Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

En Guerrero se apuesta a que no funcionen los juicios orales, advierte especialista

Carlos Moreno A.

En Guerrero se apuesta a un retroceso en materia de justicia y a que los juicios orales no funcionen, para continuar con las mismas prácticas de aplicación de justicia, dijo en Acapulco el periodista Marco Lara Klahr.
Señaló que preocupa que por decisión de los legisladores, el gobernador Ángel Aguirre Rivero y el Poder Judicial, se pierdan siete de los ocho años establecidos para implementar el nuevo sistema judicial y se atrase la aplicación de la misma hasta el 2015.
Manifestó que parece que hay un interés especifico que tendría que ver con corrupción, ineptitud y la resistencia al cambio por parte de los encargados de aplicar justicia, para no implementar el nuevo sistema, en el cual se obliga a los actores y a los sujetos procesales a estar de frente al público, lo que significa una “mayor visibilidad y darse cuenta de un sistema corrupto que funciona con toda opacidad”, que además tiene una rentabilidad política.
El fundador y coordinador del Proyecto de Violencia y Medios del Instituto para la Seguridad y la Democracia, reprobó además las acciones de la Operación Guerrero Seguro (OGS), al señalar que sólo están basadas en el paradigma de “mano dura y cero tolerancia”.
También señaló que el ejercicio periodístico en el estado “es riesgoso, porque mientras mayor crisis de seguridad hay en un estado, mayor la vulnerabilidad de los periodistas”, por lo que los operativos de la OGS no reducen esta vulnerabilidad, sino sólo incorporan otro elemento de violencia.
Consultado el martes al término del “Taller para periodistas en el Sistema Penal Acusatorio”, que organizó el Poder Judicial de Guerrero y la organización “Así legal” por la defensa de los derechos humanos, Lara Klahr reprobó las acciones y estrategias que implementa la Operación Guerrero Seguro, al señalar que estas operaciones están basadas en el paradigma de “mano dura y cero tolerancia, con operaciones de impacto mediático”.
Indicó que la aplicación de las políticas de seguridad pública y la justicia penal se necesita basar en los derechos humanos, “estos operativos son shows, que no reducen la violencia en las calles, no reducen el crimen organizado, lo único que hacen es generar una contención social, y nosotros lo replicamos”.
Criticó que en el estado la violencia ha aumentado, porque al poner corporaciones policiacas en la calle sólo se quebrantan las garantías de las personas, “porque cuando tú sacas a la calle a policías, a fuerzas armadas, lo que estás haciendo es ampliar el nivel de distorsión social y quebrantamiento de garantías ciudadanas, y esto funciona mediante prevención, reducir la inequidad, reducir la brecha social, el acceso a los servicios y la prevención del delito”.
Señaló que el estado de Guerrero es uno de los estados más alarmantes con indicadores donde se marcan que la violencia ha aumentado y que se soluciona con la prevención del delito, reducir la inequidad, los accesos a servicios.
Agregó que en México “el sistema de justicia penal tiene capacidad para castigar apenas el 1 por ciento de los delitos del fuero común”.
Asimismo, aseveró que es riesgoso el periodismo en el estado de Guerrero, con base en los indicadores de violencia, “claro que es riesgoso, porque mientras mayor crisis de seguridad haya en un estado,  mayor es la vulnerabilidad de los periodistas”.
El periodista insistió en que esta vulnerabilidad no se reduce con los operativos realizados por las autoridades policiacas, ya que con estos solo agregan otro componente de violencia a la sociedad, “pero esta vulnerabilidad no se reduce con los operativos, no hacen más que incorporar otro elemento de violencia a la sociedad, no aportan nada, sólo alarman e intimidan, pero en los hechos no resuelven nada”.
Agregó que las autoridades policiacas con estas operaciones contra la violencia “no van al origen, se centran en la superficie”.
Comparó el riesgo que sufren los periodistas en Guerrero con los estados de Chihuahua, Oaxaca, Veracruz  y Tamaulipas, “y es riesgoso, aquí y en otras partes”.
Criticó el actual periodismo porque “nos obligan a producir un cierto tipo de contenido en políticas editoriales alarmistas y sensacionalistas, criminalizantes”, ya que generan desprestigio social.
Dijo estar convencido que debe cambiar la práctica del periodismo, el policial y judicial, “yo puedo sostener que las empresas de noticias son una fuente de violencia contra los periodistas por los malos salarios, o bajísimos honorarios, por las condiciones carísimas en las que hacemos nuestro trabajos, los periodistas nos hemos vuelto los que cubren seguridad y justicia, nos hemos vuelto mano de obra barata y desechable”.
Asimismo, el periodista consideró preocupante que sea hasta el 2015 cuando se empiecen a implementar los juicios orales en Guerrero, debido a que eso puede representar un retraso en la aprobación de las reformas al sistema en otros estado y  deja a los guerrerenses expuestos a la arbitrariedad, al abuso, corrupción e ineptitud con el que se maneja el sistema judicial inquisitorio que se aplica actualmente. (Mariana Labastida).

468 ad