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Toman las armas y ponen retenes contra el crimen organizado ahora en Ayutla

Zacarías Cervantes / Ayutla

Ciudadanos de cuatro municipios de la región de la Costa Chica se armaron para vigilar la ciudad de Ayutla e instalaron retenes en las carreteras, desde el sábado, en contra de la delincuencia organizada que realiza levantones, extorsiones, secuestros, el cobro de piso, violaciones sexuales y amenaza a los pobladores de las comunidades.
En uno de estos retenes a la entrada de Ayutla, la tarde del domingo hubo un enfrentamiento en donde un presunto delincuente murió abatido a tiros. En esos filtros también han sido detenidos decenas de presuntos integrantes de la delincuencia organizada, quienes serán sometidos a juicio bajo el sistema de usos y costumbres indígenas.
Desde el sábado, unos 800 ciudadanos de los municipios de Ayutla, Tecoanapa, Florencio Villareal y Copala, instalaron retenes en las entradas y salidas de las cabeceras municipales, para garantizarse la seguridad que no les ha dado el gobierno estatal ni el federal.
Los sublevados se encuentran en los retenes, están encapuchados y armados con rifles, escopetas y pistolas de bajo calibre. Ahí paran a los automovilistas y los revisan en busca de droga, armas o indicios de que pertenecen a la delincuencia organizada.
El levantamiento ciudadano detonó debido a que el sábado, integrantes del crimen organizado levantaron al comisario de la comunidad de Rancho Nuevo, municipio de Tecoanapa, Eusebio Alvarado García.
La privación de la libertad de la autoridad,  quien pertenece a la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), originó la movilización, primero de ciudadanos de los municipios de Ayutla y Tecoanapa, quienes instalaron retenes y se dieron a la búsqueda de los integrantes del crimen organizado que se llevaron al representante municipal.
Por la presión civil, Eusebio Alvarado fue liberado la tarde del mismo sábado cerca de Cruz Grande, la cabecera del municipio de Florencio Villareal, “estaba bastante golpeado y en malas condiciones”, dijo uno de los coordinadores del movimiento.
El ciudadano armado, quien igual que el resto no reveló su identidad por motivos de seguridad, dijo que hace unos meses, los operadores de la delincuencia organizada comenzaron a extorsionar a los ganaderos y comerciantes y que, asimismo, cobran derecho de piso a los comerciantes.
“Lo que ya no podemos  tolerar es que también quieran quitarnos a nuestras mujeres”, dijo.
Y es que denunció que en los últimos meses, los delincuentes han hecho llamadas telefónicas desde los hoteles a las jovencitas de la región para que les sirvan de compañía, con la amenaza de que si se negaban a servirles sexualmente matarían a sus familiares, “y eso ya no lo podíamos tolerar”, dijo uno de los coordinadores del movimiento.
En Ayutla, un retén fue instalado a la entrada, llegando de Tecoanapa, unos metros antes del acceso al centro de la población. Otro más fue instalado a la salida rumbo a Cruz Grande, frente a la gasolinería. En este punto estaba el contingente más grande y era en donde se encontraban los dirigentes la tarde de ayer lunes.
Aquí, aparentemente eran unos 100, pero de pronto llegaban o se retiraban 5, 10 o 15 varones en camionetas estaquitas, todos con armas de bajo calibre. También, de pronto,  aparecían cañones desde la maleza, a la orilla de la carretera. Eso confirmó la versión de los voceros en el sentido de que eran cientos los que se levantaron en armas contra el crimen organizado.
“Aquí ya no somos de la UPOEG ni de la CRAC (Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias), ni de la Policía Municipal, aquí somos el pueblo organizado que ya está cansado de tantas chingaderas de los delincuentes”, dijo uno de los organizadores del movimiento.
En el retén que se encuentra a la salida rumbo a Cruz Grande, parece que priva la desorganización. Sin embargo todos los movimientos son coordinados: unos detienen a los vehículos, revisan a los conductores u ocupantes sospechosos, si no hay indicios de que pertenecen a la delincuencia los dejan ir, si hay sospecha los orillan y pasan a una segunda revisión. En ésta, si encuentran algún indicio que confirme la sospecha los detienen y los mandan a un tercer grupo de dirigentes, quienes determinan su situación.
Este procedimiento se aplicaba la tarde del sábado cuando un automovilista pasó por el puesto de revisión de Ayutla a la salida rumbo a Tecoanapa, no atendió la orden de alto y desenfundó una pistola con la que amenazó a los del retén, éstos no titubearon y dispararon dándole muerte. En un boletín de la Procuraduría de Justicia del Estado se informó ayer que el presunto delincuente muerto de seis balazos calibre 22, es Cutberto Luna Chávez, de 40 años, que conducía un taxi de la ruta a Acapulco.
El cuerpo fue recogido por sus familiares, que viven en la cabecera municipal de Ayutla, para darle sepultura, pero no realizaron ningún procedimiento penal.
“Aquí estamos coordinados con la Marina, con el Ejército y con el gobierno del estado. Lo que estamos haciendo es de justicia y en defensa de nuestra seguridad y dignidad”, dijo uno de los coordinadores entrevistados en el segundo retén de Ayutla.
Explicó, “se trata de un movimiento del pueblo para demostrarles (a los del crimen organizado) que lo que quieran hacer ellos en contra nuestra se los vamos a devolver ojo por ojo y diente por diente. Así como actúan ellos, vamos a actuar nosotros, lo que hagan ellos con nosotros se los vamos a devolver igual”.
El coordinador del retén a la salida de Ayutla, rumbo a Cruz Grande, deslindó a la UPOEG, a la CRAC y a las autoridades municipales, estatales y federales del movimiento ciudadano y lo que hagan (aunque dijo que a la federación le han estado informando de sus acciones) e insistió en que “es el pueblo que está cansado de tantas chingaderas”.
Informó que los retenes que se instalaron ayer en Ayutla, son solamente temporales porque después los van a trasladar a los municipios de Tecoanapa, Cruz Grande o Copala de manera intermitente, para “sacar de allí a todos los lacras”.
Informó que en estos cuatro municipios participan unos 800 hombres armados.

Se deslinda la Policía Comunitaria de los
retenes; estará a la expectativa, informa

Los coordinadores de la Casa de Justicia de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) de Ayutla, a la que pertenece la Policía Comunitaria, se deslindaron de los retenes que establecen desde el sábado ciudadanos de los municipios de Ayutla, Tecoanapa, Cruz Grande y Copala para contener las acciones del crimen organizado.
En una reunión ayer en esta comunidad, El Paraíso, sede de la Casa de Justicia del municipio de Ayutla, el consejero regional, Arturo Campos Herrera informó que la CRAC se encuentra a la expectativa ante la posibilidad de que el movimiento de los pueblos en contra de la delincuencia organizada abarque territorio comunitario.
“No estamos en contra de que los pueblos se levanten en contra del crimen organizado, pero tampoco estamos participando”, dijo Arturo Campos.
Ante la organización y movilización armada de los pueblos de los 4 municipios mencionados, cuatro de los seis coordinadores de la CRAC de Ayutla se reunieron para mantenerse a la expectativa.
“No somos nosotros, la CRAC del municipio de Ayutla, los que nos estamos movilizando y realizando operativos, son gente de algunas comunidades del municipio dirigidos por Bruno Plácido (el dirigente de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG)), aclaró Campos Herrera, frente a los cuatro coordinadores de la CRAC y de representantes de las 30 comunidades que están incorporadas a este sistema de justicia en este municipio.
También dijo que la CRAC no está en contra de cualquier levantamiento de la población, “pero siempre y cuando no utilicen las playeras de la Policía Comunitaria, eso es lo que nos preocupa”, dijo.
Y es que algunos de los que participan en los retenes en contra de la delincuencia organizada en Ayutla portan playeras de la corporación comunitaria.
Ante esta situación, Campos Herrera dijo que no se puede violar el reglamento que establece que los policías comunitarios no deben salir de los pueblos en donde tiene presencia esa organización indígena, “nosotros no podemos salir fuera de nuestro territorio” y explicó que Ayutla, como pueblo, no pertenece al territorio comunitario.
Agregó que la Policía Comunitaria solamente está a la expectativa, “solamente en caso de que nos agredan, entonces sí vamos a responder, pero mientras eso no ocurra no vamos a salir de aquí”
Dijo que la organización no se creó para luchar contra el crimen organizado.
Pero aclaró que la CRAC y su Policía Comunitaria no está en contra de los pueblos que se defienden o que se levantan en armas para su autodefensa, “pero siempre y cuando no se escudan en nuestra organización”, insistió.
Campos Herrera explicó que la Policía Comunitaria no participa en estos retenes y búsqueda de delincuentes porque se iniciaron a raíz de la denuncia del levantón del comisario municipal de la comunidad de Rancho Nuevo, municipio de Tecoanapa, Eusebio Alvarado García, cuya denuncia no fue presentada ante la CRAC, sino ante la dirigencia de la UPOEG, “que es la que está organizando allí”.
El Consejero Regional de la CRAC reconoció que en los retenes contra de la delincuencia organizada, que comenzaron el sábado en la cabecera municipal de Ayutla, están participando los pueblos, “por eso no estamos en contra ni en desacuerdo, pero lo que pedimos es que no usen el nombre de la CRAC, nada más”. (Zacarías Cervantes / El Paraíso, Ayutla).

 

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