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Hay que recuperar las historias de las víctimas, coinciden escritores en la FIL

Rebeca Pérez / Agencia Reforma

Guadalajara

La violencia y el narcotráfico predominan en las crónicas periodísticas. Hay una especie de fascinación por la sangre porque llama la atención fácilmente, pero lo que habría de contarse es lo que se pierde con la muerte y recuperar las historias de las víctimas, coincidieron los escritores Juan Villoro y Martín Caparrós.
“Da la sensación que si uno hace una especie de censo de las crónicas actuales el 90 por ciento se dividiría entre raros y violentos, y el otro 10 queda para el resto del mundo”, advirtió Caparrós.
“La rareza de la violencia es fuerte, uno se siente más heroico, es más fácil impresionar al público, con lo cual es menos necesario saber estructurar y escribir bien”.
Los autores participaron en la mesa de discusión La crónica periodística, el boceto de una historia, en el contexto del Encuentro Internacional de Periodistas, junto con Juan Pablo Meneses. Durante poco más de una hora, hablaron de esta atención que ha generado la violencia en los últimos años y la “moda” de escribir sobre el narcotráfico, como siguiendo el juego al crimen organizado.
“En México hemos ido a remolque de la violencia y todos los días comprobamos el marcador de la sangre”, aseguró Villoro.
“Lo que está en juego no es quiénes perpetran la violencia, sino qué se pierde con la violencia, la noticia fundamental no es la sangre, sino la vida que se pierde con la sangre, entender el fenómeno desde la perspectiva de las víctimas, restituir su historia”, añadió Villoro.
Aunque en la sala se dispusieron casi 250 sillas, se llenaron cerca de 150. Entre el frío del aire acondicionado y la pantalla que transmitió el evento, con 15 segundos de retraso, Caparrós no dudó en hacer bromas e incluso sacar una conclusión en torno al periodismo a partir de la proyección “en vivo” de una imagen falsa, que ya había pasado.
Quizá nadie lo había notado hasta que el cronista argentino, autor de Los Living y ganador del Premio Herralde de Novela 2011, se dio cuenta que su imagen reproducida en una pantalla, a escasos metros, relataba la falsedad del momento y eso es justamente lo que debe buscar el periodismo, encontrar detalles que posiblemente nadie había percibido antes.
Villoro también precisó que la curiosidad es definitivamente la semilla de una buena historia. Recordó que un hallazgo interesante sobre Enrique Peña Nieto ocurrió cuando un periodista, hace un año en el marco de la Feria Internacional del Libro, le hizo una pregunta fuera del contexto político y esa es una curiosidad “dispersa” que marca la diferencia.
“Hubo un periodista que hizo una conectiva inaudita, que fue el reportero de El Mundo y que hizo dos preguntas de corte político y una tercera pregunta totalmente inesperada en ese contexto y que habla de esa curiosidad dispersa, es decir, hacer una conexión con otro tema y fue una pregunta cultural, la famosa pregunta sobe los tres libros que había leído, pero como sabemos no existen esos tres libros”, recalcó Villoro.
La pregunta fue atinada y cambió un poco la dinámica de la campaña del entonces candidato, subrayó Villoro, quien no pudo dejar de hablar de la toma de posesión de Peña Nieto.
“Hoy (ayer) toma posesión (Peña Nieto) y por cierto se le olvidó decir a Juan Pablo Meneses que tenemos que ajustarnos al nuevo horario y retroceder nuestros relojes 71 años”, bromeó el autor de Arrecife.
Luego de la charla, Caparrós entregó el Tercer Premio de Crónicas Inéditas en Español Las Nuevas Plumas a la periodista española Martina Bastos, quien recibirá 2 mil dólares y la publicación de su trabajo en revistas como Gatopardo, Soho, Etiqueta Negra y Quimera, entre otras.

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