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Cierra el Festival de Jazz de Acapulco con dos invitados de lujo en vibrante concierto

Aurélie Daly

Definitivamente el mejor acto que haya conocido Acapulco estos últimos meses el Festival Internacional de Jazz se clausuró ayer por la noche en el auditorio al aire libre de Sinfonía del Mar con dos invitados de lujo, el excelente saxofonista Rodolfo Popo Sánchez y la cantante Yekina Pavón. Frente a un anfiteatro casi lleno Popo Sánchez y sus músicos abrieron el show con Abril en México y Bienvenida, tema de inspiración muy personal para el saxofonista. “Escribí este tema cuando mi hija llegó en este mundo en magnífico estado”, precisó. Posteriormente Popo interpretó en el saxofón soprano el tema Muchachas mexicanas, fusión de varios estilos, con sabor al sur por sus ritmos latinos. Saludó al los hermanos López que lo acompañaban en primera y segunda trompeta.
“Participé a uno, dos o tres festivales de jazz en Acapulco, no recuerdo y hace tres o cuatro años que tengo el gusto de estar invitado en esta ciudad con nuevas propuestas y nuevos números. Tengo muchos recuerdos en esta ciudad, antes de que nacieran la mayoría de ustedes, recuerdos de estas arenas bellísimas que son un bendición de dios. ¡Les quiero felicitar para el escenario de fondo que nos pusieron! No quisiera dejar más tiempo sin mencionar al guitarrista que hace parte de los mejores del país, que tocó ayer por la noche, Cristóbal López, Cris Lobo. El guitarrista que me acompaña también es uno de los mejores, en un estilo muy diferente de Cris Lobo. Cada uno lo suyo. Les aconsejo que si van al Distrito Federal y quieren escuchar jazz, que vayan al Blue Monk. Ahora el baterista, Mario García, que tocó ayer con Cris Lobo nos va a trasladar a otro lugar con sus tambores”.
Con mazos el baterista lanzó un ritmo endiablado al que se juntó el sax soprano de Popo en una improvisación de estilo oriental a modo de introducción al famosísimo tema Caravan de Duke Ellington. De la trompeta al sax pasando por la batería y el teclado cada músico regaló al público una improvisación de excepción.
“Lo estamos disfrutando mucho y qué bueno que logremos transmitir nuestras emociones. Estoy muy agradecido con las personas que han trabajado para que se realice esta gran idea. Felicito a los organizadores por este magno festival porque no en todas las partes se logra y además con un escenario de lujo. Es un festival que debe perdurar, es una de las mejores manifestaciones del bajo mundo o primer mundo como dicen. A un grande de la música a quién un periodista le preguntaba lo que se necesitaba para tocar jazz, contestó, primero el conocimiento de la música, segundo el dominio del instrumento pero sobre todo esto, al enseñar su corazón. Me siento muy cerca de esta visión de la música que es una maravillosa oportunidad de ser libres y de manifestar sus emociones. Por ejemplo fui a Japón y no hablo japonés pero con los músicos estábamos como si nos hubiésemos conocido desde siempre, gracias a la música. Todos compartimos la misma inquietud de proponer cosas diferentes, por eso saludo al grupo que toco antes de nosotros que ni siquiera me acuerdo el nombre pero tocan maravillosamente y son de aquí, orgullosamente de este municipio”, contó Popo.
Propusieron los músicos su versión de la Suite española de Agustín Lara con Roberto Arballo a la guitarra acústica en el puro estilo español tintado de arabismo por el sonido del saxofón soprano de Popo.
Al acabar el tema Popo Sánchez presentó a sus músicos, que recibieron una ovación de parte del público, los hermanos López a la trompeta, Juan Manuel López y Francisco Panchito López, Jorge Pacheco en el teclado, Gerardo García en los tambores, Jesús Sánchez Puebla en el bajo, Roberto Arballo Betuco en la guitarra y Mario García en la batería.
La conductora del festival, Ella Laboriel, al acabar el concierto de Popo Sánchez se exclamó: “¡Qué barbaridad! ¡O dios mío! Estoy agotada de emoción. No se vaya maestro, le vamos a dar un reconocimiento. Subieron al escenario, la presidenta del patronato del Desarrollo Integral de la Familia, Claudia Walton, el presidente, Luis Walton, el secretario de Desarrollo Social, Rodolfo Monreal Ávila, el subsecretario de Desarrollo Humano, Armando Muñoz Leal, el secretario del Sindicato Único de Trabajadores de la Música, Enrique Serrano y el director de Fomento a la Cultura, Gabriel Brito para entregar el reconocimiento a los músicos;
Ella se emocionó mucho al presentar a “una de las mejores voces en México con una voz con colorido y fuerza, una voz única y una gran mujer que nació en Tabasco y participó en muchos festivales en la República, el Riviera Maya Jazz Festival, el Cervantino en Guanajuato, en el Festival de Mazatlán y de Veracruz entre otros, Yekina Pavón”.
La cantante saludó también a su amiga de muchos años, Ella Laboriel. “Voy a cantar una canción que se convirtió en mi símbolo porque con ella yo te dijo… lo más que me gustas”. Interpretó de maravilla Un canto a la vida, calcada en el tema de Georgia on my mind de Ray Charles. Deleitó a todos con su interpretación de México lindo y querido seguida de Cielito Lindo.
“Siempre he tenido la suerte de musicar con los mejores músicos y quiero saludar al excelente guitarrista que conocí hace unos 35 años cuando era un jovencito, güero con su pelo bien arreglado, Cris Lobo. El tiempo pasa y yo sigo igualita y más llenita”. Al saxofonista Rodolfo Sánchez le declaró: “Maestro Popo Sánchez, te quiero y te admiro”
“Les voy a cantar una canción que canté hace tiempo, me encantó desde la primera vez y la volví a cantar porque todos tenemos Algo que decir”. Entre scat e improvisación deslumbró a todos con su voz, su personalidad y su sensibilidad únicas.
Al acabar su show Yekina Pavón felicitó al gobierno municipal “muy comprometido con la cultura” y para responder a la llamada del público volvió a cantar su símbolo, Un canto a la vida.
En entrevista la cantante explicó que su primera impresión en el festival de jazz en el que participaba por primera vez fue de encontrar a su amiga Ella Laboriel. “Las cosas que se hacen en Acapulco son muy bien hechas. Realizar un festival que dura tres días en menos de tres meses es una proeza. Estoy muy agradecida por el nuevo gobierno de este maravilloso país porque están apoyando a la cultura. A la medida del sonido fuerte del mar, de esta música natural, va a renacer Acapulco. Yo vivo en Cuernavaca desde hace unos años y se dicen muchas cosas en la actualidad pero yo, no lo ha visto, yo vivo en paz en un lugar donde todo es violencia”.
Ella Laboriel reaccionó a esta palabras. “Yo tengo tres meses viviendo en Acapulco y con los Miércoles Tropicales en el Zócalo y el festival Fandangro, todos salieron a la calle. Acapulco está en paz con un gobierno que sí apoya a la cultura”.
Para concluir Yekina Pavón se dijo muy agradecida por haber sido invitada. “Gracias por creer en esta tierra tan hermosa que trae vida. Es tiempo de reunirnos de nuevo para cuidar a nuestro lugar”, declaró.
Lo que dio más gusto en estos tres días de conciertos de jazz, fue de ver la felicidad compartida de los músicos de venir a tocar en Acapulco y es la mejor prueba, sin más comentarios, de los logros de este festival.

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