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Fueron 709 los intoxicados en Chilapa pero nadie murió; la emergencia está superada, afirma Salud

Rosendo Betancourt Radilla

Chilpancingo

La Secretaría de Salud estatal (Ssa) informó que fueron 709 las personas intoxicadas en Chilapa y que la emergencia movilizó a personal la dependencia, la Cruz Roja Mexicana, personal de salud y protección civil de los ayuntamientos de Chilpancingo y Chilapa y al Ejército, y que la misma fue superada sin que se presentara ningún deceso.
Y confirmó que la intoxicación masiva se debió al consumo de tacos de arroz con huevo en descomposición, que se repartieron entre campesinos e indígenas que el martes fueron traídos a esta capital para acompañar al precandidato del PRI a la diputación federal por el distrito 06 de Chilapa, Sergio Dolores Flores, que se registró como tal en las oficinas de su partido.
Los asistentes al acto de proselitismo en Chilpancingo, que fueron acarreados desde Chilapa y comunidades aledañas, se enfermaron de fiebre, vómito y diarrea, informó el secretario de Salud, Lázaro Mazón Alonso.
La contingencia médica inició el martes, luego del registro de Sergio Dolores, cuando 2 mil personas regresaban a Chilapa, en la región de La Montaña, a 100 kilómetros de la capital.
Hicieron una parada en Tixtla, a 18 kilómetros de Chilpancingo, y ahí recibieron tortas de jamón y tacos de arroz con huevo, dentro de bolsas de plástico.
Al llegar a sus respectivas comunidades, los que ingirieron los alimentos comenzaron a sufrir vómito, diarrea y desmayos.
El director de comunicación social de la Ssa, Jaime Irra Zamora, dijo que durante la jornada de esa noche se terminó el medicamento que se estaba aplicando, y se tuvo que venir a esta capital para proveer más.
Mazón, quien estuvo en Chila-pa hasta las 4 de la mañana de ayer, reportó a las 9 en la radiodifusora Kapital Máxima 660 casos “sólo en el hospital de Chilapa, porque también hubo clínicas privadas que atendieron otros casos, pero de esos no tenemos la cifra”.
“Habilitamos una cancha municipal como hospital, así como estaba la gente parecía un campo de guerra, fue una situación muy fuerte, afortunadamente sólo hubo 10 casos graves que a las cuatro de la mañana ya estaban bajo control. Todos están fuera de peligro”, dijo.
“Vino personal de la Cruz Ro-ja, el ayuntamiento de Chilapa y Chilpancingo y el personal de la Secretaría dobleteó turno y estuvieron pendientes, Humberto Salgado (secretario de Gobierno) contactó con el Ejército que ya se dirigía a Chilapa por si había que trasladar enfermos a Chilpancingo”, agregó.
Relató que “se trasladaron pacientes de otros padecimientos (que no tenían que ver con la intoxicación) para desocupar las habitaciones para que la gente, que no paraba de llegar, fuera atendida”.
A una pregunta dijo que “ningún hospital está preparado para atender a tal cantidad de gente, afortunadamente llegó la jurisdicción sanitaria, abrió el almacén para sacar medicamento, se dio la indicación de que las farmacias surtieran medicamento y luego veríamos cómo se pagaba, se llamó a los sindicalizados para que se quedaran y todo el personal de salud se portó a la altura”.
“Salimos bien librados afortunadamente, tuvimos cobertores, todo lo necesario lo tuvimos, hubo una respuesta increíble, toda la gente (a las cuatro de la mañana) ya estaba bien, sonreía”, expresó.
Luego informó que los alimentos que provocaron las hospitalizaciones se enviaron a Acapulco para saber de qué enfermedad se trataba, “aún no tenemos los resultados, nos los darán en unos dos días, pero parece que fueron los tacos de arroz con huevo que se dieron en una bolsa de plástico, que les entregaron en Tixtla, cuando regresaban”.

Se viola el derecho a la salud

Consultada al respecto, la organización de defensa y promoción de derechos humanos de la Montaña, el Centro Tlachinollan, indicó a través de su coordinador jurídico Vidulfo Rosales que “por la cantidad de gente hospitalizada”, la Procuraduría General de Justicia del Estado “tiene que investigar quién sirvió los alimentos y si lo hizo con la intención de enfermarlos”, agregó.
Con esto, explicó, se violenta el derecho a la salud y a la integridad física de las personas afectadas, “lo peor de todo es que utilice a la gente más pobre para usarla como carne de cañón en actos políticos, al darles comida descompuesta violentan su dignidad, por eso es necesario que la Procuraduría del estado busque a los responsables y finque las responsabilidades”.

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