Definirá el PRD el lunes las acciones a para la toma de posesión de Peña Nieto

Rosalía Vergara / Agencia Proceso

Ciudad de México

El presidente y el secretario general del PRD, Jesús Zambrano y Alejandro Sánchez Camacho, respectivamente, anunciaron ayer que será hasta el lunes 26 cuando se defina el plan de acción que llevará a cabo el partido durante la ceremonia de toma de posesión de Enrique Peña Nieto como jefe del Ejecutivo, el próximo 1 de diciembre.
En un comunicado, el partido informó que la dirigencia nacional se reunió con los consejeros nacionales, gobernadores y legisladores para definir una postura unitaria ante el regreso del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a Los Pinos.
En un texto de cuatro párrafos, la directiva perredista no dio el título de presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos a Peña Nieto; en su lugar, lo calificó de próximo “titular del Ejecutivo” federal.
También resaltó que en este encuentro, realizado en un hotel de la Ciudad de México, Zambrano Grijalva anticipó que el próximo lunes la Comisión Política Nacional precisará el plan de acción, entre cuyas acciones están un pronunciamiento y un discurso “enérgico y crítico”, “así como la posibilidad de una movilización”.
“El lunes se definirá la densidad y la magnitud de las mismas”, aclaró Zambrano.
Al encuentro de este día acudieron  los coordinadores del grupo parlamentario del PRD en la Cámara de Diputados y el Senado, Silvano Aureoles y Miguel Barbosa, respectivamente; el jefe de gobierno capitalino en funciones, Marcelo Ebrard, y el electo, Miguel Mancera, así como el gobernador de Morelos, Graco Ramírez Garrido Abreu.

Con Peña Nieto persistirá la tragedia en guerra al narco: López Obrador

A escasos nueve días de que concluya el gobierno de Felipe Calderón, el presidente del Consejo Nacional del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador, hizo un balance del sexenio que se caracterizó, dijo, por la “inexperiencia y tragedia”.
Y anticipó que la administración del priista Enrique Peña Nieto será “más de lo mismo”, incluida la estrategia de la guerra contra el narcotráfico emprendida por Calderón.
Afirmó que no hay diferencia entre uno y otro porque, finalmente, ellos son sólo empleados de “los 30” que realmente mandan en el país.
En entrevista con MVS Noticias primera emisión, el dos veces candidato presidencial de la izquierda resumió así el trabajo de Calderón, quien, reiteró, le robó la presidencia:
“Calderón no supo ejercer el poder que detentaba. Ya en el ejercicio del poder no supo legitimarse, dejó mucho sufrimiento y mucho dolor y se va con la protección que le dan los que mandan en este país. Va a tener protección pero no creo que pueda vivir con tranquilidad”, apuntó el tabasqueño.
López Obrador sostuvo que inexperiencia y tragedia fue lo que caracterizó al segundo gobierno panista que aplicó una “mala estrategia” en el combate al crimen organizado, sin atender las causas de su origen.
En su opinión, la pérdida de vidas humanas se pudo haber evitado. “Fue mala la estrategia, sin duda, no se justifica, porque se pensó nada más en la fuerza, en la violencia, en querer resolver el problema de origen social con el uso de la fuerza”.
-¿Y cómo debió haber sido?, preguntó la periodista.
-Atendiendo a las causas, buscando resolver las necesidades que tienen los pobres, los jóvenes en particular, y combatir a fondo la corrupción -respondió.
Lamentó que no haya visos de que algo pueda cambiar en el próximo sexenio que será, dijo, más de lo mismo.
“Y no lo digo yo, yo creo que esa es la percepción general de que nada  bueno nos espera, desgraciadamente.  La gente tiene un instinto certero (…) hay como duelo nacional, hay una sensación en general, lo que yo percibo, de incertidumbre, de miedo por lo que va a ocurrir, no hay nada que indique, ningún indicio de que las cosas van a mejorar.
“Quisiera estar equivocado porque quiero mucho a mi país y no quiero el sufrimiento de la gente pero no ve un indicio de que las cosas mejoren. Van a seguir con  la misma política de siempre porque es un grupo el que se ha beneficiado siempre”, sostuvo.
El tabasqueño consideró que la estrategia contra el crimen organizado se mantendrá en los mismos términos y el gobierno seguirá sin atender las causas.
Lo mismo pronosticó para el siguiente sexenio en el ámbito de la política económica, en la que la generación de empleos no será una prioridad.
“La generación de empleos es retórica porque no es una prioridad, (la prioridad es) mantener equilibrios macroeconómicos para garantizar ganancias a los que apuestan en la bolsa de valores, los que se dedican a la especulación financiera.
“La prioridad es seguir saqueando al país. Van a querer aumentar impuestos, aumentar el IVA y grabar alimentos y medicinas. El petróleo quieren entregarlo a particulares extranjeros”, dijo y adelantó que desde su movimiento trabajará para impedir que ello se logre.
El tabasqueño habló también de la transformación de Morena en partido político y defendió que aunque parece una contradicción debido a la mala fama que tienen actualmente los partidos, en una consulta realizada por el movimiento, el 86% votó a favor de convertirlo en partido político.
No obstante, afirmó que será un partido “diferente” cuyo objetivo primordial será “transformar al país por la vía pacífica y la vía electoral”.
Explicó que ese camino “cuesta más trabajo”, porque requiere de una concientización de la gente.
“No buscamos el poder por el poder. Si sólo buscáramos ganar la presidencia sería relativamente fácil” porque, dijo, una revolución armada “con poca gente consciente se echa a andar pero no ostros queremos la transformación pacífica”.
“Es un proceso de transformación que lleva tiempo, que exige de esfuerzos, de fatiga, de un cambio de mentalidad pero hemos avanzado”, afirmó porque en la pasada elección la izquierda obtuvimos 16 millones de votos sin entregar prebendas. Fueron votos de mujeres y de hombres libres, afirmó.
El ex perredista negó que Morena sea “un partido de nicho” y que esté rodeado de incondicionales. “Eso dicen mis adversarios”, indicó.
Además, se refirió también a su más reciente libro, No decir adiós a la esperanza, cuya tesis es que “podemos ser felices buscando la felicidad del otro”.
Cuestionado sobre la esencia espiritual que imprimió a su libro, defendió que es un dirigente político y que defiende principios de justicia y bondad, “como en el Antiguo Testamento”.
“La tesis del libro es que aceptemos como forma de vida que se puede ser feliz buscando la felicidad del otro. Si eso lo asimilamos, lo convertimos en parte de nuestra manera de ser se va a lograr la transformación y vamos a ser felices”, apuntó.