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En pésimas condiciones por las obras del Acabús reabren a la circulación la Costera

Yee Trujillo

Aunque los carriles con dirección Caleta-Zócalo de la a venida Costera fueron reabiertos a la circulación desde la tarde del domingo, las banquetas, camellones y retornos fueron dejados en pésimas condiciones por los trabajadores de las obras viales del Acabús, además de que los registros o alcantarillas no tienen rejillas o tapaderas.
En la avenida Cuauhtémoc, las obras siguen provocando caos vehicular entre las calles Bernal Díaz del Castillo y Juan Sebastián Elcano, así como entre el paso elevado Bicentenario y la entrada del Maxitúnel.
Sin importar la mala imagen que dará a los turistas durante la temporada vacacional, en la avenida Costera, unos 12 retornos ubicados entre el Zócalo y Caleta están en obra negra, con zanjas de terracería u obstruidos por señalamientos que quedaron mal colocados, e incluso el retorno ubicado en el cruce con la avenida La Suiza se encuentra obstruido por algunos tabiques esparcidos.
Frente al Zócalo, en el camellón central de la avenida Costera se observaron varillas expuestas que podrían provocar un accidente a los turistas o acapulqueños que caminen por el lugar, así como mangueras de plástico, zanjas u hoyos en los camellones, registros y alcantarillas de más de un metro de largo sin tapaderas rodeadas de vallas de plástico y guarniciones de las banquetas destrozadas. Entre el Jardín del Puerto y la terminal marítima, dos de los cuatro carriles fueron dejados en terracería, lo que provoca grandes polvaredas.
Cerca de la playa Manzanillo, entre el parque Ernesto García Moraga y el parque de Los Lavaderos, se observaron más de 10 registros abiertos, tuberías abandonadas sobre la banqueta y escombro, así como dos rocas de más de un metro y medio de diámetro, tierra y gravilla sueltas en la entrada de la calle Ernesto García Moraga.
A unos metros del lugar, en los cajones de estacionamiento ubicados frente al parque Ernesto García Moraga también se observó una abundante fuga de agua potable que, de acuerdo con los vecinos, comenzó ayer por la mañana porque los trabajadores del Acabús cambiaron las tuberías de cobre por tuberías de manguera que quedaron tiradas sobre la calle y ayer se rompieron por el paso de los vehículos.
En la plazoleta ubicada entre el Paseo del Pescador y la playa Tlacopanocha, los trabajadores dejaron unos tres postes del alumbrado público tirados, al igual que montones de varillas y fierros. Entre esta plazoleta y la cancha de la CROM se observaron otros cuatro registros abiertos que inhabilitaban uno de los dos carriles.
La mayor parte de las banquetas y camellones se encuentran destrozados, principalmente cerca del barrio de La Bodega, el Paseo del Pescador, la avenida La Suiza y el parque de Los Lavaderos. A unos metros de la Costera, en la calle Sendal del barrio de Tambuco, decenas de tubos de unos diez metros de largo fueron abandonados ocupando dos carriles de la vialidad.
Ayer por la mañana, casi al llegar a las playas Caleta y Caletilla, cerca del cruce con la Gran Vía Tropical, los meseros de los restaurantes cercanos se regaban la vía para tratar de controlar las polvaredas que ocurren por un tramo de terracería de unos seis metros que quedó inconcluso; “no tiene ni cemento, nada más abrieron y así dejaron, puras chanderas hicieron”, lamentó uno de los comerciantes cercanos mientras limpiaba el polvo del mostrador de su negocio.
“Les faltó mucho, por ejemplo ahí no echaron concreto, ahí nada más taparon con tierra y ahí lo dejaron, así que pasan los carros y el polval que se avienta”, criticó el señor Moisés De los Santos Domínguez, quien se quejó porque durante las obras, las ventas se redujeron hasta en un 50 por ciento.
Por la liberación de los carriles con dirección Caleta-Zócalo, durante las mañanas el tramo ya solo se recorre en unos cinco minutos, a diferencia de los 50 minutos que hacían los vehículos en hora pico durante las últimas semanas, cuando por las obras viales provocaron que los automovilistas fueran desviados hacia la avenida Adolfo López Mateos.
“Estamos contentos porque antes desviaban los camiones por (el hotel) Flamingos y todo eso molestaba pues al turismo, no llegaba por el tráfico y todo eso y ahorita pues ya estamos contentos de que la gente va a continuar llegando a Caleta”, comentó un prestador de servicios turísticos.
Sin embargo, en la avenida Cuauhtémoc el caos vehicular continúa y choferes de camiones urbanos de las rutas Maxitúnel y Garita-Vacacional aseguraron que en horas pico tardan hasta dos horas en recorrer la vialidad entre los fraccionamientos Hornos y El Roble, mientras que antes del inicio de las obras el mismo tramo se recorría en menos de 40 minutos.
“Nos hacíamos unos 30, 40 minutos pero ahora nos hacemos hasta el doble y en las noches el asunto se nos pone peor”, comentó uno de ellos.
Entre las calles Bernal Díaz del Castillo y Juan Sebastián Elcano todos los carriles con dirección Garita-Centro continúan en construcción, así como el encauzamiento de un canal de aguas negras, por lo que los vehículos circulan en los dos carriles en dirección contraria. La circulación de las calles aledañas para incorporarse a la Cuauhtémoc se encuentra bloqueada, con excepción de la calle Niños Héroes.
Por este cambio de circulación, los vehículos que se dirigen de la colonia Centro a la colonia Garita son desviados en la esquina de la calle Sebastián Vizcaíno, hacia la calle Andrés de Urdaneta, hasta llegar al parque Papagayo, en donde nuevamente se incorporan a la Cuauhtémoc por la calle Juan Sebastián Elcano.
Entre el puente elevado Bicentenario y la entrada del Maxitúnel, el tráfico vehicular se genera porque todos los carriles centrales se encuentran en construcción y decenas de vehículos tienen que transitar por los carriles laterales de la Cuauhtémoc.
Por otra parte, en las obras de remodelación de la Costera que también fueron detenidas por la temporada vacacional, se observaron varios montones de escombro entre el cruce con la calle Cinco de Mayo y el parque de La Reina, en donde también se observaron varios bultos de cemento que fueron dejados por los trabajadores. Cerca de la Vía Rápida, frente al centro nocturno Copacabana se observó un poste de concreto tirado sobre la vialidad.

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