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Con críticas a la administración de la UAG, conmemoran 52 años de la masacre de 1960

Rosalba Ramírez

Chilpancingo

En actos separados en la alameda Granados Maldonado, por la mañana la rectoría de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) y por la tarde organizaciones sociales entre ellas el Comité Independiente de Solidaridad con los Familiares de los Caídos de 1960, conmemoraron el 52 aniversario de la masacre con la que concluyó el movimiento popular-estudiantil que dio origen a la máxima casa de estudios del estado.
A las 8 de la mañana, la UAG realizó una ceremonia en el monumento a los caídos de 1960 ubicado en el centro de la alameda Granados Maldonado, ahí se develó una placa en la que aparecen los nombres de las 20 personas ultimadas por el Ejercito mexicano el 30 de diciembre de ese año, cuando era gobernador Raúl Caballero Aburto y presidente de la República Adolfo López Mateos.
También una placa con la leyenda “quienes murieron por la autonomía, sus ideales guían e iluminan el sendero de la UAG”.
Por primera ocasión en 52 años, el luchador social Pablo Sandoval Cruz no acudió al acto oficial ni al de las organizaciones, por cuestiones de salud. Algunos asistentes reconocieron que hizo falta la oratoria de quien formara parte del Comité Ejecutivo de la Federación de Estudiantes del Colegio del Estado, junto con el dirigente Jesús Araujo Hernández.
Encabezando el acto estuvo el rector Alberto Salgado Rodríguez, el alcalde Mario Moreno Arcos, el presidente de la Mesa Directiva Antonio Gaspar Beltrán y algunos sobrevivientes de la masacre como Jesús Araujo y Teodoro Vega.
En su intervención Araujo Hernández criticó que se cobren cuotas en las escuelas al inicio de cada año y alertó a los universitarios para que no permitan que ese cobro se regularice y sea constante, “porque nosotros luchamos por una universidad popular”.
Interrumpió su participación para entregar a los asistentes copias de algunas fotografías, que fueron captadas el 30 de enero de 1960, entre ellas el de un joven que tiene entre sus brazos a su madre que murió minutos después de que tomara la imagen.
Dijo que es necesaria la intervención del gobierno estatal y la universidad en “algunas áreas perdidas donde la autoridad está ausente, donde la autoridad es el AK-47 y el R-15 y no estamos en guerra”, dijo el sobreviviente de la masacre.
En su intervención el alcalde Mario Moreno Arcos se solidarizó con los familiares de los caídos y dijo que asistía al acto en representación de la sociedad que en 1960 se unió al movimiento estudiantil, no como autoridad.
Mientras que el rector afirmó que la UAG se ha transformado radicalmente pero dijo que siguen comprometidos con que la institución mantenga un compromiso social y calidad académica.
Dijo que la universidad con proyectos busca solucionar “grandes problemas que aquejan a la sociedad”.
En el acto posterior de las 3 de la tarde, se reunieron organizaciones sociales como el Taller de Desarrollo Comunitario (Tadeco), integrantes del colectivo Yosoy132, del Comité Independiente de Solidaridad con los familiares de los caídos de 1960 y familiares de los masacrados.
Vía telefónica el luchador Social Pablo Sandoval envió un mensaje a los asistentes y familiares de los caídos, consideró que se debe hacer una reforma que profundice los planes y programas de estudios, para que se formen cuadros y los universitarios tengan el objetivo de defender la autonomía de la institución.
Dijo que actualmente la autonomía es violentada por el gobierno del estado y grupos políticos, la universidad esta“sufrida, desecha, maltratada, saqueada del subsidio, de bienes materiales, los estudiantes se han corrompido, por los diferentes intereses personales de funcionarios de la UAG”, dijo por teléfono quien durante el movimiento de 1960 fuera presidente del comité de padres de familia.
Después familiares, amigos y líderes sociales se congregaron en el Monumento a los caídos y prendieron una antorcha que de manera simbólica representa “el espíritu de lucha universitaria”, en homenaje a los que perdieron con balas militares.
Y precedieron a guardar un minuto de silencio y lo rompieron gritando “vivan los caídos del 60”, “Viva la lucha universitaria”.
Por su parte Guadalupe Estela Vázquez Organista, hija menor de Leopoldo Vázquez Ruiz una de las víctimas del movimiento del 60, con llanto dijo que no conoció a su padre asesinado hace 52 años y exigió justicia a todos los universitarios que murieron.
También dirigieron sus reproches a la administración central de la UAG y a los ex rectores de la UAG han cumplido con el compromiso de construir un museo en el que se exhiba la memoria gráfica y documentada del movimientos estudiantil-popular que dio origen a la universidad.
Los universitarios caídos en esa fecha fueron: Leopoldo Vázquez Ruiz, Tomás Adame Calvo, Enrique Ramírez Fregoso, Hermelinda López Ortiz, Eleodoro Martínez Sánchez, Elocadio Millán Gracia, Roberto Ramos Alarcón, Canuto Morales Romero, Cecilio López y Efrén Vega Ortega.
También Salvador Jiménez, Ramón Jiménez, Dorotea Jacobo Vázquez, Benjamín Méndez Aponte, Salvador Serrano, Román Cano, José Trinidad Téllez, Heliodoro Mateos, Encarnación Ramos, Carolina Agüero y Benjamín Méndez

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