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Disfrutan turistas del DF los últimos días de vacaciones en las albercas de hoteles

Salvador Serna

 

A un día de que se terminen las vacaciones de diciembre, los turistas capitalinos aprovechan hasta el último momento las albercas de los hoteles de la zona Dorada.

Los visitantes se reúnen alrededor de la piscina del hotel Playa Suites, la más famosa de los estudiantes springbreakers que amenazan, y en serio, con regresar y arrasar para la primavera de 2013, cuando se termine la breve temporada del turismo canadiense.

A las 11 de la mañana comienza el relajo en la alberca del hotel, con la música del discjockey La Vaca, que también pone los artefactos de sonido y presume ser amigo del dj más famoso del mundo, Paul Van Dyke.

Comienza el buen ambiente que ponen los turistas defeños al bailar a la orilla de la alberca, a manera de calentamiento de los famosos aquaerobics.

Unos 80 turistas se meten a la alberca y su escandalo llega hasta el hotel vecino, el Crowne Plaza, que a pesar de que tiene una alberca más grande, el turismo que cobija es menos ruidoso y pachanguero.

Terminados los aquaerobics, La Vaca y su compañero animador le dicen a la gente que es hora del partido de volibol combinado con waterpolo. Ponen las mini porterías y comienza el partido, combinado de hombres y mujeres contra otro combinado. Empiezan a pasarse la pelotita y comienzan a caer los goles uno a uno, al ritmo de la música tecno house que pone La Vaca.

Cansados del partido, las niñas y niños comienzan a hacer de las suyas en la piscina, que a la 1 de la tarde ya está llena, no cabe nadie más. A pesar de que los niños ya no quieren más invitados a lo que ya han bautizado como el aquareventón, pues otros turistas exigen sus derechos de uso y se meten a la alberca, propiciando el clásico “Que Gachos !!!”.

Para esos momentos, ya nadie pela la música que pone La Vaca y el veterano programador musical opta por apagar los aparatos de sonido para que sea el sonido ambiente natural que provocan los diálogos y gritos de los turistas.

Un niño le pregunta porqué le dicen La Vaca y le contesta que porque tiene cara de vaca lechera, pero que es de cariño porque desde la secundaria, cuando jugaba futbol y metía goles como Hermosillo, ya le decían así.

En la alberca del hotel Crowne Plaza no hay tanto bullicio, la mayoría de los turistas son familias con hijos pequeños que se la pasan gozando en el chapoteadero.

En la parte más grande de la piscina, son los adultos y jóvenes quienes pelean los espacios de la alberca en forma de laguna, catalogada desde hace 25 años como la más grande de Acapulco.

De allí, en el hotel Calinda, cuyo dueño es Carlos Slim Helú, una alberca estilo silueta, pequeña en dimensiones, luce atiborrada de turistas mexicanos y extranjeros que conviven y entrelazan breves charlas, mientras que el animador del hotel los invita a entrar al concurso de baile tropical.

Por supuesto que son los turistas mexicanos quienes le entran a la competencia, cuyo promedio no es dinero, sino alimentos y bebidas.

Comienza el concurso con las canciones que no pueden faltar, como La Macarena, La Gasolina, Dame otro Tequila, Pásame la botella, Danza Kuduru, A shu ti peggo y hasta la nueva versión de La Lambada del reggetonero Don Omar.

Buen ambiente en el Calinda, el cual termina con la premiación de Esteban Salas, de Pachuca Hidalgo, cuyo baile, a decir del juez y animador, fue el más tropical de las dos costas de Guerrero.

En el hotel Elcano una piscina cuadrada, adornada con una pequeña cascada que le da un toque chick.

¿Y los turistas? Pues se observa de todo. Ancianos, jóvenes, adultos, niños, pero como la alberca es pequeña y cuadrada, los turistas prefieren bajarse a la playa a pasar un buen rato. En la alberca de Elcano no hay música ni animador en ese momento.

Allí gente de clase media alta para arriba camina de un lado a otro, alrededor de la alberca.

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