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Muestran actores el resultado de taller impartido por el director Atanasio Cadenas

Aurélie Daly

“¡Yo soy Ilian! ¡No, yo, soy Ilian! Yo soy yo soy yo soy… Natalia!” ¿Escena robada en un hospital psiquiátrico entre pacientes con patología de desdoblamiento de la personalidad o esquizofrenia ? No, solamente el work in progress titulado: ¿Quién soy ? que se presentó el domingo en Le Parisien en Acapulco. Este ejercicio escénico fue el resultado del taller teórico-práctico para actores y bailarines Elementos posdramáticos en las creaciones teatrales contemporáneas impartido por el director Atanasio Cadenas durante la semana pasada. Egresado del Centro Universitario de Teatro (CUT) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Atanasio es un joven multidisciplinario ya que es director, escritor e investigador. El proyecto se inscribió en el programa Minitemporalidad.es, generado con la beca de coinversión entre Jeanette Rojas Dib y el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca).
Como fue anunciado por Atanasio antes de empezar el taller, pensaba montar un fragmento de su obra Philoxenia o la torre de Babel, pero los actores cambiaron sus planes. “El objetivo era la aplicación en la escena de elementos posdramáticos como el deseo de investigar sobre su propio cuerpo otra manera para acercarse a la producción espectacular. En esta manera de pensar el teatro, el texto deja de ser central por lo que cuando me dijeron que querían escribir sus propios textos, recibí la propuesta como algo muy interesante”, explicó.
Los seis actores Ilian Blanco, Alet Rojas, Isabel Valdeolivar, Sandra Garza, Ricardo Vargas y Natalia Velazco Placencia se hundieron en el mundo de su propia identidad con este ejercicio teatral con una sola pregunta: ¿Quién soy?
A punto de irse a Francia para realizar un doctorado, Atanasio Cadena se dijo muy contento de su trabajo en Acapulco con este grupo de actores y detalló el proceso de creación de la obra.
“Cada actor dijo lo que quería decir, enseñó lo que quería enseñar y nada más, no obligué ninguno a hacer algo que no quería. La historia que cada uno cuenta es su propia historia, palabra por palabra”, declaró.
A fin de cuenta no son “personajes” en el sentido clásico del concepto, que el público ve en el escenario, son los actores ellos mismos, son las verdaderas personas que tienen en frente. Lo más relevante, fue que la creación teatral que se asomó, trascendió la temporalidad ya que dio de ver un hic et nunc, es decir un “aquí y ahora” en su fulgor temporal y espacial. La pieza representaba el estado de ánimo de los actores este domingo 2 de diciembre, día siguiente la toma de protesta de Enrique Peña Nieto, a las 6 de la tarde en Acapulco, frente a unas decenas de espectadores cómodamente sentados en los sillones rojos de Le Parisien. Otro hecho raro de esta presentación, cada espectador se vio requisar un zapato al empezar el show como para sentir su propia implicación en la obra. Efectivamente, la interacción entre actores y espectadores es un punto central en el teatro posdramático, sirve de guía a la creación teatral por lo que permite medir las reacciones del público y para acabar el juego interactivo, los actores aplaudieron al público al finalizar el espectáculo.
“Es muy importante aplaudir al público ya que es parte integrante de la obra. Estoy seguro que cada espectador vivió este work in progress de manera distinta porque lo que sucede en el escenario abre un juego entre las palabras pronunciadas por los actores y las propias historias y problemas de cada uno, como una resonancia interior”, subrayó.

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