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Empaña el cierre de la temporada de Rock al Mar la prepotencia policiaca

Aurélie Daly

La tercera temporada de Rock al Mar en el auditorio al aire libre de Sinfonía del Mar acabó ayer por la noche con abusos de poder por parte de la policía vial en contra de los artesanos presentes en el sitio.
El concierto patrocinado por el gobierno del estado a través del Instituto Guerrerense de la Cultura (IGC) y el Movimiento Rockero de Acapulco con el propósito de recuperar espacios en la zona tradicional para fomentar la cultura y alentar a las iniciativas artísticas, se convirtió en una paliza. El concierto empezaba a atraer gente cuando los artesanos, ubicados en la parte superior del anfiteatro vieron llegar a la policía vial que confiscó las mercancías de uno de ellos y lo golpearon. Todavía bajo los efectos del choque, el artesano contó: “Llegaron y agarraron mis creaciones, quise recuperar mis cosas pero me agarraron y me subieron a su camioneta antes de golpearme”.
Provocó vergüenza y enojo en el público la intervención violenta de la policía, cuando el concierto buscaba precisamente festejar la música y los intercambios culturales y humanos. Unos minutos antes de que sucedieran estos hechos violentos , el promotor cultural Enrique Moreno, El Pajarito, acababa de agradecer al gobierno del estado y al municipio por respaldar la difusión del rock y de invitar a los presentes a visitar los puestos de los artesanos presentes en la parte alta del auditorio para apoyar su actividad creativa. De repente, el integrante del Movimiento Rockero llamado El Cura y Enrique Moreno El Pajarito tomaron la voz para denunciar los abusos de poder por parte de la policía y precisar que este tipo de evento sirve a la promoción cultural en general, incluyendo a todos los artistas callejeros. “Queremos paz, unidad y armonía”, declararon.
Emocionado El Pajarito presentó a este último concierto de la temporada como una mezcla de varios estilos y corrientes. “Agradezco el IGC y en particular a la directora del IGC, Alejandra Frausto y a la coordinadora de difusión cultural, Cristina Sierra. Vamos a armar una nueva temporada que iniciará a fines de enero o a principios de febrero hasta la Semana Santa”, declaró.
Tocaron diez grupos esta noche, de los jovencitos de Nobodies a quienes todavía les falta experiencia, en particular a la cantante que requiere adecuar su voz al grupo, a los excelentes músicos profesionales de Luna Roja que deleitaron a todos con su rock mezclado con música clásica. Con una versión metal de la Sinfonía del Destino, también conocida como la Quinta de Beethoven, iniciaron la tocada e impusieron su estilo muy creativo. Siguió el grupo Demodozz que cuenta con buenos músicos.
Alpharos con su rock tranquilo y viajero llevó al público al mundo del grupo de rock progresivo inglés Pink Floyd, representativo de la década de los 70.
En un ambiente totalmente diferente, mucho más festivo y hecho para bailar, los Skangrejos de Chilpancingo devolvieron la sonrisa a los espectadores derrotados por el desarrollo de la noche. Caído de otra dimensión el grupo Puerka Hebría sacó su rock punk contestatario a punto. Se llama democracia pero no lo es y Vete a la verga resonaron como algo muy a propósito en este momento de incomprensión frente a un acto más de injusticia e impunidad. Las chicas de Chilate Rock aliviaron el ambiente con sus canciones frescas y alegres antes de dejar el sitio a Víctimas del rock y Vía alterna. El público, cada vez más numeroso, tuvo que esperar hasta el final para poder escuchar a la banda  Acapulquito Reggae y poner un punto final a esta temporada exitosa de Rock al Mar con buenas vibras que acabaron con la tensión pasada.

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