iglesia Universal se opone a que los católicos del pueblo abran un acceso al cementerio del lugar. Argumentan que donde se pretende abrir la calle es su cementerio, pero que no se ve porque no colocan cruces. Con el estudio del INAH se determinaría si en verdad hay restos humanos sepultados ahí, según la explicación del subsecretario de Asuntos Religiosos.
“Por lo pronto, llegamos a ese acuerdo y prevemos que no va a haber problemas, por lo pronto”, expresó el funcionario estatal.
Añadió que ante los riesgos de violencia entre los dos grupos, acudió el domingo a Tlamamacán para dialogar con ellos y que constató que en realidad no se trata de dos panteones, sino uno sólo pero que está dividido sólo por una barda y que pegado a ésta es donde se pretende abrir el acceso a lo que se oponen los de la religión Universal.
Bataz Benítez dijo que la inspección ocular del INAH se hará esta misma semana y que una vez de que se den los resultados se podrá resolver el conflicto entre los dos grupos.
Añadió que por lo pronto, “de alguna manera hay una tregua, les dijimos mientras esperábamos a que se diera el dictamen del INAH y que posteriormente daríamos respuesta para la solución del conflicto”.

Resolverá la diócesis el conflicto en Chichihualco

En cuanto al conflicto entre católicos de Chichihualco, cabecera del municipio de Leonardo Bravo, el subsecretario de Gobierno explicó que este es un conflicto interreligioso que resolverá directamente la diócesis.
“Algunos piden que siga oficiando allí el padre Carlos Morales, que es el encargado de esa parroquia y otros quieren que ya no siga, pero al final de cuentas como es un asunto interreligioso deberá ser resuelto por la diócesis Chilpancingo- Chilapa a través de su Consejo”, explicó Bataz.
Sin embargo, agregó que “por una cuestión social” está coadyuvando en las pláticas, “como ya algunas personas están inconformes con la iglesia misma estamos participando en las pláticas para que no haya algún problema”. Informó que ha estado acudiendo a ese lugar desde el viernes de la semana pasada, cuando detonó la inconformidad y que derivó en la toma de la iglesia de la virgen de Guadalupe el lunes.
El funcionario estatal informó que también está atendiendo un conflicto religioso en la comunidad de Valerio Trujano, municipio de Tepecoacuilco. Explicó que en este caso las autoridades agrarias y el comisario municipal de ese pueblo que son miembros de la religión católica, cortaron el agua a dos familias que pertenecen a la religión cristiana.
“Este es un asunto que tiene que ver con intolerancia religiosa porque les quitaron el agua a las familias cristianas, pero ya estuvimos con el presidente municipal Ignacio Góngora Lizama y con representantes de la Comisión Estatal de Defensa de Derechos Humanos platicando con los afectados”, informó el funcionario.
En este asunto Bataz Benítez reconoció que todavía no hay una propuesta de solución al conflicto por parte de las autoridades estatales, “pero esperamos que en los próximos días salga y se resuelva bien”, terminó.