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Reporta la PGR que agentes de la CIA sufrieron heridas graves en Tres Marías

Staff / Agencia Reforma

Ciudad de México

En el ataque de Tres Marías, una bala de la Policía Federal puso en riesgo la vida del agente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por su siglas en inglés) Chese Garner y otra destrozó una oreja y causó un derrame de tímpano a Stan Dave Boss, quien puede ver disminuida su capacidad auditiva, establecen los peritajes de la Procuraduría General de la República.
En el primer pronóstico de los Servicios Periciales de la Procuraduría, los médicos establecieron que sólo un agente registró lesiones que pusieron en riesgo su vida y en el segundo valoraron la posibilidad de una cirugía para restaurar el oído.
El 24 de agosto pasado, policías federales dispararon en contra de los dos empleados de la CIA cuando viajaban a bordo de una camioneta blindada y con placas diplomáticas acompañados por un Capitán de la Armada de México en el estado de Morelos.
De acuerdo con documentos oficiales, Garner sufrió heridas de bala y esquirlas en el codo y antebrazo derechos; un balazo en el glúteo derecho, sin orificio de salida, y moretones y heridas de esquirla en la zona derecha del abdomen, cadera y glúteo.
Boss registró múltiples lesiones por esquirlas en la parte derecha del cráneo que afectaron su lóbulo auricular con “”desprendimiento de lobulillo” y exposición de cartílago; tiene varias lesiones de esquirla en el hombro y parte posterior del brazo derecho y en el muslo derecho.
Le diagnosticaron también un hemotímpano de pabellón auricular derecho, afectación que los peritos médicos explican como “una lesión por derrame de la caja del tímpano con hipoacusia que fue producida por onda expansiva”.
El oficio 78757 indica que Alberto Gregorio Crescencio, perito médico de la PGR, tuvo acceso a los estadounidenses hasta el 4 de octubre para practicarles una valoración.
En su dictamen estableció que en el caso de Garner ninguna herida ameritaba un tratamiento de más de dos semanas, salvo el balazo del glúteo derecho que en principio quedó alojado en el músculo y resultó de alto riesgo.
“En caso de que se complicara derivando hacia un probable absceso en región glútea… en el supuesto, su clasificación provisional es de que fueron lesiones que pusieron en peligro la vida y tardaron en sanar más de 15 días”, señala.
Sobre la herida a Stan Boss, el doctor dice que en caso de complicarse su recuperación, la secuela que dejaría al estadounidense sería una disminución de la función auditiva en el oído derecho, por lesión neurosensorial.
“Las lesiones en el pabellón auricular derivarán en una complicación de una pericondritis hacia una condritis que necrosará la piel y el cartílago auricular, que al sanar dejará una cicatriz queloide o afectación en la estética del pabellón auricular.
“En el supuesto, su clasificación sería lesiones que dejan deformidad incorregible en el pabellón auricular derecho del paciente”, concluye.

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