Se queja enferma de diabetes de falta de atención en el centro de salud de Corral Falso en Atoyac

Patricia Pinzón Mora de 43 años de edad vecina de la comunidad de Corral Falso, en la zona baja del municipio de Atoyac, denunció que debido a la falta de personal y la alta demanda en el centro de salud de su comunidad, tiene que esperar hasta más de una hora para que le apliquen una inyección de insulina.
El centro de salud es atendido por una sola enfermera y momentáneamente hasta agosto de este año por dos doctoras, una de las cuales es pasante y llegó para suplir a la medico titular Juliana Felipe Nogueda quien originalmente atiende a toda la comunidad -cuya población es de más de tres mil habitantes- así como las rancherías que se ubican en la periferia.
Patricia Pinzón acude diariamente desde hace casi dos meses al centro de salud en silla de rueda para que le apliquen una inyección de insulina. Dijo que ésta la tienen que mandar a traer al hospital general de Atoyac ya que en el centro de salud no llevan un expediente de su caso pese a que es crítico.
Indicó que cuando va a la aplicación de la insulina no la pesan ni le toman la presión aunado a que tiene que esperar aunque está en silla de rueda y delicada de salud.
La doctora Felipe Nogueda, reconoció que debido a la falta de personal, la atención a todos los pacientes no es perfecta. Además de que algunos van de rancherías y llegan desde las seis de la mañana.
Sostuvo que “hace falta personal efectivamente, si pudiera contar con otra enfermera sería perfecto porque la muchacha no se da abasto, además de cubrir las necesidades de los pacientes, nosotros tenemos que hacer el montón de papelería que nos piden nuestros jefes inmediatos”.
Explicó que para las consulta entregan fichas y justificó que a la señora Pinzón no se le atiende con prontitud porque no ha ido a cita con ella. Deslindó que su enfermera –que califico de las mejores que existen- tenga que llevar un seguimiento de la enferma de diabetes.
Dijo que desconocía que a Pinzón Mora la hacían esperar más de una hora para aplicarle una  sola inyección, “ya yo estoy en mi consultorio y muchas veces no me doy cuenta de lo que ocurre fuera del cubículo”.
Agregó que pondrá interés en el caso por la situación difícil de la paciente que diariamente va en silla de ruedas, programándole una hora para que no tenga que hacer antesala, pues es esto lo que molestó a sus familiares porque siempre es el mismo trato de la enfermera. (Francisco Magaña / Atoyac ).