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El fin de huelgas policiales en Río y Bahía allanan el inicio del Carnaval

DPA

Río de Janeiro

El fin de la huelga que realizaron las policías Civil y Militar y el Cuerpo de Bomberos en Río de Janeiro y Bahía, decretado ayer, allana el camino para que Brasil comience a disfrutar de su fiesta más tradicional y multitudinaria, el Carnaval, que inicia el 19 de febrero.
En Salvador de Bahía, en el noreste del país, la policía militarizada dio por terminada en la noche de ayer una huelga de 12 días, durante la cual la capital provincial y región metropolitana se vieron sumidas en una ola de criminalidad que dejó más de 150 muertos, varios policías detenidos y un rastro de temor que por momentos amenazaba con empañar el famoso carnaval bahiano, el más largo y concurrido del país.
Durante los 12 días de paralización, las tropas del Ejército asumieron el rol de la policía en el patrullaje de las calles, donde los saqueos, asaltos y atentados a vehículos militares cambiaron la rutina de la ciudad, llevaron al comercio a cerrar sus puertas, ahuyentaron a los miles de turistas que visitan diariamente la pintoresca ciudad y sembraron el pánico entre la población.
Los 12 líderes del movimiento gremial, que exigía aumento salarial, fueron presos bajo sospecha de haber promovido e incluso participado de los actos de vandalismo, con la intención de presionar al gobierno provincial a atender sus reclamos.
Hasta el jueves, los huelguistas permanecieron acampados en la sede de la Asamblea Legislativa, y sólo salieron de allí bajo la acción de efectivos del Ejército, que fuertemente armados desalojaron el lugar en medio a un tumulto.
La rápida acción del gobierno y de los respectivos comandos militares, que declararon ilegal la huelga, sumado a la llegada a la ciudad de unos 3 mil efectivos de las Fuerzas Armadas, fueron debilitando al movimiento huelguista, que acabó extinguiéndose y poniendo punto final a la paralización “por el bien de la sociedad””, según dijo un integrante del grupo que no quiso identificarse.
En tanto, en Río de Janeiro, la Policía Civil también anunció la suspensión de la huelga, que ya llevaba tres días, aunque advirtió que no la estaba cancelando.
“No estamos cancelando la huelga, sino suspendiéndola para evaluar el próximo miércoles los hechos que ocurrieron hasta ahora y deliberar sobre las próximas acciones”, dijo el director jurídico de la corporación policial, Francisco Chao.
El agente explicó que los motivos que llevaron a suspender la paralización son el temor manifestado por algunos policías con respecto a posibles acciones de delincuentes que aprovecharan la falta de patrullaje para delinquir y la poca adhesión que obtuvo la medida gremial.
Al igual que como ocurrió en Salvador, ocho bomberos y 17 policías, todos ellos dirigentes del movimiento gremial, fueron presos por mandato judicial bajo sospecha de protagonizar un motín e incitación a una paralización ilegal.
Sin embargo, en la capital carioca la paralización contó con una muy escasa adhesión, por lo que los comandos de las Policía Civil y Militar evaluaron que no era necesario recurrir a las tropas federales para patrullar las calles, y la población no se vio afectada.
De hecho, desde la noche del viernes y a lo largo de todo el día de ayer, aún antes de ser suspendida la huelga, los tradicionales desfiles callejeros que preceden al inicio oficial del Carnaval arrastraron a millares de personas a las calles, imponiendo el espíritu carnavalesco sin que se registrara ningún tipo de incidente derivado de la paralización policial.
En ese sentido, el propio gobernador de Río, Sergio Cabral, afirmó el viernes que el Carnaval sería tranquilo en cada rincón del país.
“No tengo la más mínima duda de que el Carnaval será muy tranquilo, en Bahía, en Río de Janeiro y en todos los estados”, expresó.

Escuadrones realizan exterminios durante la huelga

Grupos de paramilitares aprovecharon la huelga policial para exterminar mendigos, usuarios de drogas y cabecillas de grupos delictivos en barrios periféricos, informó la Policía Civil.
En declaraciones que divulga el diario Folha de Sao Paulo, el director del Departamento de Homicidios y Protección a la Persona, Arthur Gallas, las “milicias” aprovecharon la reducción del patrullaje policial que provocó la huelga para “limpiar el área y matar a quienes estaban molestando”.
Según surge de investigaciones realizadas por el servicio de inteligencia de la Policía Civil, de los 157 homicidios que tuvieron lugar en Salvador y región metropolitana desde que comenzó la paralización en demanda de mejoras salariales, al menos 38 fueron perpetrados por agentes policiales.
Según Gallas, existen “evidencias” de que las milicias, grupos de paramilitares financiados por comerciantes para mantener el orden, vienen operando, entre otras regiones, en el Suburbio Ferroviario, populoso y violento aglomerado de favelas de Salvador.

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