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El secretario y los policías del caso de los peregrinos, libres

Carlos Moreno A.

 

 

Luego de que fuera detenido la madrugada del jueves tras la agresión que sufrieron peregrinos por parte de policías municipales que les dispararon el miércoles por la noche, el ex secretario de Seguridad Pública, José Manuel Rodríguez Morales, fue liberado tras el pago de una fianza de 71 mil pesos.

El ex funcionario consideró que “cuando uno cumple con su deber debe de ser digno de todo el apoyo y si ese apoyo no existe creo que no tendría nada que hacer en el municipio”.

Informó que los calibres de las armas que se dispararon en el lugar no coinciden con el calibre de las armas de los policías municipales.

Consultado en los separos en la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) tras ser liberado, Rodríguez Morales con lágrimas en los ojos dijo sentirse “molesto, trastornado, decepcionado” por lo ocurrido.

Al preguntrale si consideró que el gobierno municipal le dio la espalda y no lo apoyó, respondió que: “Júzguenlo ustedes,  juzguen nuestra situación, juzguen la situación en que estamos, mis policías tienen que estar consiguiendo dinero en este momento”.

Consideró que “Cuando uno cumple con su deber debe ser digno de todo el apoyo y si ese apoyo no existe creo que no tendría nada que hacer en el municipio de Acapulco”.

Aseguró que no quedará contento hasta que no se comprueben los hechos: “ no quedaré contento hasta que esto se compruebe” y dijo que ha estado al pendiente de las manifestaciones  y que “ la seguridad pública debe ser completamente ajena a la política, mientras tengamos involucrada la política con la seguridad pública el municipio de Acapulco no avanzará”.

El ex funcionario insistió en que el calibre de las armas de los policías no coincide con el calibre de las armas que fueron disparadas en el lugar; “los cascos que se encontraron son 2.23 y mis policías usan 7.62. Se nos hicieron pruebas de radizonato y pruebas de balística y todos salimos negativos”.

Agregó que “sin embargo, nos estaban informando que el día de hoy (ayer) nos consignan al reclusorio, juzguen ustedes”.

Contó lo sucedido ese día y dijo que los 10 policías detenidos y que se encontraban con él en los separos de la PGJE estaban atendiendo un “llamado ciudadano” para detener a un “extorsionador de autobuses”.

“Yo caminé con los 10 que están allá dentro, caminé hacia el Palacio Federal buscando sospechosos y cuando regresamos al negocio que está en la esquina oímos disparos, algunos de mis policías corrieron por la parte baja y yo corrí por las escaleras”, indicó.

Agregó que un matrimonio había escuchado disparos en la calle Juan R Escudero, por lo que acudieron al lugar, pero que “había un caos, habías dos policías no sé de qué dependencia, pero no logré identificarlos porque había una tensión muy fuerte en la calle”.

“Estaban forcejeando con un muchacho (los policías), el muchacho logró zafarse, corrió yo lo reduje, lo detuve y en ese momento llegó un familiar, me dijo que era su tía y que lo dejara por favor, es mi sobrino”, dijo.

Indicó que procedió la señora a tranquilizar al joven y después fue entregado con ella.

Explicó que las personas que se encontraban en el lugar le enseñaron a “ una persona que se le veía sangre en un hombro, lo invité a que se sentara, le presté apoyo, pedí auxilio por radio para que se enciara una ambulancia, pero la gente seguía molesta y ordené a toda la policía que se retirara, se replegara, únicamente me quedé con un policía que no logro identificar, los demás los retiré para evitar que se hiciera un problema mayor con los peregrinos”.

Posteriormente indicó que había otra persona herida, “fui a verlo y volví a pedir el apoyo con ambulancia, la retiramos”.

Aseveró que permaneció “un buen rato platicando con la gente, pidiendo que se calmara, me acusaban de que deje escapar a policías federales y de que estaba protegiendo a policías municipales, les dije a ellos que yo no tengo la facultad de detener policías federales y que si había que dar la cara era por la policía municipal”.

El ex jefe policiaco relató que le pidió calma a las personas y evitar que se generara mayor violencia, “les puedo asegurar que de no haber intervenido los muchachos (policías) que están allá arriba hubiera habido consecuencias mayores”.

Afirmó que él fue quien llevó a los policías y que él mismo se presentó en la PGJE voluntariamente, “a mí nadie me trajo aquí, yo traje a los policías que estaban conmigo y nos presentamos voluntariamente”.

Y con la voz entrecortada señaló que “como yo sé que la gente que está ahí detenida y yo no tenemos nada que ver, porque voluntariamente nos presentamos aquí y estamos así todos allá arriba desde hace tres días, viviendo en condiciones infrahumanas por cumplir con nuestro deber, por haber evitado que hubiera una masacre de gente”.

Rodríguez Morales fue detenido la madrugada del jueves cuando acudió a declarar al Ministerio Público y entregar las armas, pero fue liberado al ser pagada una fianza de 71 mil pesos, informó el presidente del Grupo ACA, José Luis Gallegos, quien fungió como abogado defensor y que dijo que los 10 policías detenidos pagaron 29 mil pesos por cada uno. Aunque otra versión es que pagaron 40 mil pesos.

El ex titular de la dependencia fue liberado a las 3:30 de la tarde de ayer y los 10 efectivos detenidos, de los cuales dos son escoltas del ex jefe policiaco y marinos, quienes salieron después de las 11 de la noche.

El ex secretario abrazó a los policías y les dijo que habían cumplido con su deber al presentarse ante el MP y que no se sientan ofendidos, asimismo les informó que se localizaron dos armas que no pertenecen a sus grupos.

Rodríguez Morales se encontraba en el interior de los separos de la PGJE, que estaba lleno de detenidos, entre ellos los 10 efectivos quienes portaban ropa de color.

El ex jefe policiaco se encontraba con el uniforme de la Policía municipal, sin rasurar y con el rostro preocupado.

El miércoles, poco antes de las 8 de la noche, tres comerciantes del Mercado Central que iban en una peregrinación a la Catedral del Zócalo resultaron heridos por disparos de policías municipales cuando éstos trataron de quitarles los cohetes que llevaban, lo que originó que los vendedores bloquearan por más de dos horas la avenida Cuauhtémoc, frente a la tienda Woolworth, para exigir la destitución del secretario de Seguridad Pública municipal.

Un día después, unos 400 comerciantes y taxistas protestaron en el Palacio Municipal y bloquearon las avenidas Cuauhtémoc y Costera, encabezados por el presidente del Colegio de Abogados Penalista, Alfredo Pérez Zárate, para exigir justicia para los tres vendedores del Mercado Central.

Asimismo demandaron que se finquen responsabilidades al director de la Policía Turística, Julio César Hernández Gómez, y que el director de Protección Civil municipal, Efrén Valdés Ramírez, sea investigado.

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