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Condenan en marcha la represión del gobierno a protestas del sábado

Henia Prado y Paloma Villanueva / Agencia Reforma

Ciudad de México

El movimiento estudiantil #YoSoy132 y familiares de detenidos el 1 de diciembre en las manifestaciones contra la toma de protesta de Enrique Peña Nieto como presidente de México reprocharon la actuación represiva del Estado y exigieron la liberación de sus “presos políticos”.
Ayer, cerca de 2 mil personas marcharon desde el Ángel de la Independencia hasta el Zócalo capitalino donde denunciaron abuso de autoridad, detenciones arbitrarias y atropellos a derechos humanos por parte de cuerpos policiacos.
“El Estado orquestó una estrategia represiva en contra de la movilización social que lejos del discurso oficial que replican los medios, no se trató de una acción disuasiva. Desde la instalación del cerco alrededor del Congreso se manifestó la presencia absurda e intimidante de elementos policiacos y militares.
“Presenciamos un inmenso despliegue de las fuerzas del Estado en todos los trayectos de la manifestación y que durante la jornada hostigaron, amedrentaron y agredieron a los diversos contingentes que participaron en las protestas. Estas acciones implicaron la violación sistemática de derechos humanos de todos los manifestantes y derivó en personas presas desaparecidas y heridas”, leyó uno de los integrantes de #YoSoy132.
En nombre de los familiares detenidos, Jorge Iván González reclamó castigo para los policías que violentaron a los jóvenes y propuso la creación de un frente nacional de padres de familia como medida de presión para liberar a los manifestantes encarcelados.
“Denunciamos que el 1 de diciembre del presente año nuestros familiares y amigos fueron reprimidos por los cuerpos policiales del Estado y del Distrito Federal: la Policía Federal, el Estado Mayor Presidencial  y la SSP DF.
“Los trasladados no tienen un proceso integrado, no hay actas integradas. El Gobierno capitalino se está manejando con irregularidades. El primer día que fuimos al Ministerio Público número 50 fuimos intimidados por granaderos”, dijo el primo de Claudia Trejo, una de las jóvenes actualmente presas en el penal femenil de Santa Martha Acatitla.
Tras los disturbios registrados el sábado pasado, la Procuraduría del DF reportó la detención de 90 personas. Ayer fueron consignados 65 por el delito de ataques a la paz pública en pandilla.
Los inconformes arremetieron contra las autoridades del Distrito Federal afirmando que fue desde este nivel de gobierno que se ordenó la detención indiscriminadamente de personas sólo por el hecho de transitar en el primer cuadro de la Ciudad durante las protestas.

Se cuidan de provocadores

A diferencia del sábado, en la movilización para exigir la liberación de los “presos políticos” que se realizó del Ángel de la Independencia al Zócalo capitalino se cuidó cada detalle para evitar provocaciones violentas.
Aunque el contingente superaba las 2 mil personas no hubo empujones ni enfrentamientos. Nada de bombas molotov, piedras o palos. El tono más agresivo fue el de las consignas y pancartas de inconformidad.
“Hagan vallas de seguridad, no hagan huecos. No dejen meter infiltrados que provoquen y si hay alguien que agreda alcen la mano y digan no violencia”, expresó una mujer.
Sin embargo, después de los destrozos provocados en San Lázaro y en Avenida Juárez el sábado pasado, el dispositivo de seguridad desplegado por el gobierno del Distrito Federal incluyó un helicóptero y decenas de granaderos que se resguardaban detrás de sus escudos.

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