Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Carlos Pérez Aguirre

Al mejor postor

 

Felices fiestas de navidad

mis mejores deseos para los habitantes de esta entidad del sur

 

La política es una noble actividad que practicamos los seres humanos, lo aceptemos o no, nuestra naturaleza de vivir en comunidad nos convierte en entes que interactuamos en sociedad y al hacerlo así y organizarnos, desarrollamos el arte de la política, sin embargo esta importante y necesaria actividad es actualmente vista con mucha reserva por muchos ciudadanos e incluso satanizada por algunos medios de información.

La razón del menosprecio a esta actividad –la política– es por que existe un interés de alejar a la gente de la práctica política y sobre todo de aquella que está encaminada a definir la integración de los gobiernos, por lo menos en teoría, y los grupos tradicionales de poder se tiene temor de que el ciudadano tome las decisiones que mejor le convengan al conglomerado social desplazándolos del usufructo patrimonialista del presupuesto y las decisiones fundamentales, sobre todo los negocios familiares que los enriquecen.

No obstante la necesidad y positiva opción de practicar la política de parte de los ciudadanos, nos hemos dado cuenta que existe una clase de políticos que su intención no corresponde a la búsqueda del beneficio del conglomerado y de la sociedad, sino solo su beneficio personal y para alcanzar ese beneficio recurren a todo tipo de artimañas y fingimientos, tal es el caso del grupo que hoy gobierna y que encabeza el gobernador de Guerrero. Habrá que recordar en estos días que Ángel Aguirre dejó las filas del PRI por que no le otorgaron la candidatura de ese organismo a la gubernatura y por ello se transfugó literalmente al PRD. Casi de manera mágica se volvió de la noche a la mañana en un demócrata que fingía tener y profesar un pensamiento y prácticas de izquierda, pero hoy se han caído todas sus gesticulaciones y muestra lo que siempre ha sido.

El alejamiento de las prácticas de izquierda que son desarrollar una política trasparente y anticorrupta, permitir el desarrollo de la sociedad y sus organizaciones, por el contrario, se denuncian prácticas corruptas de manera constante, sobre todo en lo que se refiere a la injerencia familiar y se muestra represor e intolerante con un rostro eminentemente caciquil. En su momento engañó a una buena parte de la sociedad y del perredismo guerrerense quienes con la nobleza que les caracteriza creyeron en su discurso demagógico y doble.

Pero ahora la mayoría de los guerrerenses sabemos que no cambiaron un ápice sus formas arcaicas de comportamiento y que su aparente cambio, incluso de partido, correspondió al coqueteo con el mejor postor que le garantizase el mejor acomodo en el poder estatal, y hoy independientemente del manejo republicano que debe observar, rechaza al partido que le dio toda su estructura para llevarlo a la gubernatura.

Aguirre se parece cada vez mas a Zeferino Torreblanca, pretendiendo deslindarse de la formación partidista que lo encumbró con la esperanza de que respondiera mejor a la expectativa del futuro de Guerrero. Hoy esto se ha esfumado y el aparato de gobierno no atina a poner orden en las calles, no puede frenar la corrupción en sus filas, no puede desarrollar la infraestructura necesaria –solo se ha basado en refritos de obra ya inaugurada o iniciada en otros sexenios– sus obras máximas, como el Acabús y el túnel de la Escénica básicamente corresponden a inversiones privadas que en su momento recuperaran los inversionistas mediante el otorgamiento de servicios a través del pago que toda la sociedad realizará, pues serán operadas de manera particular.

Pero ahora que surge a nivel nacional la figura de otro postor que eventualmente le pudiese ofertar otro cargo y rendir beneficios personales, ahora se aleja de la dirigencia del PRD , del pueblo ya se había alejado desde que asumió la gubernatura. El mejor postor ahora no es el PRD, entonces tendrá que congratularse con el nuevo postor, pero no se crean que es para beneficio de Guerrero, es para su exclusivo beneficio.

Titishando. El pueblo de Chilpancingo se quedó con un palmo en las narices, el gobernante no asistió ni siquiera unos cuantos minutos a el tradicional desfile como el año pasado. Acaso le daría temor una rechifla generalizada por su falta de cumplimiento de compromisos, pues Guerrero cumple al parecer solo en anuncios, solo ahí…

 

 

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