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Ni en el DF ni Guerrero hay desbandada de perredistas hacia Morena, dice dirigente

Rosendo Betancourt Radilla

Chilpancingo

En la inauguración del “Foro Estatal para el Análisis y Debate” rumbo al Congreso Nacional del PRD, los dirigentes de las diferentes corrientes coincidieron en que es necesario replantearse la forma en que eligen a sus candidatos, porque con la conformación del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) como partido podrían perder militantes.
En entrevista, el presidente del Consejo Nacional perredista, Daniel Nava Trujillo, dijo que no hay desbandada de militantes en Guerrero ni en el Distrito Federal (DF), que son los lugares más allegados al dos veces candidato de las izquierdas a la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador.
Sin embargo, reconoció que los foros estatales y el congreso nacional que celebrará ese partido del 14 al 16 de diciembre son porque la dirigencia nacional tiene miedo de que el PRD se desfonde, se quede sin militantes.
Al momento, agrego, ha observado que en el perredismo nacional “hay diferentes visiones sobre cómo se debe redefinir el partido y es en la coyuntura por la formación de Morena, es una parte que le preocupa a la dirección nacional”.
En ese sentido, insistió en que “el partido está obligado a reorganizarse dentro del contexto nacional para ver cuáles serán las nuevas formas de organizarse al interior”.
Ante la pregunta, dijo que espera que no les afecte la salida de López Obrador, “porque la gente que estaba con él estaba muy definida y tendrán la oportunidad de hacer su trabajo, a ver cómo nos va en las próximas elecciones”.
Dijo que “en términos muy generales” no hay desbandada de perredistas al Morena, pero “hay casos de dirigentes que han definido su participación, como es el caso de Martí Batres que ahora preside Morena, pero no creo que haya afectado a las bases”.
Se le recordó que en Guerrero el tabasqueño tuvo mucho arrastre, y se le preguntó si su salida del PRD afectaría a ese partido en la entidad, pero atajó: “así es en Guerrero y es igual en el DF, pero no tenemos detectado que mucha gente haya abandonado el partido”.
De las reformas más relevantes mencionó que hay dos propuestas principales y que tienen casi igual cantidad de simpatizantes, una es la que impulsa la corriente Nueva Izquierda (NI) que encabezan Jesús Zambrano y Jesús Ortega, Los Chuchos. La otra es impulsada “por la mayoría de las otras corrientes”.
Lo que proponen Los Chuchos, explicó, es que el PRD se constituya en un partido-frente, con lo que cada corriente tendría autonomía, e “implica un esquema en que cada corriente se constituye en un proto-partido, es decir, se les genera un reglamento interno, se les da una estructura como de partido”.
“Esto implica que en las decisiones de línea política que tome el partido, si alguna corriente no está de acuerdo pudiese tener la autonomía de escindirse de una decisión en colectivo, no podrían ser expulsados por tomar una decisión en diferente”, dijo.
—¿Cómo alinearse con el PAN o el PRI? —se le preguntó.
—Cualquier decisión, dicen que esa es la izquierda moderna, los que impulsan este tipo de reformas están en la idea de que pudiesen generar acuerdos con la derecha y esos, pero habemos quienes decimos que no, porque es indispensable la unidad de acción del partido, mantener una línea política conjunta y un derecho común para todos.

Coinciden corrientes

Ayer se inauguró el primer día, de dos, del foro estatal perredista bajo la temática Elementos de línea política, en donde trataron las reformas estructurales que impulsan el PRI y el PAN, el restablecimiento del régimen priista, el PAN ante su derrota electoral, Morena y su transformación en partido político, entre otros puntos.
En la inauguración dieron sus posturas las corrientes de Nueva Izquierda, a cargo de Sebastián de la Rosa Peláez; Unidad de Izquierda Guerrerense, a cargo de Víctor Aguirre Alcaide; Nueva Mayoría con Evodio Velásquez Aguirre y Grupo Guerrero con Celestino Cesáreo Guzmán.
Todos coincidieron en que, para las próximas elecciones, es necesario que cambien las formas de elegir a sus candidatos, pues la militancia quedó molesta con sus dirigentes porque no se sintieron representados.
Por ejemplo, De la Rosa Peláez consideró que las mayorías no deben aplastar a las minorías, pero que las minorías no deben chantajear a las mayorías porque eso no es una democracia.
Señaló que el PAN y el PRI buscan centralizar el poder político y económico con las que llaman reformas estructurales, entre ellas la laboral que se aprobó recientemente. Por eso calificó el triunfo de Enrique Peña Nieto como algo “muy peligroso… (y) un retroceso para la vida democrática del país”.
Con esto, advirtió, se criminaliza la lucha social y se avanza a reinstaurar el Estado policiaco, por lo que dijo que el PRD “debe de cambiar y para que cambie debemos de cambiar los dirigentes, no podemos avasallar cuando somos mayoría, pero las minorías no nos pueden chantajear”.
Aguirre Alcaide comprometió a su corriente, que a nivel nacional está adherida a Izquierda Democrática Nacional (IDN), a que ninguno de sus integrantes va a abandonar las filas del PRD, “y convocamos a todos los grupos políticos, militantes, simpatizantes y ciudadanos a construir la unidad mediante una política de alianzas respetuosa y congruente con nuestros principios”.

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