Han sido asesinadas 15 defensoras de derechos humanos en dos años en el país

Agencia Proceso

Ciudad de México

Con el asesinato de la ecologista guerrerense Juventina Villa Mojica al menos 26 defensoras de derechos humanos de México y Centroamérica han sido asesinadas en los últimos años, y muchas más viven riesgo porque quedaron en medio de la guerra contra el narcotráfico, denunció la organización internacional Asociadas por lo Justo (JASS), en el marco del Día de las Mujeres Defensoras de Derechos Humanos.
Después de Colombia, México es, resaltó, el país de América donde las activistas han recibido más amenazas.
“Hemos registrado un incremento alarmante en las amenazas y ataques contra defensoras en la región, en gran parte por las políticas de militarización y autoritarismo,” dijo Marusia Cruz López, directora de JASS-Mesoamérica.
Destacó que la guerra contra el narcotráfico ha sido un factor de riesgo adicional para las defensoras, sobre todo en México, Guatemala y Honduras, donde el despliegue de las fuerzas armadas y policías en comunidades indígenas, barrios urbanos y zonas rurales ha generado mayor violencia y violación de los derechos humanos de las mujeres defensoras.
En México, entre diciembre de 2010 y noviembre de 2012, al menos 15 defensoras de derechos humanos fueron asesinadas, la mayoría de ellas provenientes de los estados de Chihuahua y Guerrero.
Ellas son:  Bety Cariño, Marisela Escobedo, Josefina Reyes, María Magdalena Reyes, Luisa Ornelas, Susana Chávez, Isabel Anaya Nava, Reyna Anaya Nava, Carmela Elisarraráz, Bárbara Lezama, Julia Marichal, Fabiola Osorio, Manuela Martha Solís, Regina Martínez y Juventina Villa.
La organización señaló que el 41 por ciento de los 68 casos de ataques a defensores y defensoras en 2011 corresponden a mujeres.
De los 292 reportes de amenazas enviadas a la Relatora de Defensores de la ONU en el periodo 2004-2009, incluidas amenazas de muerte, poco más de la mitad se refería a defensoras que trabajan en América. De éstas, Colombia registró el mayor número con 45 casos y México el segundo, con 27.
Jass cita una encuesta de 2011, en el que 76 por ciento de las defensoras mexicanas dijo haber sido víctima de violencia de género por realizar su trabajo en derechos humanos, el 40 por ciento señala a la violencia sexual como la principal forma de maltrato que enfrentan, y 12 por ciento reporta amenazas contra la familia, lo cual suele tener un mayor impacto en el caso de las mujeres defensoras por ser también madres.
“A los asesinatos de defensoras se agregan múltiples casos de violación, desaparición forzada e intimidación contra defensoras de derechos humanos en toda la región”, se lee en un comunicado de la organización internacional.