La disculpa de Aguirre por el asesinato de los normalistas, sin los familiares

Daniel Velázquez

A once meses de ocurrido el asesinato de los estudiantes normalistas Gabriel Echeverría de Jesús y Jorge Alexis Herrera Pino, y ocho meses después de la recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, el gobernador Ángel Aguirre ofreció en Acapulco disculpas públicas por el doble homicidio ocurrido el 12 de diciembre de 2011.
El acto público de disculpa institucional, derivado de la recomendación 1VG/2012 emitida por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) con motivo de los hechos ocurridos el 12 de diciembre de 2011, se llevó a cabo en el salón Triángulo del Sol del Centro de Convenciones con la ausencia de los compañeros y familiares de los dos estudiantes normalistas asesinados.
Sólo asistieron los familiares de Gonzalo Miguel Rivas Cámara, el trabajador de la gasolinera que murió a consecuencia de las quemaduras que sufrió luego de que intentara apagar una bomba despachadora de gasolina incendiada.
En el acto de disculpa pública también estuvieron ausentes las palabras “asesinato” y “homicidio” para referirse a la muerte de los dos estudiantes, pues los funcionarios emplearon las palabras “tales acontecimientos”, “hechos lamentables”, “estos hechos”, “hecho vergonzante”, “actos de violencia”, “caso Ayotzinapa”.
Antes de iniciar la ceremonia se pidió a los asistentes dejar libres las dos primeras filas del auditorio porque serían ocupadas por las víctimas de la represión y sus familiares, pero nadie atendió la petición, y los espacios fueron ocupados por diputados locales, representantes de asociaciones civiles y reporteros.
El acto comenzó con la proyección de un video que omitió referirse al asesinato de los dos estudiantes y empezó con la frase “a partir de los acontecimientos” y después habló del “caso Ayotzinapa”.
En el video de cinco minutos se hizo un recuento de las reuniones que autoridades estatales y federales han sostenido, de los dos policías ministeriales presos, de la inversión oficial realizada en la normal y del diálogo que la SEG mantiene con los estudiantes.
En nombre de las víctimas habló el hermano del empleado de la gasolinera, Iván Inocencio Rivas Cámara, quien dijo que en nombre de su familia y su hermano “aceptamos la disculpa pública” y agradeció al gobierno del estado el “apoyo incondicional” que les han brindado.

Acto “franco y sincero”: Aguirre

Por su parte, el gobernador Angel Aguirre Rivero dijo que el acto público de disculpa “no es de simulación, es un acto franco, sincero”.
“A todos y cada una de las víctimas de los hechos ocurridos en la carretera México-Acapulco el día 12 de diciembre les ofrezco a nombre del gobierno del estado de Guerrero mis más sentidas disculpas en razón a las violaciones de sus derechos humanos por parte de algunos servidores públicos”, dijo.
Pidió a los diputados que en cuanto envíe las iniciativas para prevenir y sancionar la tortura en la entidad, basada en los principios y estándares internacionales, y para regular el uso de la fuerza y el armamento oficial de las instituciones policiales, le ayuden con el análisis, discusión y  aprobación de las mismas.
Dijo que desde el principio su gobierno reconoció su responsabilidad y actuó en consecuencia para sancionar a los responsables y atender a las víctimas, y que cuando la CNDH emitió su recomendación aceptó “plenamente y en sus términos” los resolutivos.
Agregó que todas las áreas de su gobierno están en la disposición de cumplir con los resolutivos y sentar un precedente para futuros gobiernos.
Aguirre Rivero dijo que con el cumplimiento de la recomendación de la CNDH “se demuestra que cuando existe voluntad, disposición y compromiso se puede transformar una tragedia en una oportunidad para fortalecer y mejorar nuestras instituciones y prácticas de gobierno”.
Dijo que el acto de disculpa pública no sólo es para cumplir con la recomendación sino un compromiso moral y ético con las víctimas y los ciudadanos, “lo hemos hecho por convicción”.
También dijo que ese tipo de hechos no deben repetirse nunca.
En su intervención, el director general de Derechos Humanos de la Secretaría de Seguridad Pública federal, Víctor Hugo Pérez Hernández, en nombre del secretario Genaro García Luna dio una “profunda y sentida disculpa por los actos de violencia en que participaron elementos de la Policía Federal el 12 de diciembre de 2011 en Chilpancingo”.
Dijo que la agresión a un joven estudiante es una agresión a toda la juventud y al mismo tiempo al futuro como nación, y la muerte de un estudiante es un dolor inimaginable para sus familiares.
Se refirió a la muerte del empleado de la gasolinera Gonzalo Rivas Cámara como un “héroe”, y dijo que toda su familia debe estar orgullosa de él porque ofrendó su vida para evitar una tragedia mayor.
“Que esta disculpa pública en memoria de Gabriel Echeverría de Jesús, Jorge Alexis Herrera Pino y Gonzalo Miguel Rivas Cámara y todas las personas agraviadas por la Policía Federal no sea en vano  y sirva de cara a la historia el presente acto para fortalecer la causa de los derechos humanos”, dijo el funcionario federal.
“Los hechos que motivaron la recomendación jamás debieron haber sucedido, ante el caos debieron imponerse la prudencia, la mesura, la tolerancia y el profesionalismo de los elementos policiales”, añadió.
En el presídium estuvieron el secretario general de Gobierno, Humberto Salgado Gómez; el secretario de Finanzas, Jorge Salgado Leyva; el secretario de Seguridad Pública, Guillermo Jiménez Padilla; la procuradora de Justicia del estado, Martha Elva Garzón Bernal; la secretaria de Educación, Silvia Romero Suárez; la secretaría de Desarrollo Social, Beatriz Mojica Morga; el presidente de la mesa directiva del Congreso local, Antonio Gaspar Beltrán; el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Jesús Martínez Garnelo; el director general de Violaciones Graves de la CNDH, Tomás Serrano Pérez; la directora de Auxilio a las Víctimas de la SSP federal, Leticia Muñoz Casidi; la directora para la Defensa de los Derechos Humanos de la SSP federal, María Elena Tolentino Yáñez; y el presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Juan Alarcón Hernández.
Entre los asistentes estuvieron los diputados locales Rubén Figueroa Smutny y Jorge Camacho Peñaloza, que ocuparon la primera fila, además del coordinador de los Diálogos para la Paz, Javier Morlett Macho, y el presidente de la asociación civil Acapulco, José Luis Gallegos Peralta, que ocuparon lugares en la primera y segunda fila, espacios que estaban destinados para las víctimas y sus familiares.
De los familiares de las victimas sólo estuvieron los de Gonzalo Rivas, Aranza Rivas, Clitia Kaori Rivas Casimiro, Elizabeth Guadalupe Rivas Casimiro, Clitia Cámara Murillo y Rosalba Casimiro Terrero.
Al terminar el acto de disculpa pública el gobernador y los funcionarios federales que le acompañaban salieron por un pasillo cercado con vallas metálicas para impedir que las personas se acercaran, y así se fue toda la comitiva.