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Recortan recursos a los programas de lucha y prevención de adicciones

Aunque el gobierno de Enrique Peña Nieto anunció que como parte de la estrategia anticrimen se le daría prioridad a la prevención de adicciones, en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) aprobado para 2013 disminuyeron 30.6 por ciento los recursos destinados para el Centro Nacional para la Prevención y el Control de las Adicciones (Cenadic).
Mientras en el 2012 le asignaron mil 032 millones 192 mil 600 pesos, para el 2013 destinaron un presupuesto de 724 millones 937 mil 890 pesos.
Además, se excluye lo relativo a los Apoyos Adicionales para la Prevención y Atención de Adicciones en los Estados, que en el PEF 2012 obtuvo una asignación presupuestal de 0.3 mil millones de pesos.
El pasado 17 de diciembre, el presidente Enrique Peña Nieto presentó, en Palacio Nacional, su estrategia anticrimen que comprende seis ejes de acción que incluye un programa transversal de prevención, con políticas para combatir las adicciones.
“La estrategia de combate a las adicciones incluye acciones en materia de educación, prevención y atención, para desarrollar resiliencia (capacidad de reponerse a la adversidad) en los 12.7 millones de adolescentes que a la fecha están expuestos a usar o consumir drogas”, se justifica en el Proyecto de Egresos del 2013.
“Mediante la reducción de la demanda con medidas de prevención en todos los niveles, consolidando e integrando las redes de centros nueva vida y de integración juvenil y mejorando la atención y rehabilitación de adictos, lo que permitirá que 1.3 millones de jóvenes de 12 a 17 años participen en acciones de prevención contra las adicciones”.
Para Ángela Guerrero Alcántara, integrante del Programa de Derecho a la Salud del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), la disminución al presupuesto contra las adicciones implicará también un recorte no sólo en la atención de las personas adictas sino también a los recursos materiales básicos para atenderlos.
“El impacto que puede existir con esa reducción tiene que ver con que no existe un programa integral hacia las adiciones, lo que implica que vamos a ir únicamente tapando huecos”, advirtió en entrevista.
Desde el sexenio pasado, dijo, existe una diferencia prácticamente de 16 a uno entre el presupuesto que se destina al rubro de la prevención de adicciones y al de seguridad.
“Hay una relación implícita entre las causas que se plantean que tienen que ver con el narcotráfico y con el consumo problemático de sustancias ilegales en México, pero mientras a una le destinan miles de millones de pesos, a la prevención le quitan”, lamentó.

Advierten de riesgos en reducción

Reducir el presupuesto de combate a las adicciones en México iría en contra de las recomendaciones internacionales, afirmó ayer Ángel Prado, director general adjunto de Normatividad de los Centros de Integración Juvenil (CIJ).
“Sería contrario a lo que la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito y todos los países que la conforman, de hecho la propuesta mundial es equilibrar los presupuestos entre la oferta y la demanda”, recordó.
Incluso, dijo Prado, el presupuesto que se dirige a combatir la oferta se debería incrementar en un 10 por ciento, es decir, los recursos destinados a la Policía, el Ejército, la Marina, para crear un presupuesto destinado a reducir la demanda, pues mientras haya demanda habrá contrabando.
Aseguró que este cambio de viraje no se contrapone con el combate al narcotráfico; sin embargo, reconoció que esta estrategia no ha funcionado, pues no se ha invertido lo suficiente en mecanismos de prevención, tratamiento y rehabilitación de las personas y familias que presentan problemas de consumo de drogas legales e ilegales. (Adriana Alatorre / Agencia Reforma / Ciudad de México).

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