Se prepara Antonio Banderas para el papel de su vida, encarnar a Pablo Picasso

Aurélie Daly

Ayer Antonio Banderas y su esposa Melanie Griffith dieron una conferencia de prensa en el club privado B Pichilingue con el presidente del Festival Internacional de Cine de Acapulco (FICA) Víctor Sotomayor, el secretario de Fomento Turístico de Guerrero (Sefotur) Javier Aluní, frente a los medios nacionales y locales de prensa escrita y electrónica.
Lucero Calderón, periodista para Excélsior fue la primera en hablar para agradecer al Sefotur del estado y a los invitados de lujo, la pareja glamour de Hollywood Antonio Banderas y Melanie Griffith.
Sotomayor tomó la palabra y agradeció a la Sefotur por haber conseguido este espacio maravilloso y saludó también a “los amigos de la Twenty Century Fox.”
Banderas habló primero de la película que los reunirá a él y a su compañera Melanie. “Trabajamos juntos por primera vez en la película Two much, en 1995, y lo volveremos a hacer en Autómata, que se grabará en Sofía, Bulgaria, en abril o mayo próximo.
Explicó a los medios la situación cinematográfica en Hollywood que cuenta con dos mundos distintos.
“Hay dos Hollywood, explicó el actor español, el del cine comercial y de los múltiples remix de películas como por ejemplo con Spiderman que ahora ya se ha vuelto desde el principio; y el Hollywood de los productores independientes de bajo presupuesto. Este último caso es precisamente el de la película Ruby, la chica de mis sueños, escrita por la excelente Zoe Kazan que tiene el papel principal y se acaba de estrenar en octubre 2012. Es el tipo de proyecto que tengo en el corazón, aunque tenga un muy pequeño papel, porque bajo el aspecto de comedia lleva algo oscuro”, explicó. La película estrenada en 2012 fue producida por Jonathan Dayton y Valerie Faris, los productores de Little Miss Sunshine, y promete incorporar todos los ingredientes de una comedia romántica original, sensible y algo rara.
Banderas compartió su experiencia en la producción y expresó la dificultad que representa este compromiso.
“La producción es algo difícil, es un mundo donde hay que asumir riesgos, poniendo dinero encima de la mesa. Es el precio que debemos asumir como artistas; se trata de un ejercicio de confianza”, comentó.
No pudo el actor dejar de brindar tributo a Acapulco: “es una ciudad que trata de recuperar la imagen de lugar turístico internacional y reúne todas las condiciones para lograrlo, es un paraíso, no hay que olvidar que turismo encaja perfectamente con cultura. De corazón queremos volver aquí con mi esposa”, declaró.
Acerca de la situación de crisis económica que atraviesa su país, se expresó como ciudadano y como actor. “Es con dolor que veo las noticias desde Los Ángeles, pero no solamente es una crisis local sino mundial, es la economía del ladrillo, demasiado dinero, demasiado rápido, en particular del lado del inmobiliario, hay que pensar de otra manera. Mañana salgo para mi país. Actoralmente trabajo con el productor Carlos Saura, un amigo desde que ambos trabajamos juntos en los años 80 con quien encarnaré a Pablo Picasso durante los 33 días de creación de Guernica en 1937 en esta época de la Guerra Civil”, comentó.
El rodaje de este drama franco-español que tendrá por título 33 Días empezará en junio del año próximo entre París y Guernica y contará la terrible génesis de esta obra que fue como una salvación para su autor en un momento de crisis personal, al plasmar en la pintura el bombardeo de pesadilla que vivió la ciudad española por parte de la aviación de la Alemania nazi.

Visitan la pareja de actores un kinder en la colonia Jardín

La presidenta del patronato del DIF en Acapulco, Claudia Walton, visitó el jardín de niños Tierra y Libertad, en la calle Saucos, en los límites de las colonias Jardín Azteca y Ángel Aguirre Rivero, donde junto con Antonio Banderas y su esposa Melanie Griffith, las dirigentes de la fundación Niños en Alegría, Alejandra Alemán y Sandra García Sanjuán, así como la titular del Instituto Guerrerense de la Cultura, Alejandra Frausto, convivieron con los 113 niños inscritos y apreciaron bailables folklóricos.