Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Cavila el español Fernando Savater ante universitarios sobre ética y filosofía

Julieta Riveroll / Agencia Reforma

Ciudad de México

Es más difícil ser razonable que racional. El filósofo Fernando Savater llegó a esa conclusión al definir la razonabilidad como la capacidad para relacionarnos con los seres humanos y la racionalidad como la habilidad para entendernos con los objetos.
“Los seres humanos somos evidentemente racionales, es decir, capaces de encontrar el mejor instrumento para llegar a un fin determinado. Pero, además de ser racionales, somos también razonables, porque nos enfrentamos a las personas”, dijo el escritor español.
Desde su punto de vista, la racionalidad avanza a pasos agigantados, y prueba de ello es que los instrumentos y el conocimiento del cosmos que tienen los seres humanos hoy son mucho más evolucionados que antes, pero lo razonable está “más atascado, no termina de despegar”.
Frente a una audiencia, compuesta en gran parte por jóvenes que hicieron largas filas para poder ingresar a la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario de la UNAM, Savater recordó que la ética representa el intento por buscar los mecanismos que vinculen mejor a los hombres.
“La lección de ética fundamental es que los seres humanos estamos destinados, no al cosmos, a nuestros semejantes. Y los semejantes son nuestra condena y nuestra liberación”, afirmó durante la conferencia magistral que ofreció luego de que Eduardo Bárzana, secretario general de la UNAM, diera una pequeña semblanza del ponente.
En varias ocasiones, Savater despertó las risas del público, como cuando señaló que no hay “moralómetros” que midan si antes había más moral que ahora. Basta revisar la historia y las obras literarias, filosóficas y religiosas, dijo, para darse cuenta que en ninguna época la gente ha alabado el comportamiento ético de la sociedad en la que habita.
“Borges tiene un cuento en el que hablando de un antepasado suyo dice ‘le tocaron, como a todos los hombres, malos tiempos que vivir. Nacemos rodeados de males, y todo lleva a pensar que vamos a morir rodeados de males, pero podemos al menos intentar que los males del final vengan después de haber resuelto los males que hubo al principio”.
Antes de comenzar la conferencia, el ensayista se manifestó emocionado por presentarse ante una sala llena de gente joven, se refirió a la “insólita generosidad y amistad” que ha encontrado en México desde hace 35 años y agradeció la invitación a José Narro, rector de la UNAM.
Savater habló también del objetivo de la educación democrática: crear a personas capaces de persuadir y ser persuadidas, es decir, capaces de expresar de manera inteligible y argumentada sus demandas sociales a los demás, y capaces de comprender la pertinencia de las demandas sociales de los demás.
“Si somos impermeables a la persuasión o incapaces de practicarla, estamos prácticamente bloqueados para el juego democrático”, opinó el autor de Ética para Amador y Las preguntas de la vida antes de tomar el avión que lo llevaría de vuelta a Madrid tras su visita a México, donde participó en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
El jubilado profesor de filosofía dividió a los seres humanos en creyentes y pensantes. Los primeros, señaló, creen lo mismo desde la cuna hasta el sudario. Los segundos, aceptan las novedades y son capaces de reconocer sus errores y cambian su forma de pensar. En su labor como docente intentó, precisamente, enseñar a atender y entender razones.
“Me halaga pensar que algo he podido aportar para que alguna gente diga: ‘oiga, leí su libro y gracias a él descubrí a Aristóteles, Séneca, Kant, Spinoza. Eso he querido ser, una puerta a través de la cual entre la mayor cantidad de gente posible en ese jardín de dudas, pero también de conocimientos y búsqueda incesante que es el mundo de lo razonable, el mundo de lo humano, el mundo que compartimos con los todos demás seres”.

468 ad