Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Para enfrentar la desnutrición en México hay que abandonar la visión asistencialista

Georgina Montalvo / Itxaro Arteta / Agencia Reforma

Ciudad de México

Para enfrentar el problema de desnutrición en México, que según la Encuesta Nacional de Nutrición 2012 afecta a más de millón y medio de niños, se requiere abandonar la visión asistencialista que sólo reparte alimento y crear un programa integral.
Así lo consideró en entrevista José Ignacio Ávalos, presidente fundador de la organización Un Kilo de Ayuda que ayer publicó un comunicado en varios periódicos dirigido al presidente de la República, Enrique Peña Nieto, para pedirle que la Cruzada Nacional contra el Hambre, promovida desde la Secretaría de Desarrollo Social, tenga como prioridad la meta de lograr niños con capacidades plenas de desarrollo físico, intelectual y emocional.
“(El programa) Oportunidades ha logrado aumentar la talla de niños al ingresar a la primaria en un centímetro, pero no ha contribuido al aprovechamiento escolar, ni ha contribuido al desarrollo neurológico ni psicoafectivo de los niños”, dijo.
Por esa razón, señaló necesario que el tema de nutrición se aborde más como un asunto de salud que asistencialista.
“La operación de programas tiene que estar en Sedesol, pero la rectoría de una intervención nutricional tendría que estar en el sector salud, es importante que la visión se ponga en lograr no niños altos, sino niños brillantes”, insistió.
Ávalos asegura que Un kilo de Ayuda cuenta con pruebas científicas suficientes de que el abordaje integral de la desnutrición da mejores resultados que sólo proveer de alimento a las comunidades.
“Tenemos evidencia generada en más de 280 mil niños de 0 a 5 años que muestra que hay componentes como la estimulación temprana o la atención a problemas de anemia que impactan en dos terceras partes del desarrollo del cerebro, mientras que otros factores, como la comida, impacta en sólo una”, explicó.
Otro dato que revela la ineficacia de los programas asistencialistas, desde el punto de vista de Ávalos son los indicadores de la Prueba PISA en México.
“Ésta mide a los niños de 15 años que siguen en la escuela, que son sólo el 46 por ciento, y de esos sobrevivientes, PISA nos dice que el 51 por ciento de los niños está en niveles de uno o abajo de uno, y eso está directamente relacionado con la capacidad neurológica; entonces, si queremos mover al país en temas de la agenda educativa, de competitividad y de desarrollo humano, es aquí donde hay que intervenir para lograr incrementar las capacidades y eso se hace en la primera infancia”.
Aunque reconoce que México cuenta con la infraestructura intelectual para desarrollar un programa exitoso, señaló que éste se frena debido a la desarticulación entre instituciones de investigación, académicas y de salud.

Rechazan ONG reparto de despensas

La propuesta de implementar una cruzada nacional contra el hambre en los primeros 60 días de la administración y para la que Enrique Peña llamó a colaborar a ONG, empresas y todos los interesados es una oportunidad para elaborar una estrategia alimentaria más efectiva, coincidieron especialistas.
Advirtieron que es urgente tratar a las comunidades no sólo como beneficiarios de despensas sino como actores para su propia superación de la pobreza y llamaron a revisar las actuales estrategias.
El director de Gestión y Cooperación Social (Gesoc), Alejandro González, celebró en principio este anuncio.
“Es una meta clave, porque por ejemplo, cuando inició el sexenio de (Felipe) Calderón, teníamos aproximadamente 14 millones de personas que vivían en pobreza alimentaria; en el plan sexenal de Desarrollo Social se propuso reducirla en 30 por ciento. Bueno, no sólo no se redujo, sino que terminamos el sexenio con 18 millones. Es decir, es uno de los rezagos más lacerantes e inadmisible en una economía del tamaño de México”, consideró.
Sin embargo, se preguntó cómo va a funcionar, pues durante casi los 6 años pasados operaron Oportunidades, el Programa de Apoyo Alimentario (PAL), el de alimentos Diconsa y de leche Liconsa, y no lograron abatir el problema, entonces lo que se proponga debe ser más efectivo y no dispersar más los esfuerzos.
La cruzada nacional contra el hambre es una propuesta que ya había sido planteada en la Cumbre Ciudadana, explicó Odín Rodríguez, encargado de alianzas estratégicas de The Hunger Project.
“No sé exactamente cómo lo quieran manejar. Lo que nos contestaron como Cumbre Ciudadana fue que quieren repartir despensas y ampliar la cobertura de Oportunidades. O sea, quieren hacer llegar a las personas más pobres despensas, asistencia alimentaria, de tal manera que ellos puedan tener consumo asegurado”.
–¿Y ustedes estuvieron de acuerdo?
“No de esa manera; nosotros tenemos otras propuestas. Creemos que debe ser una estrategia transversal y que se debe abordar de distinta manera el problema en zonas rurales que en urbanas”.
Rodríguez indicó que la solución debería incluir la cuestión de la agricultura: lograr la soberanía alimentaria del país, apoyar a los pequeños productores a que puedan generar su alimento en lugar de dárselos, además de que si se trata de entregar dinero en efectivo, pueden gastarlo en productos industrializados de peor calidad nutricional.
Criticó que el gobierno suele tratar a las comunidades sólo como beneficiarios en lugar de pensarlos como actores para su propia superación de la pobreza.
En el mismo sentido, el propio director general de Atención a Grupos Vulnerables de Sedesol, Ramiro Ornelas, comentó que seguramente la propuesta implicará un esfuerzo de coordinación de acciones que no se limitará a repartir despensas, pues eso sólo se hace en momentos de emergencias y no resuelve a largo plazo.

468 ad