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No hay la intención de mejorar las condiciones en Ayotzinapa, sino volverla neoliberal, dice dirigente

Lourdes Chávez

 

Chilpancingo

 

El dirigente de la normal rural de Ayotzinapa, Diego Castro Domínguez, aseguró que a pesar del anuncio de que se transformará la escuela, la secretaria de Educación, Silvia Romero Suárez, no tiene intención de mejorar las condiciones de estudio de los alumnos, y es corresponsable de las ejecuciones extrajudiciales del 12 de diciembre, porque no atendió sus demandas de educación y empleo el año pasado.

Consultado vía telefónica, denunció que la funcionaria siempre ha solapado a la planta de maestros, cuando se confirmó que no tienen perfil para la enseñanza, “nosotros queríamos invitar a varios intelectuales para que se incorporaran a la escuela, para que fortalecieran los estudios, pero ella decía que no tenía dinero para eso”.

Por otro lado, el secretario técnico de la Red Guerrerense de Derechos Humanos, Manuel Olivares Hernández, recriminó que la funcionaria señale a los estudiantes por la retención de autobuses del servicio público o robo, si el gobierno no está atendiendo demandas fundamentales, “eso indica que las autoridades no conocen ni el ABC de los derechos humanos y eso se transforma en autoritarismo”.

Sin embargo, coincidió en que son necesarios los cambios, siempre que no se afecte el sentido social del normalismo rural.

Castro Domínguez indicó que la transformación de la escuela es algo que se tiene que discutir con la base estudiantil, porque no va a permitir que la reforma se aleje del contexto del normalismo rural; “es algo que se está trabajando, pero la funcionaria saca esas declaraciones porque le decimos que ha sido incapaz de atender las demandas estudiantiles, es una estrategia para criminalizarnos como estudiantes, de dar a conocer una imagen que es falsa”.

De la Red Guerrerense, Olivares Hernández indicó que de alguna manera debe haber cambios en la institución educativa, pero sin perder la esencia de la escuela como internado, de la entrada a los hijos de campesinos, indígenas y sectores marginados, donde se van a formar maestros con un sentido crítico, que van a servir en Guerrero o cualquier estado del país.

No obstante, dijo que preocupa el anuncio de transformación de la escuela, porque se maneja en términos tecnocráticos, y en esa visión las escuelas de carácter social no tienen cabida, sólo aquellas de carácter más técnico, “más acorde al modelo económico que estamos viviendo, donde las reformas y transformaciones son tendientes a deshumanizar, a preparar mano de obra barata y reproducir la manera de pensar de los empresarios”.

Sobre los señalamientos de que los estudiantes roban y retienen autobuses, que la secretaria no había mencionado antes, opinó que el problema de fondo es que no existe una política por parte del Estado para garantizar el cumplimiento de los derechos humanos de todos los habitantes del país, no hay oportunidades para niños, jóvenes, indígenas, para los sectores marginados, no hay garantías ni derechos cumplidos, y en ese contexto, “desgraciadamente la SEG y otros funcionarios criminalizan a los muchachos, cuando se trata de una lucha por sus derechos”.

Reiteró que se necesitan políticas que garanticen el acceso a la educación y al trabajo para evitar que se conculquen otros, porque los derechos son indivisibles, cuando se lesiona uno, se lesionan todos.

Los estudiantes de la normal rural se trasladaron a Atoyac para acompañar a la familia de Alexis Herrera Pino, uno de los estudiantes ejecutados en la Autopista del Sol, el 12 de diciembre del año pasado.

Se explicó que sus padres eligieron esta fecha para celebrar el cabo de año de su hijo, una tradición del pueblo para honrar a sus muertos. El acto termina hoy, luego de velar la cruz, que llevan con las flores de su altar al panteón.

Un día antes, esta ceremonia se realizó con los padres y familiares de Gabriel Echeverría de Jesús en el municipio de Tixtla.

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