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Ayuda para remodelar el centro histórico de Chilpancingo, pide el alcalde a Peña

Hugo Pacheco León

 

Chilpancingo

 

El alcalde de Chilpancingo, Mario Moreno Arcos, y un representante de esta ciudad, Mauricio Leyva Castrejón, pidieron al presidente Enrique Peña Nieto cumplir con el viejo anhelo de abastecimiento de agua potable, cultura, modernización e infraestructura urbana.

Primero en intervenir en el acto de toma de protesta del Consejo Consultivo para el festejo del Primer Congreso de Anáhuac, realizado en la Sala de la República de la Casa Guerrero, nervioso ante el presidente, el alcalde de Chilpancingo por segunda ocasión, Mario Moreno, dijo: “Para  todos nosotros es motivo de especial alegría y satisfacción, que hoy nos honre con su visita a tan sólo unos días de haber asumido la alta responsabilidad con que el pueblo de México lo distinguió”.

“Reconocemos en este gesto suyo, que no olvidaremos jamás, la clara voluntad, disposición y cariño por este pedazo de tierra suriana”, recalcó emocionado Mario Moreno.

Echando mano al viejo estilo discursivo del PRI, enfatizó: “Su presencia es un gran estímulo y privilegio para todos nosotros. No nos equivocamos, es usted un hombre de palabra que promete y cumple. A Chilpancingo le prometió regresar y ha cumplido. Nuestro aplauso y reconocimiento por ello”.

“Tenemos aún la muy grata memoria de su visita a Chilpancingo, con la que dejó sembrada una enorme esperanza entre los habitantes de nuestra capital que confiamos plenamente en que habrá de ayudarnos a resolver al fin uno de nuestros más grandes anhelos: que los capitalinos contemos con el servicio de agua de manera regular”, indicó.

Explicó que el del agua “es un proyecto muy ambicioso para la capital, que hasta el día de hoy cuenta con avances importantes que se han logrado gracias a la solidaridad y apoyo del estado”.

“Sin embargo, señor, necesitamos la mano solidaria de nuestro amigo, el presidente de México. Todos aquí conocemos su visión sobre un país diferente; un país que mira hacia adelante, que construye, que suma y que enfrenta los retos con energía, pero sobre todo, con verdadera convicción, liderazgo y capacidad de respuesta”, dijo.

Sin reparar en elogios, Moreno Arcos agregó: “Desde nuestra modesta trinchera, cuente con nosotros para impulsar los cambios que el país necesita en una alianza de fondo, sin cortapisas, sin dobleces, sin disimulos ni simulaciones. Estamos con usted, señor presidente. Ni un paso atrás”.

Mario Moreno aprovechó para hacer una solicitud: “A casi 200 años de que este extraordinario hecho histórico para nuestro país tuviera lugar, surge como nunca entre quienes aquí vivimos, la aspiración y empeño por cambiar el rostro de nuestra ciudad y remodelar el centro histórico de la capital de los guerrerenses que tanto aportó a la historia de México”.

E informó: “Nuestro amigo el señor gobernador ya ha empeñado su palabra en esta tarea de reconstrucción de nuestro centro histórico como lo hicieron en su momento otras ciudades capitales como Campeche, Mérida o Morelia, pero queremos que usted, nuestro amigo presidente, forme parte de esta gran transformación que Chilpancingo merece, y que para nosotros será uno de los signos distintivos de su gobierno”.

Y lo invitó: “Que sea esta la ocasión para extenderle la más cordial invitación a la conmemoración del Bicentenario a celebrarse el 13 de septiembre del próximo año”.

Acompañaron al alcalde Mario Moreno, sus antecesores, Magdalena Vázquez y Alberto Ramos Castro.

 

No hay tiempo para “palabras huecas”

 

Luego, el segundo en intervenir, a nombre de la sociedad de Chilpancingo, fue el ciudadano Mauricio Leyva Castrejón, del cual nadie se ocupó de explicar de quién se trata, cómo y quién decidió que es el representante de los chilpancinguenses y que debería dirigir el mensaje de agradecimiento.

Evidentemente que por los apellidos, Leyva y Castrejón, depende de las familias de Chilpancingo dedicadas al comercio y a la política, quizá por eso habló ante el presidente Enrique Peña Nieto, aunque en los boletines oficiales del gobierno del estado ni del ayuntamiento de Chilpancingo, lo mencionaron.

Pero en su discurso, Mauricio Leyva Castrejón dijo al presidente que su visita a Chilpancingo, la capital libertaria, “genera certidumbre en su palabra y por ello el pueblo de Guerrero expresa su beneplácito”.

Le explicó a Peña Nieto que Guerrero es un estado atrasado, con migración, desempleo, falta de agua potable y créditos productivos, y supera la capacidad de respuesta del gobierno local.

Le pidió al presidente “un trato equitativo y proporcional, respecto a su fundamental contribución a la construcción del Estado mexicano, porque a 200 años del Congreso de Anáhuac, los guerrerenses reclaman el cumplimiento de los postulados que el general Morelos dejó en los Sentimientos de la Nación”.

Precisó que para los problemas “no hay tiempo para las palabras huecas, ante los corazones ansiosos de un cambio verdadero”.

 

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