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Exigen la destitución de funcionarios del Hospital General de Zihuatanejo

Brenda Escobar

Zihuatanejo

Trabajadores del Hospital General Bernardo Sepúlveda Gutiérrez, de Zihuatanejo, denunciaron que el administrador del nosocomio, Víctor Armenta, en contubernio con el jefe del departamento de Recursos Humanos, José Ángel Carrillo, “están haciendo mal manejo de los recursos económicos, alteran facturas para quedarse con dinero”, por lo que exigieron que el gobernador Ángel Aguirre Rivero y el secretario de Salud, Lázaro Mazón Alonso, “los destituyan antes de que nosotros hagamos algún movimiento que al final afectará a los usuarios del hospital”.
El secretario de Conflictos de la delegación Subsección 18, Rodolfo Rosales Olivares, denunció que desde un inicio, el secretario de Salud, Lázaro Mazón, hizo caso omiso a los señalamientos que delante del ahora administrador y el jefe de Recursos Humanos le hicieron respecto a la reputación de ambos en trabajos anteriores, “delante de ellos, yo personalmente le dije que tanto Carrillo como Víctor Armenta fueron destituidos de sus cargos administrativos en la administración del ex alcalde Silvano Blanco Deaquino, por malos manejos de dinero”.
“Sin embargo, al secretario Lázaro Mazón no le importó y así se atrevió a darles sus nombramientos, ahora somos nosotros los trabajadores quienes tenemos que soportar la prepotencia del propio administrador que se cree con más poder de decisión que el director, pero que desconoce de cuestiones contables pues no es capaz de hacer un balance, menos de leer un estado financiero, pero sí es bueno para alterar costos en las facturas”.
En ese sentido, Rosales enumeró una serie de presuntas irregularidades cometidas por el administrador, entre las que destacó, “hace unos días se descompuso la autoclave, que es un equipo que se usa para desinfectar el material quirúrgico, por lo que llamó al técnico para que reparara la máquina y cobró ocho mil pesos, a los 10 días, se volvió a descomponer la máquina y volvió a cobrar otros ocho mil pesos cuando ese trabajo debió de tener una garantía”.
“También apenas se vació la cisterna del hospital y mandó a comprar dos pipas de agua, que normalmente el costo por cada una es de 350 pesos, pero al día siguiente llegó la factura por cinco pipas de agua a 800 pesos cada una; de esto ahí está el antecedente en la bitácora de la caseta de vigilancia, el policía anota qué carros entran y cuántas veces, ahí está anotado que fueron dos pipas y no cinco como las cobraron; y si el administrador corta ese registro, también va a quedar la prueba porque las hojas de la bitácora están foliadas”.
Más adelante, el trabajador aseguró que existe un contubernio entre el administrador y el jefe de Recursos Humanos, José Ángel Carrillo, “ellos y el anterior jefe de Mantenimiento, Florentino Villa Velela, se hacían una para que éste último les firmara las facturas sin cuestionar, pero se vino el cambio y para impedir que alguno de los compañeros que estaban en la terna se quedaran con el cargo, Carrillo se atrevió a sacar sus expedientes para llevarlos a la secretaría de Salud en Chilpancingo para descalificarlos acusándolos hasta de borrachos, drogadictos e irresponsables”.
“Otra de las que han hecho es que en una reunión de trabajo, a los compañeros les dieron una manzana o una pera como refrigerio, lo que representa un gasto de cocina con cargo al programa del Seguro Popular, la molestia generalizada –porque muchos nos dimos cuenta de esa irregularidad– es porque el administrador quiso cobrar cada pieza de fruta a 30 pesos cada una, eso ya es demasiado”.

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