Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Abelardo Martín M.

Impunidad a funcionarios y el
pueblo paga los platos rotos

La ventaja del modelo financiero imperante en el mundo es que, cuando se demuestra su fracaso, no hay quien responda. Sus diseñadores y promotores, los economistas, se esconden y son los políticos quienes, de momento, asumen la responsabilidad, pero es el pueblo quien paga los platos rotos.
Ni economistas ni políticos son sancionados por sus costosas equivocaciones. Aquí está el caso del excesivo endeudamiento de municipios y estados que, lejos de provocar crecimiento, empobrecieron por lo oneroso del costo de los créditos que adquirieron.
Lo mismo en Cuernavaca, donde el ex alcalde hoy diputado Manuel Martínez Garrigos, que dejó en la bancarrota al municipio y, no conforme, perdió las elecciones para gobernador, siendo él presidente del PRI, pero eso sí, presumiendo su cercanía con el hoy presidente electo, Enrique Peña Nieto.
De tan común, el endeudamiento gubernamental, dejó de ser noticia, pues nadie resulta sancionado por la irresponsabilidad. El caso de Acapulco, no por común, deja de producir estupor y vergüenza.
Para pagar deudas heredadas, el municipio de Acapulco tendrá que despedir de inmediato, en una primera fase, al menos a mil trabajadores, de los  8 mil 400 que integran la nómina gubernamental porteña. El síndico administrativo, Armando Tapia Moreno, dijo que para cumplir los compromisos de pagos adquiridos y las deudas heredadas de la ex presidencia municipal a cargo del actual legislador federal Manuel Añorve Baños, debe hacerse ese recorte.
El presidente municipal actual, Luis Walton, recibió una administración en virtual bancarrota. Hay quien la hizo, pero no quien la pague, aunque para eso está el pueblo, cuyos integrantes no solo padecen malos servicios, ingobernabilidad y ausencia de legalidad, que caracterizó a la administración de Añorve Baños.
La secretaría general del Ayuntamiento ordenó la cancelación de 58 plazas sindicales que fueron entregadas de última hora, antes de concluir la anterior administración municipal. Comentó que el gobierno de Walton busca adelgazar la nómina al despedir a mil empleados de una lista de 8 mil 400 trabajadores que le heredaron durante el periodo 2012-2015. “Un correcto manejo de los recursos permitirá al Ayuntamiento cumplir los compromisos de pago adquiridos por los actuales ediles, así como las deudas heredadas, además de comenzar la ejecución de obra pública con recursos propios a partir del año entrante”.
Tapia Moreno, dijo que para el ejercicio 2013 esperan contar con  presupuesto, para ejercerlo adecuadamente, de manera transparente y que el recurso alcance. “No va a ser fácil, pero con una buena administración trabajando de forma disciplinada, no va a ser complicado llegar al final del camino”. Sin embargo, él mismo dio muestra de la falta de memoria, pues a pesar de la deuda municipal,  ya se encuentra en trámite la documentación requerida para solicitar un préstamo de 150 millones de pesos a instituciones bancarias a través de gobierno estatal, el cual fue aprobado por el cabildo de Acapulco.
El problema de los ciudadanos es que sus administradores cuando fracasan, ya consiguieron fuero u otro puesto y siempre tienen al alcance de la mano la justificación de que es persecución político-partidista, no la justa responsabilidad por los errores cometidos.
Economistas y políticos, iguales de entrones a la hora de endeudarse, pero resbaladizos a la hora de pagar, para eso está el pueblo.

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