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Masivo y emotivo adiós a Calero en la cancha del estadio del Pachuca

Óscar Cáliz / Agencia Reforma

Pachuca

Unos 10 mil aficionados se reunieron ayer en las tribunas del Estadio Hidalgo para dar el último adiós al arquero colombiano Miguel Calero, quien falleció el pasado 4 de diciembre tras sufrir dos trombosis.
En el césped, casi enfrente de su féretro, fueron colocados los trofeos que Miguel Calero levantó a lo largo de los 13 años que defendió los colores de los Tuzos.
Ahí estaban los cuatro títulos de la Liga mexicana (Invierno 2001, Apertura 2003, Clausura 2006, y Clausura 2007), las cuatro Copas de Campeones de la Concacaf (2002, 2007, 2008 y 2010), la Copa Sudamericana (2006) y la Superliga (2007).
En el sonido local se escuchaban las notas musicales de la canción “Tu Ausencia”, del salsero puertorriqueño Pedro Arroyo.
Las estrofas de la melodía fueron repetidas una y otra vez en los minutos previos a la llegada del ex futbolista y durante el recorrido que hicieron familiares y amigos, quienes iban cargando el ataúd del cafetalero.
A las 13:42 horas, el cuerpo de “El Cóndor” ingresó por el túnel del Hidalgo, dio una vuelta a la cancha del Estadio y después fue colocado exactamente en el centro.
La respuesta de los miles de aficionados presentes fue inmediata y el inmueble retumbó por la gran ovación que le dieron al máximo ídolo de los Tuzos.
Desde antes de que llegara, los miles de aficionados que acudieron al “Huracán” ya se habían entregado por completo al ex futbolista colombiano.
“No se va, no se va, Calero no se va”, “Gracias, gracias, Calero, esta banda no te olvidará”, “Venga, Calero, venga, Calero” se escuchó una y otra vez en el inmueble donde el colombiano vivió momentos de gloria.
“Miren miren qué locura, miren qué emoción, ya llegó Miguel Calero, llegó a Pachuca para ser campeón”, continuaron cantando los aficionados tuzos.
En las pantallas del “Huracán” se proyectó un video con los mejores momentos del ex guardameta y de viva voz la frase inolvidable que pronunció el pasado 22 de octubre de 2011, cuando se retiró.
“Si volviera a nacer, me llamaría Miguel Calero, sería portero y defendería a huevo los colores del Pachuca. Todo lo poco o nada que hice siempre lo hice pensando en Pachuca, me alejo del futbol activo pensando en lo que hice y no en lo que dejé de hacer, me voy feliz porque estoy sano y porque construí una gran familia, y esa gran familia son todos ustedes”, señaló quien entonces portaba el número 1 en su camiseta.
Mientras se celebraba la misa, a las 14:15 horas, el Reloj Monumental de Pachuca, máximo emblema de la capital hidalguense, dedicó un minuto de campanadas al ex capitán de los Tuzos, un honor que no había recibido ninguna persona anteriormente.
Así fue transcurriendo el último adiós para Miguel Calero, quien será cremado después de la misa masiva de cuerpo presente en el Hidalgo.
Al concluir la misa, en el sonido local se escucharon las estrofas de la canción “Amigo”, de Roberto Carlos.
“Miguel, si puedes tú con Dios hablar, pregúntale si alguna vez yo te he dejado de alentar”.

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