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Se multiplican visitas a exposición en el Fuerte de San Diego por profecía maya

Karla Galarce Sosa

 

El director del Museo Histórico de Acapulco, Fuerte de San Diego, Víctor Hugo Jasso Ortiz, informó que en las semanas más recientes se duplicaron las visitas de grupos a la exposición  B’ak’tun trece, legado maya –muestra temporal que estará en exhibición hasta febrero– debido, “en gran medida a las falsas ideas acerca del 2012 y el supuesto fin del mundo”.

Destacó que la exposición, que fue inaugurada el mes pasado en el auditorio, busca explicar la falsedad de la supuesta profecía maya del fin del mundo, cuyos vaticinios marcan que hoy 21 de diciembre llegará; así como para mostrar al público la cosmovisión en la cultura de ese pueblo.

Indicó que la cultura maya del periodo prehispánico desarrolló un avanzado conocimiento calendárico, astronómico y matemático, así como un complejo sistema de escritura que derivó en un pronóstico meteorológico anual que regía sus períodos agrícolas, y que les permitió calendarizar los fenómenos de El Niño y de La Niña.

“Su rica cultura quedó plasmada en construcciones, monumentos esculpidos, vasijas de barro, códices, figurillas, esculturas, pinturas murales y un sinfín de objetos elaborados en diversos materiales como piedra, madera, cerámica, estuco, hueso, concha, metales, pieles y papel”, dijo en entrevista.

La muestra busca acercar al público a la arquitectura, al panorama político, económico, social que se desarrolló en torno a esta imponente cultura, mediante una serie de fotografías que hablan además de la manera en la que se han descubierto sus antiguas ciudades y vestigios, que han permitido entender a los mayas en la actualidad.

La exposición representa fragmentos de pirámides edificadas en las capitales mayas y que muestran, en ellas plataformas escalonadas de desplante y escalinatas coronadas por templos.

“Otro rasgo característico de la cultura maya, son las canchas de juego de pelota, la mayor de las cuales se localiza en Chichén Itzá, Yucatán. La mayoría de las construcciones contaba con aplanado de estuco pintado o con relieves. También eran comunes las estelas acompañadas por altares”, dijo Jasso Ortiz.

Abundó que entre los detalles en su arquitectura, los mayas se distinguieron por la bóveda en saledizo, la construcción de cresterías, la edificación de plataformas radiales, así como plataformas en cuyas terrazas aparecen cuartos y patios rodeados por estructuras menores; todos ellos mostrados mediante imágenes en blanco y negro o a color, en pinturas y fotografías, recientes y antiguas de las áreas de ocupación de los antiguos mayas.

Entre los datos vertidos en las cédulas de información, se indica que “los mayas habitaron en un territorio de unos 300 mil kilómetros cuadrados, cuyas características medioambientales influyeron en la conformación de los asentamientos”.

Los acueductos y terrazas de Palenque en sitios como Yaxchilán, Bonampak y Tonin’a, son obras que involucran un conocimiento especializado del medio ambiente y, en concurrencia de los materiales seleccionados, así como de complejas técnicas de construcción.

Otro considerable esfuerzo, continuó el funcionario del INAH, se requería para el mantenimiento de las ciudades y edificios ante las inclemencias del clima y la naturaleza.

“La confederación reconocida por el emblema de la Cabeza de Serpiente, cuya capital fue Calakmul, jugó un papel muy importante en la región. Las ciudades cuentan con edificios monumentales, suntuosas cámaras funerarias para los altos dignatarios, edificios decorados con pintura mural, mascarones y frisos de estuco modelado. En Calakmul se registró el conjunto más numeroso de estelas, en una zona que hoy forma parte de la mayor reserva mexicana de bosque tropical”.

Añadió que tras el ocaso de Calakmul “entre los siglos VII y IX, se produjeron cambios en la organización política regional que promovieron otras tendencias estilísticas en la arquitectura, el arte y la cerámica, denominados Río Bec y Chenes en el sur oriente de Campeche, y Puuc en el norte”.

El recorrido fotográfico, muestra imágenes que van desde los habitantes de lo que hoy es Quintana Roo, Chiapas, Campeche y Yucatán.

Añadió que hasta antes que comenzara el período vacacional de invierno, la mayor cantidad de visitantes fueron estudiantes de todos los niveles, incluidos los universitarios.

Se espera que para el fin de año la mayoría de los visitantes sean turistas nacionales e internacionales.

En promedio, de acuerdo con datos de ingresos de visitantes del museo, han registrado hasta 300 visitantes por día.

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